Entrevistas Especiales

Juan Corellano: «La FIFA cometió un error histórico con los mundiales»

Juan Corellano sujetando una claqueta en la dirección de su documental
Corellano en pleno rodaje de 'Qatar: El Mundial a sus pies'. Foto: El Diario de Teruel

El organismo quedó retratado y marcado de por vida, todo por la codicia y las ansias de poder

Entrevista realizada por: Alejandro Martínez Cajo / Editada por: Martín Vital Navarro

Juan Corellano, periodista deportivo director del programa ‘A Bote Pronto‘ y colaborador en ‘La Media Inglesa‘, dirigió uno de los proyectos más importantes de su vida, el cual salió a la luz en 2022. Es ni más ni menos que el documental «Qatar: El Mundial a sus pies». Se trata de un rodaje explícitamente dedicado y dirigido hacia el escándalo mundial en el que se envolvió la FIFA, mayor organismo del mundo del fútbol, hace ya una década: el FIFAgate.

Es un proyecto de investigación que inició el propio Corellano para plasmar en pantalla todo lo que fue este caso. Tres capítulos de media hora cada uno en los que se explica al dedillo los protagonistas, antecedentes, el destape… Toda la información que se requiere saber, publicada en YouTube en el canal de La Media Inglesa.

En esta entrevista, el joven periodista explica pautas e incógnitas que nos puede dejar en caso. A la vez, que se abre y explica sus inquietudes sobre el futuro en el mundo del fútbol, aún bajo órdenes de la FIFA.

Primeros pasos e indicios

Pregunta: ¿Cuáles crees que fueron los tres momentos clave que impulsaron el desarrollo del caso «FIFA Gate»? (Por ejemplo, una conversación reveladora, un informe clave, o la conexión de hechos importantes).

Respuesta: Yo creo que en primer lugar las investigaciones de Andrew Jennings, periodista británico, que verdaderamente fue el primero que empezó a mirar en la basura de FIFA para ver que había y destapó muchos casos de corrupción. Y durante mucho tiempo investigó, estando solo, siendo el único que cuestionaba las cosas que se hacían en FIFA. El segundo momento clave fue la elección doble de los Mundiales de Rusia y Qatar, yo creo que ahí FIFA cometió un error histórico, que luego acabaría pagando, porque muy probablemente por esa doble elección se produce el tercer hecho clave, que es que entró el FBI a investigar a FIFA, y a partir de ahí todo empezó a venirse abajo.

P: ¿Cómo describirías el ambiente dentro de la FIFA antes de que estallara el escándalo? ¿Había señales evidentes de corrupción que se pasaban por alto?

R: Bueno, era un ambiente de un deporte que se había desarrollado muy rápidamente, en lo económico, desde los años 80/90. FIFA antes de eso, presidida por el brasileño João Havelange, era una organización que movía muy poco dinero, pequeña. Pero de repente, a partir de los años 80/90, empezó a firmar grandes contratos con empresas como Coca-Cola, a generar muchísimo dinero por los derechos de televisión, y a partir de entonces, cuando entró el dinero paso de ser una asociación que es su organización era completamente amateur , integrada por personas que tenían poco renombre o que tampoco eran de una altura profesional muy grande, se vieron con un montón de dinero entre manos. Y precisamente como decía antes, Andrew Jennings ya desde principios de los 2000 empezó a destapar un montón de prácticas de opulencia, opacidad grandísima, que las decisiones de tomaban a puerta cerrada, y en definitiva, también muchos indicios ya de corrupción antes del escándalo (FIFAgate).

P: ¿Cuál fue el papel de los medios de comunicación en la investigación del «FIFA Gate»? ¿Consideras que la cobertura mediática fue imparcial o se vio limitada al enfrentar a una entidad tan poderosa como la FIFA?

R: Yo creo que la cobertura fue muy escasa. Previa al FIFAgate, y durante el FIFAgate ya se despertó un poco más. Yo creo que sobre todo, hubo un antes y un después en los medios de comunicación con el caso, en el sentido de que, antes en el futbol, pocos periodistas, contados casos como el de Andrew Jennings, realmente se ocupaban de las cuestiones que tenían que ver con la política del deporte, con la economía del deporte, con la corrupción en el deporte… Había muy pocos periodistas enfocados en eso, casi todos los periodistas estaban enfocados en analizar el propio deporte y comentar lo que tiene que ver solo estrictamente con los deportivo. Eso provocó que durante muchos años se hiciese la vista gorda con FIFA, pero no por una cuestión de que es una organización poderosa que estuviese comprando a los medios de comunicación, sino que, yo creo que a los medios de comunicación no les interesaba el tema de la política de deporte y simplemente no estaban mirando donde había que mirar. Y yo creo, que a partir del FIFAgate, hubo una cobertura muy grande, la cobertura del FIFAgate fue todo lo correcta y grande que se puede pensar, entraron todos los grandes medios de comunicación del mundo, la exclusiva la dio el The New York Times… yo creo que fue una cobertura muy buena.

