Entrevistas

Jorge Miguel Rodríguez: “Una cosa es dramatizar y otra contar el drama”

Jorge Miguel Rodríguez es coordinador del grupo de investigación ‘El Periodismo como espacio creativo en Aragón: del papel a la Web 2.0’ en la Universidad San Jorge (USJ). El libro sobre las ‘IV Jornadas de Periodismo y Literatura’, impulsadas por este grupo de investigación, celebradas en el pasado curso académico y que llevaban por título: “El drama como eje del periodismo literario”, se ha publicado recientemente en la editorial ‘451’ con el título ‘Contar la realidad: el drama como eje del periodismo literario’. En él han participado distintas miradas (profesores de la USJ, periodistas como Leila Guerriero o Alfonso Armada, y teóricos como Albert Chillón) sobre un tema en común. Jorge Miguel Rodríguez, como coordinador de este trabajo, nos explica más sobre ello.

Sergio Lacasa- ¿A quién se dirige este libro?

Jorge Miguel Rodríguez- Básicamente a periodistas y estudiantes de periodismo que quieran conocer algo sobre lo que es el mundo de la escritura de calidad aplicada al periodismo. Para alguien que quiera mejorar su forma de llevar a cabo el periodismo. Hemos convocado a académicos y periodistas literarios a uno y otro lado del Atlántico, de España y Latinoamérica. Los ensayos analizan el drama desde distintos enfoques, autores, perspectivas, contextos, soportes, modalidades de expresión y experiencias. Cada autor enriquece la visión del conjunto en la medida que el libro es un relato polifónico sobre el eje vertebrador de los textos de naturaleza narrativa en el periodismo literario. No hay capítulos ni divisiones temáticas, de manera que el lector puede empezar por donde le apetezca.

S.L.- ¿Y por qué el drama?

J.M.R.- . La literatura y el periodismo, desde sus respectivas esferas (la ficción y lo fáctico) reflejan la vida. La literatura y el periodismo tienen como protagonista al ser humano. La literatura y el periodismo utilizan la palabra como medio de expresión. Y la vida es y fluye como un cuento, como una novela. Al fusionarse el periodismo y la literatura en el periodismo literario convergen dos construcciones culturales que describen a la persona en el drama de su experiencia vital, al hombre en acción. El drama está  presente en las más grandes obras del periodismo literario, en mayor o menor medida. Por lo demás, las obras canónicas del periodismo narrativo articulan las historias con tramas en las que prima la acción, y ello se refleja más en crónicas y reportajes con hechos donde prima el dolor o el sufrimiento. Aunque esto sea una verdad compartida, hasta ahora este tema no se ha tratado de manera sistematizada. En el grupo de investigación consideramos conveniente analizarlo y desentrañar los porqués. Los periodistas literarios suelen escribir historias con tintes rojizos que implican una gran labor de reporterismo y una calidad estética muy elevada del relato.

S.L.- ¿Por qué será?

J.M.R.- Se pueden encontrar similitudes con lo que ya explicaba Aristóteles en su Poética: la condición humana. Este filósofo desmenuzó hace veinticinco siglos los principios del arte poético que funcionan en los relatos con entidad estética. Por ejemplo, cuando Tom Wolfe explica que los exponentes del Nuevo Periodismo buscaban reconstruir escenas y no sólo comunicar los datos fríos, que seguían y observaban a sus personajes para obtener descripciones dramáticas sobre sus vidas,  pusieron en práctica los principios de la mímesis aristotélica. El hombre necesita reflejar al hombre haciendo cosas y, generalmente, existe una tendencia  a conocer las situaciones en las que él mismo se ve realizando acciones de naturaleza patética. Y nos conmovemos con aquello que nos causa compasión. Pero una cosa es dramatizar y otra contar el drama, he ahí la clave del periodismo literario, a partir de donde nosotros debimos trabajar.

S.L.- Algunos periodistas recurrieron, por ejemplo, al humor y en cuanto a éxito no sé cómo les iría, narrativamente sí lograban la efectividad con creces.

J.M.R.- Esta investigación se centra en el drama, pero naturalmente se ha hecho de todo tipo de periodismo literario. Más que temas hay miradas, depende de la visión particular del periodista. Y se puede escribir de cualquier realidad. Lo fundamental consiste  en saber encontrar el ángulo y el enfoque para cada historia. Es cierto que en Latinoamérica se recurre al humor con frecuencia  para retratar personajes y describir situaciones que no siempre son hilarantes. El humor es un registro para reflejar un tipo de sociedad o una parte de la sociedad.

