La Universidad San Jorge celebró la semana pasada el III Seminario de Normas y Usos del Español en la Facultad de Comunicación. Esta actividad, bajo el título de «El español de los medios, el español en los medios», recibió por primera vez a varios miembros de la fundación FUNDEU. Javier Lascurain, el subdirector de la misma, fue uno de ellos. Además de su trabajo en esta institución, es conocido por su trabajo como periodista, director de Coordinación de la Agencia EFE, subdirector de Nacional y Jefe del Área de Autonomías de esa misma agencia.
Está claro que los medios son, en gran medida, responsables del uso que los hablantes hacen del idioma. ¿Cuáles son los nuevos retos a los que se enfrentan los periodistas a la hora de escribir?
Javier Lascurain: El nuevo entorno digital es uno de esos retos, hace que nuestras prisas a la hora de escribir se multipliquen y con ello las posibilidades de cometer errores. Hay muchos otros factores como la presencia de los buscadores en Internet. Los periodistas escribimos para los lectores, pero de algún modo y cada vez más lo hacemos para los buscadores. Si Google no te encuentra, un periodista digital está perdido. Esto debemos saberlo los periodistas, tenemos que adaptarnos a las nuevas formas de comunicar y a los nuevos condicionantes de nuestra tarea.
Internet está ejerciendo una influencia en la evolución de las lenguas, pero ¿usted la calificaría de positiva o negativa?
J.L: No soy de esos que dicen que cada vez se escribe peor. Esa es una afirmación que me incomoda bastante. Hay temas como el uso de las redes sociales, muchas veces se les señala como una de las causas de corrupción del idioma. A mi me parece que es justo lo contrario, las redes sociales son una de las razones por las que cada vez hay más gente que se interesa en la corrección del idioma. Nunca ha habido tanta gente en la historia de la humanidad escribiendo y haciéndolo de forma pública. Cada vez hay más gente que es consciente de que esta publicación de forma pública debe ser correcta, también desde el punto de vista lingüístico. Esto lleva a que cada vez haya más gente que pregunta, que se interesa y quiere saber cómo hacerlo bien. No creo que este entorno digital ni las redes sociales sean una amenaza, yo creo que son más bien una oportunidad.
En 2010 la RAE introdujo “la nueva ortografía de la lengua española”, con cambios en acentuación, prefijos, mayúsculas, minúsculas,…¿Cómo valora estos cambios? ¿Eran necesarios? ¿ Han sido beneficiosos para el lenguaje?
J.L: No sé decir si han sido beneficiosos, no soy lingüista, soy solo un periodista. Tiendo a pensar que sí lo han sido. Entiendo que cuando se dio ese paso, las 22 Academias dieron ese paso lo hicieron de una forma muy pensada. Creo que es una labor magnífica la nueva Ortografía. Lo que sucede es que el idioma es algo que llevamos en las venas, lo hemos aprendido desde pequeños. Cualquier cambio nos sorprende y puede producirnos cierto rechazo. Algunos de estos cambios lleva también a hacer debate entre los propios lingüistas.
Siempre se dice que cualquier español lleva dentro un seleccionador frustrado de fútbol, todos sabemos de fútbol y seríamos un buen seleccionador. Todos llevamos dentro también un académico de la lengua, todos creemos que sabemos muy bien cómo hay que hablar, creemos que la forma de hablar a nuestro alrededor es la correcta y el resto no. Esto no es así, la nueva Ortografía abre un poco los ojos y enseña otras realidades, aunque algunos cambios están costando. Incluso hay académicos que no quieren realizar estos cambios.
¿Cómo surge la idea de crear Fundéu?
J.L: La idea de la fundación es de hace unos ocho años. La idea del Español Urgente es mucho más antigua, cuando la agencia EFE en los años 70 estaba en plena expansión internacional y comprendió que debería tener un libro de estilo que fuera más allá. Un libro de estilo que incluyera también normas ortográficas, normas gramaticales que sirvieran de ayuda a sus periodistas en todo el mundo. Se decide crear el Manual del Español Urgente, que se ha reeditado decenas de veces y ha sido una referencia para periodistas españoles y de todo el mundo hispano. A partir de ahí surgió un departamento de Español Urgente que atendía las dudas de los periodistas de EFE y les aconsejaba sobre las dudas lingüísticas. Este proceso duró más de 20 años hasta que en 2005 surgió la idea de crear una fundación con el apoyo del BBVA y la Real Academia, una fundación que tiene como objetivo ayudar a los periodistas en las dudas que puedan tener sobre el uso del español en su trabajo diario, contando con un mayor radio de acción que el departamento de Español Urgente anteriormente creado.
¿Por qué resulta tan importante en buen uso del español en los medios?
J.L: Es clave. Un periodista que no sepa utilizar bien el idioma es inconcebible, como un cirujano que no sepa usar un bisturí. Los periodistas no tienen que ser prosistas de alto nivel, pero sí tienen que tener una formación buena en ese sentido.
Actualmente, ¿se fomenta este buen uso en los periodistas ya desde su etapa de estudiantes?
J.L: Me gusta pensar que sí, pero en todo caso creo que este es un problema cuya solución viene incluso de mucho antes. Se debe impulsar el buen uso del idioma antes de la Universidad, por supuesto a los periodistas. Debería hacerse antes de la Universidad para que todos, no sólo los profesionales, tuvieran suficientes conocimientos del idioma para hacerse entender bien.
Beatriz A. Vinacua
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