La cima del fútbol es inalcanzable

P: Como periodista, ¿cuáles fueron los principales desafíos que enfrentaste al investigar y reportar sobre la corrupción en una organización tan influyente como la FIFA?

R: Yo creo que, más que presiones o censura, que con FIFA no es el caso, sobre todo es una cuestión de opacidad. Es muy difícil hablar con gente de FIFA, intentan mantener a todo el mundo contentos para que no hablen mal de ellos, son una organización que nunca concede entrevistas, en las ruedas de prensa, normalmente, no permite preguntas, que en sus comunicados se cuentan con cuentagotas… Entonces es un poco eso, el tema de que es una organización verdaderamente opaca, que está en Suiza, que es un país con unas normas en según qué ámbitos muy restrictivas, y, por lo tanto, es difícil obtener información, en definitiva.

Andrew Jennings, contigo empezó todo. Foto: La Nación

P: ¿Qué desafíos enfrentaste durante la investigación periodística del FIFAgate? ¿Hubo presiones o amenazas por parte de las personas implicadas?

R: Sobre presiones y amenazas la verdad es que no, ósea ya os digo que no es el caso, por lo menos en el mío. Es una cuestión de que la gente no quiere hablar. No es tanto que amenacen al periodista, sino que muchas veces las personas con las que quieres hablar tienen miedo a hacerlo por posibles represalias, ya sean profesionales, porque siguen formando parte de FIFA, o ya sea personales, porque… pues le hacen una llamada para decirle algo… En fin, pero amenazas directamente al periodista no, no creo que sea el tipo de organización que hace eso.

P: ¿Cómo lograste acceder a fuentes confiables dentro de una organización tan cerrada como la FIFA?

R: Tú tienes que buscar gente que tenga un interés en hablar o en contar, ya sea porque tiene esa necesidad de denunciar la situación. Al final, siempre se dice esta historia de que: “una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil”, pues precisamente en este tipo de organizaciones, como FIFA, que son muy opacas, que al final es muy difícil acceder a gente que quiere hablar, yo creo que sobre todo tienes que hacer eso, ponerte a rebuscar entre toda la gente, porque es una organización en la que trabaja mucha gente y quizás la persona más inesperada: un secretario o una persona que a priori parezca intrascendente, quizás tiene acceso a información interesante. Yo creo que hay que buscar eso. No es la labor más débil encontrar a alguien con el que puedas hablar y sobre todo tratar de proteger la integridad de esa persona.

Cuestión de política

P: ¿Cómo influyó el entorno político internacional en el desarrollo del caso «FIFA Gate» y en la forma en que la FIFA manejó su respuesta?

R: Bueno, yo creo que de muchas maneras y muy complejas, sobre todo, yo creo que lo mencionaré luego, pero la intervención de Estados Unidos y del FBI. Es difícil, nunca ha habido pruebas definitivas de que se pusiese a investigar el FBI porque Estados Unidos había perdido un mundial, pero todo te hace pensar que algo así sucedió y por eso digo que la intervención política, y sobre todo policial, de Estados Unidos fue clave. Luego la geopolítica en FIFA fue y forma una parte importantísima. Se le conceden los Mundiales de Rusia y Qatar, esos dos países por una labor geopolítica de los dos muy importante, y hoy en día seguimos viendo como el presidente Infantino sé sigue relacionando con todo tipo de políticos de alrededor del mundo, ya da igual si sean políticos elegidos democráticamente, directamente dictadores… ósea que la geopolítica sigue estando y fue súper influyente tanto en el FIFAgate, como en las horas y en los meses posteriores.

P: ¿De qué manera afectó el «FIFA Gate» a la economía del fútbol a nivel global?

R: En cuanto a la economía del fútbol global, realmente de ninguna manera, porque al final el fútbol es más grande que la vida casi y el fútbol siguió su orden normal de las cosas. Le importó más bien poco el FIFAgate, me refiero, yo sí que esperaba que después del FIFAgate, por ejemplo, FIFA o UEFA se decantasen por elegir sedes para mundiales un poco más centradas en lo deportivo y no tanto en ganar dinero, pero ya hemos visto como por ejemplo las últimas elecciones de la FIFA ha sido Estados Unidos o Arabia Saudí, junto también a España con Marruecos y Portugal. Ósea que no ha cambiado mucho, y al final, sobre todo para FIFA, yo creo que había un riesgo importante de que FIFA como organización quedas en entredicho, y la verdad que afectó bien poco.