S.L.- Este libro es resultado de las IV Jornadas de Periodismo y Literatura de la USJ, y en concreto del trabajo del grupo de investigación que usted coordina. ¿Qué líneas de investigación están llevando a cabo en estos momentos?

J.M.R.- Ya estamos trabajando en el siguiente libro que se centrará en esas diferencias entre la crónica, el reportaje o el perfil. Como adelanto sí puedo decir que ya estamos fichando a potentes escritores de Latinoamérica. Ya está en preparación. Pero, para atinar mejor a tu pregunta, nosotros estamos muy pendientes de lo que ocurre con el periodismo narrativo en los nuevos formatos, con las imposiciones del relato en Internet.

S.L.- Todavía, casi sin explorar…

J.M.R.- Sí, el continente siempre condiciona al contenido. Tenemos ejemplos abundantes de ello en la Historia. El periodismo digital está creando unas nuevas pautas de escritura, unos nuevos modelos editoriales tanto en papel como en la red, etc. Cómo está influyendo todo ello en el periodismo narrativo, cómo está influyendo en la recepción de los contenidos por parte del público. Nos interesa estudiar la evolución de este proceso histórico tan importante.

S.L.- Este libro puede dar la sensación de demasiada vertebración, lo cual puede ser el punto fuerte del libro para unos y lo contrario para otros…

J.M.R.- No hay una unión. En mi parte yo escribo: “Como la carta de un menú”, con lo que me refiero a que puedes empezar el libro por donde quieras, no tiene una continuidad estricta. Son miradas distintas.

S.L.- Sí, por ejemplo, Pilar Irala, profesora de fotoperiodismo en la USJ, analiza claves expresivas en las fotografías…

J.M.R.- Desde el grupo de investigación se lanzó la propuesta de un nuevo género, el fotoperiodismo literario, que aúna los patrones de la fotografía humanista con los rasgos narrativos de las composiciones periodístico-literarias. Fuimos osados cuando decidimos tratar el fotoperiodismo literario, pero casi todo texto periodístico tiene su contexto y su fotografía. Por lo tanto, y viendo que no se había hecho nada sobre el asunto consideramos que ya era hora de investigar ese ámbito.

S.L.- Y este libro va a alcanzar el ámbito internacional…

J.M.R.- Sí, se va a distribuir etanto en España como en Latinoamerica.  La editorial 451 nos permite llegar a un público más amplio y creo que vamos a lograrlo.

 

Para profundizar                                                                                                                                                                                                          

S.L.- ¿Qué es y qué no periodismo literario?

J.M.R.- Los periodistas que se dedican al periodismo literario no son amantes de definirlo porque huyen de definiciones académicas. En cambio, quienes nos dedicamos a estudiarlo de manera sistematizada sí podemos sacar algunas conclusiones, porque esta forma de expresión tiene unas características que nos pueden ayudar a definirlo desde sus orígenes.

S.L.- Y, ¿qué nos puede decir sobre esas características?

J.M.R.- Que es un macrogénero, en primer lugar, porque acoge muchos géneros periodísticos como la crónica, el reportaje, el perfil o el artículo. Pero es periodismo porque ante todo es reporterismo, es decir: no hay invención. Lo digo porque hay quien puede entender que al hablar de literatura hablamos de ficción; no es así.

S.L.- ¿Qué tiene de periodismo y qué de literatura?

J.M.R.- Del periodismo, mantiene la rigurosidad y la precisión con los datos, parte de la actualidad, etc. De la literatura acoge los recursos narrativos y estéticos con la finalidad de profundizar en la condición humana. El resultado de aunar ambas cuestiones son extraordinarias crónicas, reportajes o artículos de opinión que, por supuesto, requieren un tiempo de escritura. Estamos hablando de unas piezas que detrás tienen un trabajo arduo, escritas también por periodistas y escritores de mucho talento; no mueren al día siguiente.

S.L.- Y, ¿ya no se hace por falta de recursos en las empresas o por falta de gente con talento en las redacciones?

