Entrevistas

Cine joven con acento aragonés: así late el Festival Eszena

En un momento especialmente delicado para la vida cultural de Zaragoza, el joven Fernando Gómez se propone mantener viva la llama del arte local a través del Festival Eszena. En una ciudad donde cada vez se cierran más espacios dedicados a la creación y la participación juvenil, su iniciativa surge como una respuesta colectiva para reivindicar la importancia de la cultura independiente y el talento emergente.

“Zaragoza está atravesando una época difícil culturalmente. En los últimos años se han cerrado varios centros culturales, como Las Armas o el Luis Buñuel, y ahora están acabando con las zonas jóvenes. Es triste”, comenta Fernando Gómez, copresidente de Colectivo Z y codirector del Festival Eszena. “Muchos sentimos que se está poniendo el foco en el ocio de masas y dejando de lado la cultura y el talento local. Pero, sinceramente, creemos que hay mucho potencial y muchos jóvenes artistas con ganas de crear. Bueno, más que creerlo, es que los hay”, añade.

Hablamos con Fernando como joven ilusionado e impulsor del Festival Eszena para conocer las claves del proyecto tanto de ediciones pasadas como de lo que está por llegar.

¿Qué es Eszena?

Eszena es un festival nacional de cortometrajes realizados por jóvenes que se desarrolla  en Zaragoza. Llevamos dos ediciones y está confirmada la tercera. Es un espacio para que los jóvenes puedan valorar su trabajo, exponerlo y, además, hablar de todas sus preocupaciones y que sea un espacio de reunión para toda la comunidad audiovisual de Aragón.

¿Cómo fueron las ediciones pasadas?

La edición Eszena 2023 tuvo muy buena acogida, en este caso se desarrolló en una única jornada en la que se proyectaron tres cortometrajes con sus respectivos coloquios y también hubo alguna actuación. Para 2024, pensamos que hacía falta un festival de cortometrajes de jóvenes en Zaragoza con un formato más amplio, porque hay muchos centros que forman a jóvenes en el audiovisual y no tenían un lugar al que acudir para dar un paso más a la realidad. Nosotros nos enfocamos en continuar con la esencia de Eszena, en seguir siendo un espacio para celebrar, con un formato más al uso pero sin el tono tan serio de otros festivales de mayor envergadura. La diferencia de la primera edición a la segunda fue que pasamos de un día de festival a prácticamente un mes de actividades en torno al festival, incluyendo inauguración, charlas en Espacio Joven Ibercaja, proyecciones y gala final. Además de la acogida de los participantes ya que recibimos unos 450 cortos en la convocatoria de esta última edición. 

¿Crees que los jóvenes han podido dar voz a sus preocupaciones a través del festival?

Sí. En primer lugar, creo que el cine es un medio especialmente bueno para plasmar lo que a uno le pasa. Especialmente cuando son las primeras obras, una persona joven no va a hablar de algo que no le importe o no le preocupe. Por eso en la convocatoria no definimos temáticas jóvenes, porque sabíamos que estarían implícitas. Hubo diferentes temas, por ejemplo familiares, LGTB y preocupaciones por la vivienda, entre otros. Por otra parte,  los coloquios sirvieron para expresar lo que nos preocupa a los jóvenes y, no solo eso, también transmitir esa visión a personas de otras edades que asistían a las jornadas.

¿Quiénes forman el equipo Eszena y qué supone para ellos el proyecto?

Todas las personas que forman parte del proyecto están porque quieren, porque confían en el proyecto y quieren que salga adelante. Por eso mismo, al ser personas de entre 18 y 30 años y tener esas ganas de crear y participar, las personas que trabajan en él disfrutan, sienten el proyecto muy suyo y los resultados son muy satisfactorios.

¿Cuáles son las previsiones de Eszena 2026? ¿Qué podemos esperar?

De momento estamos en la fase de preproducción decidiendo el planteamiento, qué mantener y qué cambios añadir; las fechas sí están fijadas, será del 18-25 de abril. Nuestra intención es ponernos más en el foco, ampliar el festival y su alcance. Para ello, queremos plantear la misma estructura de festival y profesionalizarnos, valorar tanto el trabajo de los que se presentan como el de todos los que estamos dentro.  De lo que estamos seguros es de que esto merece la pena y esa ilusión no nos la va a quitar nadie.

Mientras Zaragoza busca reencontrarse con su cultura, proyectos como Eszena recuerdan que el arte joven sigue latiendo.

Acerca del autor

Carla Martín

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