El poder siempre cae en las peores manos. Foto: Getty Images

P: ¿Consideras que los cambios implementados en la FIFA, tanto a nivel de personal como en términos de reputación, han sido suficientes para transformar la forma en que la organización opera?

R: No, en absoluto, de hecho, creo que los cambios han sido puramente estéticos. Infantino se hizo con la presidencia de FIFA gracias a que desaparecieron del mapa tanto Blatter como Platini. Parecía que Platini era el sucesor elegido por Blatter para ser el presidente de la FIFA, y apareció Infantino, que por entonces era relativamente desconocido, aunque ya tenía un puesto de importancia en UEFA, y yo creo que él llegó como un abanderado de las reformas. Precisamente, se le elige presidente porque llega un poco con la promesa de reforma la FIFA de arriba abajo. Toma un montón de medidas, que luego si hablas con gente como Miguel Maduro, que es una de las personas que él contrató para llevar acabo un apartado de supervisión de la organización, ellos mismos te cuentan, cuando nosotros hemos hablado con ellos, pues que al final no había ningún interés en que en que se gestionase mejor las cosas. Todo han sido reformas puramente estéticas, y hoy en día la organización sigue operando de una manera muy similar a cómo operaba antes del FIFAgate.

Estados Unidos cortando por lo sano

P: Dado que las acusaciones contra los implicados datan de los años 90, ¿crees que la no selección de EE.UU. como sede del Mundial 2022 fue el motivo que impulsó la investigación del «FIFA Gate»? ¿Habría reaccionado el FBI de la misma manera si otro país hubiera sido el afectado?

R: Es lo que decía antes. Yo creo que esto es algo que difícilmente se va a demostrar, pero todo apunta a que esa no elección de Estados Unidos en El Mundial, y que al final fue a Qatar, fue el principio del fin para FIFA y el principio del FIFAgate, porque justo después empieza a entrar el FBI. Precisamente, hay registros de que poco después de aquella noche histórica en la que se elige a Rusia y Qatar, hay unos contactos del FBI con Andrew Jennings, con el periodista que os mencionaba antes, que llevaba años investigando a FIFA y tenía un montón de documentación, que Andrew Jennings comparte con ellos y con otros servicios de inteligencia del mundo. El FBI también se pone a investigar todo eso, porque, al final, hay que tener en cuenta que FIFA estaba cometiendo, o por lo menos integrantes de FIFA, delitos en suelo estadounidense, es decir, estaban haciendo delitos fiscales en suelo estadounidense, y, por lo tanto, el FBI tenía “la obligación” de actuar y estaba dentro de su jurisdicción-. Pero bueno, ya os digo, aunque no se puede demostrar, parece evidente que la no elección de Estados Unidos para ese mundial fue un poco lo que detonó todo, sobre todo, porque hay incluso informaciones que hablan de que Bill Clinton aquella noche, que era uno de los que formaban parte de la comitiva estadounidense, de la sorpresa de no haber sido elegidos, rompió un espejo de un de un golpe del enfado y tal. Ósea que, es evidente que el poder político de Estados Unidos aquella noche se sintió muy agraviado por la elección de FIFA.

P: ¿Por qué crees que solo el FBI y la justicia suiza llevaron a cabo una investigación tan global como el «FIFA Gate», sin la participación de organismos judiciales de otros países?