J.M.R.- Es una faceta marginal del periodismo, sí. Lo hacen unos pocos. Las empresas necesitan invertir mucho para lograr buenas piezas de Periodismo Literario. Igual que Messi no puede jugar futbito, este tipo de escritores no pueden crear piezas de 1.000 palabras sin que se desperdicie su talento. Por tanto, este tipo de periodismo, en un tiempo en que los periódicos diarios limitan su espacio a piezas muy constreñidas, con la costumbre de los lectores de leer poco tiempo cada tema, cada pieza, han ido a parar a publicaciones más marginales como, en España, en el ‘XL Semanal’. Pero hay revistas más marginales como ‘Orsay’, ‘Panenka’, ‘Números Rojos’, o, en Perú, ‘Cometa’, ‘Etiqueta Negra’, ‘El Malpensante’, o ‘Gatopardo’, que sí apuestan por este modo de ejercer la profesión periodística.

S.L.- Muchos pensamos que la pirámide invertida es la cruz y la estaca del periodista literario y, sin embargo, en este libro usted dice que no; que el quid de la cuestión es saber cuándo utilizarla…

J.M.R.- Sí, eso lo escribo yo pero hay que entenderlo bien; yo soy periodista y he trabajado en el fragor de las redacciones de periódico y compañeros míos entonces han sido periodistas literarios, por ejemplo en el diario ‘El Comercio’, de Perú. Yo he escuchado decir tanto a profesionales que se dedican a ello como a académicos que la pirámide invertida mata al periodismo; yo creo que no, ha de haber periodismo convencional, porque, de lo contrario, el lector no podría leer todos los días. Twitter, y su éxito, es la manifestación de la necesidad existente de que se cuenten noticias en 140 caracteres. El periodismo es síntesis, es brevedad. No creo que una cosa mate a la otra, han de convivir y cada una tener su espacio.

S.L.- E incluso quizá la clave esté en la hibridación…

J.M.R.- La convivencia entre el relato de calidad y el periodístico convencional, de forma breve, puede dar un buen resultado. También es cierto que el periodismo de calidad, con las consecuencias de Internet: la reducción de plantilla en las redacciones; errores ortográficos, gramaticales o de contraste de datos, periodistas cada vez menos entrenados y más jóvenes… Ahí se ve que hay una falta de apuesta, en general, por este tipo de periodismo. El Internet podría suponer que se apostara por ello, por un periodismo narrativo de extensión breve o media, que se adecuara también a sus restricciones, si pusiéramos cartas en el asunto.

S.L.- Y en la formación de los periodistas…

J.M.R.- Sí, claro, es muy urgente su formación en temas de escritura. Este es un tema que pasa también por la formación en las universidades. Yo, como profesor de Redacción Periodística, puedo decirte que si le preguntas a un editor de periódicos te dirá que volver a la escritura es un tema que se impone; un periodista es esencialmente un escritor. El periodismo es una carrera a favor de la cultura.

S.L.- A los alumnos que quieran adquirir bagaje en el periodismo narrativo, ¿qué les aconsejas, en qué se tienen que poner las pilas?

J.M.R.- Esta es una verdad de Perogrullo, y en este sentido lo que yo diga no es ningún misterio, pero cuatro años no son suficientes para todo lo que hay que aprender leyendo. Leer periódicos es lo mínimo que puede hacer un alumno de esta rama profesional. Pero ha de leer muchísimo. Yo le aconsejaría empezar por los clásicos, de Grecia y de Roma, y a partir de ahí todo lo demás. La lista sería interminable. Un periodista tiene que ser un humanista. También recomendaría a los jóvenes utilizar bien Twitter, y especialmente hacer el siguiente ejercicio: ¿a quién sigue un escritor de referencia? Copiar la lista de ‘siguiendo’ de ese escritor, y luego hacerse su propia lista con ánimo de especialización, porque así te nutres de muchos contenidos.

S.L.- ¿Qué puede permitirle al emprendedor el periodismo literario?

J.M.R.- En sí mismo, el periodismo narrativo no es un área de trabajo comercial o al uso. Es una herramienta narrativa, una modalidad, que te permitirá desarrollar labores profesionales de forma autónoma. El periodista es un contador de historias, y mientras mejor contador de historias sea más posibilidades tiene de encontrar un trabajo y formar parte de un ámbito de comunicación multimedia. Lo que hayas absorbido de tus lecturas lo podrás aplicar a Internet, a televisión, a radio o al medio o forma de comunicación que sea; la imagen o el sonido, antes de serlo, es palabra escrita o pensada. Si tú dominas la palabra, lo dominas todo.

Universidad San Jorge