Hace más de 10 años ya desde que se mudó al pueblo con su marido y sus dos hijos. En Hombrados, tuvieran a su primera hija Laura, la tercera de los hermanos. Le costó acostumbrarse hasta que encontré trabajo, pero a día de hoy lo tiene muy claro: “no me volvería a Zaragoza».
¿Qué le lleva a María José Chueca, asentada en Zaragoza, a ser la primera familia al completo contando sus hijos que vive en este pequeñito pueblo de Hombrados?
Me llevó la decisión de irme a Hombrados el poder reagruparnos la familia completa, ya que mi marido se había marchado tres años antes. Así que nos fuimos al pueblo y empezamos una nueva vida en el entorno rural.
Cuando llega a Hombrados, ¿Sabe a qué se va a dedicar o se marcha a la aventura?
Al principio fue complicado el cambio de una ciudad a un pueblo tan pequeño y tengo que confesar que lo pasé bastante mal. Sin embargo, la calidad de vida, el entorno, sus campos con el cielo tan azul de día y las noches tan iluminadas por las estrellas en la noche, me cautivaron junto a la buena gente que me encontré en el camino. Por todo ello merecía la pena intentarlo y ahora, echando la vista atrás y tras 13 años, creo que tomé una buena decisión que además ha permitido a mis tres hijos crecer en un entorno privilegiado.
Conocida un poquito su historia, vamos a hablar de la despoblación que sufre la zona conocida como la Laponia del Sur, ¿Cree que el mote es acorde a la zona?
Sí, la densidad de población por kilómetro cuadrado es muy pequeña, invito a todo el mundo a leer «Los últimos» de Paco Cerdá sobre la conocida como Laponia española.
¿Cuál cree que es el principal problema? ¿Apoyo de las instituciones, falta de interés de la gente o cual exactamente?
Bajo mi punto de vista, uno de los principales problemas de la despoblación es la poca inversión en los pueblos buscando crear puestos de trabajo para la gente más joven. Además, las instituciones están ayudando cada vez más, pero seguimos necesitando de ellas para que creen servicios y la gente no se tenga que marchar a buscarlos a otros lugares más grandes.
Esto es cierto, pero sabemos que en Agosto, la mayoría de los pueblos de la zona, toman un cariz muy diferente, ¿Qué se necesita para que esto suceda más allá de verano y Semana Santa?
En fechas muy señaladas, se multiplica la población ya que viene mucha gente arraigada al pueblo por sus raíces y familia.
En nuestro caso particular del pueblo, es difícil proponer algo para que vengan más a menudo, porque en su día sus antepasados o ellos mismos emigraron a las grandes ciudades, pero eso sí, creo que no hay nada lejos si uno quiere. Si se presentarán proyectos, creo que serían aceptados por todos y lograríamos subir el nivel de la población.
Sabemos el problema de que es privado y no se puede visitar, pero el marco que ofrece el Castillo de Zafra (Torre de la Alegría en Juego de Tronos), es idóneo. ¿Cree que se ha explotado lo suficiente a nivel de marketing la aparición en Juego de Tronos para dar a conocer la zona y el resto de atracciones turísticas que tiene?
Creo que no se ha explotado lo suficiente a nivel de marketing porque tendríamos más turismo que no fuera pasajero, se conocería más la zona, el pueblo y los rincones maravillosos que tenemos.
Por último, ¿Qué haría para convencer a un inversor foráneo?
Primero, le invitaría a comer un buen chuletón (risas). Después le enseñaría todo el término y nuestra situación geográfica que no es nada mala entre Zaragoza, Madrid y Valencia e incluso le regalaría un terreno si realmente va a invertir en industria y crear puestos de trabajo, aunque para ello tendría que estar al frente del ayuntamiento obviamente.
Antes de marcharse, una tostada con miel de la producida por nuestras abejas para que se vaya del todo con buen sabor de boca y hable de Hombrados como se merece.