R: Sí, hubo más gente que participó, pero digamos que al final la causa sobre todo judicial se ha llevado en Suiza y en Estados Unidos por una cuestión lógica, porque al final es muy difícil, a nivel de jurisdicción, investigar estos casos, porque son casos internacionales, es decir, estamos hablando de oficiales de FIFA o representantes de FIFA de países, por ejemplo, latinoamericanos. Había algunos de países latinoamericanos, por ejemplo, de Argentina, que pertenecen a una organización en Suiza y que cometen delitos fiscales en Estados Unidos, entonces es muy difícil decidir quién investiga qué, y, por ejemplo, en este caso España, pues no tenía o no tendría jurisprudencia para entrar, es decir, tú por un delito que se ha cometido en un país que no es el tuyo pues no puedes decir nada, en el país, y tampoco lo ha cometido un ciudadano de tu nacionalidad, por lo tanto, por eso entraron finalmente Estados Unidos y Suiza, porque es el lugar donde se encuentra la FIFA como organización, y por lo tanto, lo más lógico es que las autoridades suizas investigan a FIFA. Otra historia, completamente diferente, es por qué las autoridades suizas han hecho tan poco por investigar a FIFA. De hecho, hay historias, como la del fiscal Michael Lauder, y un poco como FIFA ha medrado para tratar de ganarse el favor de los jueces y de las autoridades suizas, pero eso es otra historia. Pero, al final, Suiza tiene que entrar sí o sí, porque FIFA está dentro de su país, y luego Estados Unidos es por lo que os comentaba, que muchos de los delitos fiscales, al final, representantes de FIFA iban allí con sacos de dinero. Y también, Chak Placer, que era uno de los principales promotores de la corrupción en FIFA en aquellos años, era estadounidense. Entonces tenía sentido que fueran las dos principales promotoras, y eso no lo veo como algo malo de eso, sino que al final alguien tenía que hacerse cargo y debía tener jurisprudencia para ello.

Un pacto repleto de corrupción. Foto: EFE, Walter Bieri

P: ¿Por qué figuras clave como Sepp Blatter y Michel Platini evitaron condenas más severas, como la prisión, a pesar de su implicación en el caso «FIFA Gate»?

R: Bueno, realmente, tanto Blatter como Platini estaban rodeados de corrupción. Platini sí tenía algún caso de pagos por bonificaciones y demás, que estaba directamente vinculado a él, es decir, que se había pagado un dinero por el que se sospechó que podía haber algún tipo de corrupción, y por eso se le inhabilita, pero, por ejemplo, en el caso de Blatter hay que recordar que a él, directamente, no se le encuentra ningún tipo de corrupción directa. Es decir, nunca se le ha encontrado un pago a su cuenta, una grabación en la que admita estar sobornando gente. Del ex-presidente de la FIFA siempre se ha dicho que más bien, él tenía la culpa de saber todo lo que estaba pasando y no ponerle un freno y no detener a la gente más corrupta dentro del organismo y de sus actividades, el no haber puesto orden dentro del mismo. Pero, por ejemplo, Blatter se le inhabilita, pero nunca se le llega a acusar directamente de corrupción, ósea, que al final, ellos no han ido a la cárcel porque no hay una investigación contra ellos ni la ha habido, porque no ha habido casos tan directamente relacionados con su persona. Al final, acabaron cayendo por ser presidentes de organizaciones corruptas, pero no por ser corruptos ellos, al menos que se demostrado.

Tropezar dos veces con la misma piedra…

P: ¿Consideras que la candidatura de Arabia Saudí de 2034 para futuros mundiales genera sospechas similares a las que rodearon el caso «FIFA Gate»?

R: Tiene casos similares. Yo no puedo afirmar que se una candidatura corrupta, porque no tengo pruebas en absoluto, pero la forma en la que se ha anunciado/elegido y la forma en la que todos sus contrincantes se han ido cayendo de la competencia y la forma en la que FIFA ha organizado toda esa candidatura, para que prácticamente se quedase directamente para Arabia Saudí. Tiene muchos componentes de los que os mencionaba antes, de esa FIFA que se mueve por la geopolítica, y que al final parece que los Mundiales se deciden en despachos y no en la Asamblea de FIFA, que es donde se deberían votar, y teóricamente se votan, pero parece evidente que cuando los Mundiales llegan a la votación, el pescado está muy vendido y ya está todo decidido. Entonces, con Arabia Saudí, desde luego, yo no puedo afirmar que ha habido una corrupción directa, porque no hay pruebas, pero desde luego, es evidente que ha habido una injerencia política muy importante, que todo estaba decidido antes de elegirse y que las “viejas formas” de operar de FIFA, de manera opaca, en despachos cerrados sin que nadie pueda ver, sin permitir que se hagan preguntas… siguen ahí. Es decir, después de más de 10 años del FIFAgate o 10 años, pues sigue todo igual. La FIFA es la misma organización que era antaño y se ha reformado más bien poco o nada, o no sé si hasta en ciertos puntos está peor de lo que estaba antes.

En un mundo donde todo se basa en el dinero y en política, no te puedes fiar de nadie. Ni siquiera de aquellos que tienen el poder de controlar una de las pasiones que mueve a más gente en todo el mundo. Al fútbol cada vez se le pone más cara de empresa, sino lo es ya. Con respecto a lo que comentaba Corellano, de si la FIFA puede cambiar, nos preguntamos: ¿Los más grandes aprenden de sus mayores errores? Solo el tiempo lo dirá.

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