Con solo 26 años, el exalumno del Grado de Comunicación Audiovisual de la Universidad San Jorge Guillermo Maisterra se ha hecho un lugar como reportero en el programa deportivo «Jugones», de La Sexta, y en «Champions Total», del grupo Atresmedia. Desde que era un niño, supo que quería dedicarse a sus dos grandes pasiones: el fútbol y el periodismo. A día de hoy trabaja en lo que siempre soñó de joven.
Por Rebeca Oliva
¿Cómo logró hacerce un hueco en el La Sexta?
Ha sido todo muy rápido. Cuando terminé la carrera, no encontraba nada de trabajo en Zaragoza. Entonces me fui a Madrid, a probar suerte. Allí hice un curso de tres meses de periodismo deportivo, y contacté a un profesor de La Sexta que impartía docencia en la especialidad. Entré como becario y, tras nueve meses, como estaban muy contentos conmigo (y coincidía que buscaban a gente en deportes), me contrataron. Soy el más crío, la mayoría tiene unos 35 años.
¿No le impone ser uno de los más jóvenes de la redacción?
Al principio sí. Me imponía bastante respeto puesto que mi única experiencia, hasta entonces, había sido en Aragón TV, la cual es una gran televisión, pero comparado con La Sexta es más pequeña. A ello se sumaba que Madrid es una ciudad enorme y todavía no me había acostumbrado. Pero, entre la ayuda de la gente y realizar bien mi trabajo, me fui haciendo con la televisión poco a poco. A día de hoy me siento genial, el ambiente es muy familiar, cosa que agradezco muchísimo.
¿Cómo de clave es el ambiente en el trabajo?
Es fundamental. Cuando era becario la gente se volcó mucho en mí, en explicarme las cosas, en que aprendiera cómo se hacía todo. Y, gracias a ello, he llegado a lo que soy hoy en día.
¿Siempre quiso dedicarse a lo que hace ahora?
Sí, lo mío fue vocacional. Desde pequeñito me gustaba mucho el fútbol y los programas deportivos de la televisión. Cuando veía las noticias de Deportes siempre me recorría el gusanillo de querer trabajar en ello. Además, algún familiar trabajaba en la televisión. Así que me lancé a la aventura de cumplir mi sueño: trabajar en la tele y narrar los partidos de fútbol. Puedo decir orgulloso que he cumplido mi sueño.
«En la redacción soy el más crío, la mayoría tiene en torno a unos 35 años».
¿Estudió el doble grado de Periodismo y Comunicación Audiovisual?
No, solo hice Comunicación Audiovisual. Cuando empecé en la Universidad San Jorge el doble grado no existía aún. Probablemente, me hubiera animado si lo hubiesen ofertado puesto que, cuando terminé bachiller, tenía la duda de qué hacer, si Periodismo o Comunicación Audiovisual.
¿Por qué escogió Comunicación Audiovisual?
Mis familiares que habían estudiado la carrera me dijeron que, si quería hacer periodismo deportivo de televisión, me vendría mejor ese grado, porque me formarían en cosas muy técnicas de la tele. En ese sentido, creo que acerté porque en la carrera aprendí cosas que me vinieron muy bien de cara a las prácticas y el trabajo.
¿No le ha influido el hecho que no haya estudiado Periodismo?
No he notado nunca la carencia de no haber estudiado Periodismo. Creo que es porque la televisión deportiva de hoy en día es muy dinámica, a veces muy alejada de lo que es la televisión tradicional en cuanto a redactar textos, locución, etc. Todos esos aspectos más técnicos los supe aprender rápidamente en el mundo laboral. En Aragón TV me di cuenta de que no tiene nada que ver hacer un informativo de sociedad o de política que realizar informativos sobre deporte. El periodismo deportivo en televisión es cada vez más un formato destinado al entretenimiento. No hay nada de malo en ello, pero quizás si me hubiera puesto a trabajar en un periódico deportivo sí que hubiera notado la falta de estudios en Periodismo, porque a la hora de redactar los textos sí que se tiene que cumplir una serie de cánones de redacción más estrictos.
¿Cómo recuerda su época de estudiante en la USJ?
Con mucho cariño. Cuando empecé en la USJ tuve una sensación parecida a cuando llegué a La Sexta por primera vez. Comenzaba con algo nuevo y lo veía como algo muy grande, pero enseguida hice amigos, con los que todavía tengo contacto. De aquella época guardo con especial recuerdo las prácticas que hacíamos con Bruno Aceña, cuando teníamos que salir delante de toda la clase a hablar y nos moríamos de vergüenza. También las clases con Héctor Oliva, porque me encantaba la edición, algo , por cierto, fundamental: utilizo la edición día a día en mi trabajo.
«Mi padre es quien me hizo amar el fútbol y el Zaragoza».
¿Qué consejo le daría a un estudiante que quiere dedicarse a lo mismo que hace usted?
Ya sea periodismo deportivo o general, el tema de las prácticas lo veo fundamental. Ahí aprendes cosas muy importantes. Y no solo las curriculares. Es necesario buscar por tu cuenta. No hay que quedarse en casa, tienes que salir tú mismo a buscar trabajo, este no te va a llegar a la puerta de casa. Además, estar en contacto con el sector, te hace encontrar nuevas oportunidades. Al fin y al cabo, cuando a mí me contrataron en La Sexta fue porque en ese momento necesitaban a alguien y yo, que estaba de prácticas, daba el perfil.
¿Echa de menos Zaragoza?
Mucho, aunque voy cada poco. Madrid es una ciudad que acoge muy bien a la gente, pero Zaragoza es una ciudad muy cómoda, tiene todo lo bueno de una ciudad grande, pero sin sus inconvenientes.
¿Qué papel juega el Real Zaragoza en su vida?
Yo soy muy zaragocista desde pequeñito. Cuando todavía era un niño iba a La Romareda con mi padre. Es él quien me hizo amar el fútbol y el Zaragoza. Me creó una pasión brutal. Esa pasión me llevo a otra: los medios de comunicación.
¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
Es un poco masoquista, pero me gusta el estrés de cada día de la televisión. Cuando salgo de casa, no sé qué me va a deparar el trabajo. Es una labor poco rutinaria: llega una noticia imprevista y tiene que estar preparada en una hora, dado que, en ese período, empieza la emisión. No puedes aplazarlo para después, tienes que proceder inmediatamente, la pieza saldrá en emisión tal y como esté, completa o no. Es una adrenalina que mola bastante. En la televisión no puedes estar relajado, tienes que estar preparado para lo que venga. También me encanta la oportunidad que me da mi trabajo, ir a cubrir un partido al Calderón o al Bernabeu, a tres metros de mis ídolos me hace sentir muy afortunado.
«Ir a cubrir un partido al Calderón o al Bernabeu a tres metros de mis ídolos me hace sentir muy afortunado».
¿Y lo que menos?
Se contradice con lo anterior, pero hay días que un poquito menos de tensión me hubiera gustado. A veces, me gustaría dejar los problemas del trabajo en el trabajo, porque me los traigo a casa en la cabeza. Es decir, me gustaría desconectar un poco más, pero creo que eso nos pasa a todos los periodistas y comunicadores. Como vivimos mucho nuestro trabajo somos periodistas y comunicadores las 24 horas.
¿Qué planes tiene para el futuro?
Nunca se sabe. No sabes lo que te puede deparar la vida. Aunque, de momento, estoy contento y orgulloso de mi trabajo, quizá me gustaría ir ascendiendo para hacerme un hueco, pero estoy muy contento y orgulloso en La Sexta.
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