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«De no existir la caza, habría importantes problemas para la agricultura y la ganadería»

La España profunda se va quedando vacía y eso se nota tanto en datos demográficos como cinegéticos. El hecho de que muchas zonas rurales estén quedando desiertas, está suponiendo un crecimiento de especies cazables. Si este incremento no se controlara, la situación “sería un caos”, como dice Pedro Julio Trapero, un joven ganadero y cazador ciudadrealeño que se ha resistido a abandonar el medio rural. Pero la caza tiene muchos detractores y ante los movimientos contrarios a esta actividad, la Real Federación Española de Caza (RFEC), de la que Trapero es miembro, ha convocado movilizaciones por todo el territorio nacional el próximo 15 de abril para defender su actividad. En esta entrevista nos da a conocer lo que implica esta actividad en los sector agrario, ganadero y económico.

Rosario Caravantes (*) | Ciudad Real

¿Cuál es el mensaje que queréis transmitir los cazadores con la manifestación que ha organizado la RFEC para el 15 de abril?

El hecho de que se hayan convocado movilizaciones por toda España de manera simultánea reivindicando la caza, no es más que para mostrar que son miles de personas las que apoyan esta actividad que, realizada de manera controlada, contribuye con el desarrollo y conservación del medio rural. Y en este sentido, los cazadores son los primeros que miran por él.

Si el cazador mira por el medio rural y su entorno, ¿por qué hay tantos detractores de esta actividad?

Como en todo hay admiradores y detractores.  Muchos critican esta actividad sin saber lo que realmente es la caza. No son conscientes que, sin la caza, sería un caos en la mayoría de los pueblos rurales. El que no se cazara podría suponer incluso un problema de enfermedades por sobrepoblación cinegética.

«La actividad de la caza está regulada y legislada para controlar las poblaciones cinegéticas»

¿Entonces es más un problema de desconocimiento o desinformación por lo que se critica la caza?

Cada vez son más los que están a favor que en contra de esta práctica. De hecho, hace poco hubo algunas manifestaciones en grandes ciudades de España en contra de la caza y no se logró movilizar a mucha gente. Este es también uno de los motivos por el que se convoca la movilización, para mostrar que son más personas las que están a favor que en contra de la caza. Los que lo critican son como los que “ven sólo el árbol y no ven el bosque”. La mayoría de la gente asocia la caza al maltrato animal y es con eso con lo que se quedan. La actividad está regulada y legislada para controlar las poblaciones cinegéticas y mantener un nivel adecuado de especies cazables y no cazables, tanto de caza mayor como de caza menor. De no existir la caza, habría un desajuste que supondría importantes problemas para la agricultura y la ganadería.

Además, la labor de los cazadores en estos tiempos de sequía está siendo vital para preservar las especies. Si no fuese por los cazadores y trabajadores que gestionan y controlan las jornadas de caza que les proporcionan agua y alimentos, muchas especies no podrían sobrevivir.

«La caza no es sólo lo que se ve, hay más allá de la imagen del cazador, el rifle y el perro».

Trabajadores que gestionan la caza, ¿a quiénes se refiere?

La caza es una actividad que genera empleo y riqueza, y en la que están implicados multitud de sectores que salen adelante por que existe la figura del cazador: rehalas, armerías, municiones, licencias, seguros, taxidermistas, veterinarios, gestores de explotaciones, piensos, organizaciones de jornadas de caza y sin contar con los empleos y beneficios indirectos que se generan en los pueblos dónde se celebre la montería.

Teniendo en cuenta esto último, ¿podría considerarse la caza como un motor económico del medio rural?

En muchísimos pueblos pequeños, de no ser por la caza no tendrían ninguna actividad. Gracias a la temporada de caza se pone en funcionamiento sobre todo el sector hostelero: hoteles, casas rurales, bares, servicios de catering, por no hablar de la gastronomía, porque numerosos son los restaurantes que ofrecen en su carta platos de caza mayor, como uno de sus mejores manjares y de sus platos más caros. Y todo ello suponen también muchos puestos de trabajo y generan muchísimos ingresos en todo el país, pero no se mira nada más que se matan animales.

Por lo que se ve, la caza es el eslabón de una larga cadena.

Así es y eso es lo que queremos hacer ver a la sociedad el próximo 15 de abril.

(*) Rosario Caravantes participa como alumna del Título de Experto en Comunicación Agroalimentaria de la Facultad de Comunicación y Ciencias Sociales de la Universidad San Jorge.

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