Aragón es en una buena zona para la micología. La temporada de setas atrae cada otoño a fotógrafos, a recolectores para su consumo propio y a los comerciantes. Sin embargo, muchos desconocen el riesgo que conlleva realizar esta actividad: daño al medio ambiente e intoxicaciones, que pueden llevar a la muerte. Comenzar a realizar esta actividad requiere de unos conocimientos previos.
Las setas son unos hongos que crecen en plena naturaleza, a la sombra de los árboles y en un ambiente húmedo. En Aragón, los lugares más comunes para la recogida de setas son los Pirineos y El Moncayo, según Francisco Javier Cortés, coordinador de la Asociación y Centro de Micología de San Martín de la Virgen de Moncayo-Zaragoza, también afirma que: “La temporada da comienzo a primeros de septiembre y se da por finalizada en cuanto aparecen las primeras heladas y nieves”.
La actividad de la micología no puede realizarse sin tener unos conocimientos previos. Se corre el riesgo de dañar el hábitat donde crecen, de sufrir intoxicaciones e incluso de si se coge una indebida, sufrir la muerte. Su recogida es legal y no está penada, pero es recomendable acudir a sitios aptos para ello, como los Cotos de Setas y zonas de cultivo especiales, lo que evita el deterioro de la naturaleza y las intoxicaciones.
Las más recomendables para el consumo son las setas cultivadas, porque todas son comestibles y no tienen suciedad ni gusanos, y están controladas sanitaria y fiscalmente. Lola Laín, propietaria del puesto Nº1 en el Mercado Central de Zaragoza cuenta que: “Todos los productos tienen que pasar por Mercazaragoza y pasar los debidos controles de sanidad”. Ya compradas, el siguiente paso es una buena limpieza, eliminando los restos de tierra y los insectos que se puedan encontrar. Cortés siempre cita el mismo proverbio famoso entre los micólogos: “Todas las setas se pueden comer, pero algunas una sola vez…”.
En cuanto a setas silvestres, hay algunas mortales y que son difíciles de identificar. Según Paco Serrano, asesor micológico del programa «Cazadores de setas» de Aragón TV, y fundador y presidente del Grupo Micológico Caesaraugusta desde 1990: “No hay estudios de micología y técnicos preparados para su inspección, estamos jugando a la ruleta rusa”. En cualquier caso, las más seguras son las Cantarelaceas que no tienen confusión, son fáciles de identificar, todas son comestibles y no se agusanan.
El micólogo Serrano afirma sobre los hongos que: “Son los barrenderos del bosque, imprescindibles para eliminar las hojas caídas que asfixiarían el bosque y además, son creadores de suelo, viven generalmente en simbiosis con árboles y plantas, intercambiándose alimentos, por lo que también son imprescindibles en el hábitat”. Las setas que son parásitas son necesarias porque sanean el bosque atacando a los árboles enfermos, que al morir dejan espacio a otros jóvenes. Así sirven de alimento a otros seres que viven en la naturaleza. Según Serrano: “El hombre parece estúpido al pensar que solo él tiene derecho a apoderarse de todo lo que hay en la naturaleza”.
El primer paso para disfrutar de las setas es saber como recolectarlas sin dañar al medio ambiente. Cortés asegura que: “La gran mayoría de personas no saben recolectar setas, tirándose literalmente al monte sin prácticamente conocimientos, ocasionando daños medioambientales más o menos considerables e importantes consecuencias, aparte del alto riesgo que corren de terminar intoxicados”. Posteriormente llega el momento de su preparación para el consumo.
Informan: Laura Díaz, Rocío Huerta, Alejandro Lechón y Ester Sancho
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