Es el paso intermedio entre la prensa manual de Gutenberg, presente hasta mitad de siglo XIX, y la rotativa. Consiste en pasar un rodillo que aplasta la hoja contra la platina compuesta en tipografía entintada. La novedad estriba en que permite, mediante un mecanismo de cilindros, que la hoja se imprima por las dos caras.
A pesar de la progresiva incorporación de la rotativa en papel continuo, esta rotoplana siguió funcionando hasta bien entrado el siglo XX. Ejemplares similares tenían El Noticiero o Heraldo, que funcionaron hasta la segunda década del siglo XX.
La máquina de esta colección fue construida en París a mediados del siglo XIX y rescatada de la chatarra, por lo que se desconoce la historia de esta máquina. Es de las pocas que quedan en España.
Para entender mejor su reconstrucción y su funcionamiento podemos ver en vídeo todo el proceso de una de estas máquinas.
[youtube height=»HEIGHT» width=»WIDTH»]https://www.youtube.com/watch?v=rRjoOTFKZDw[/youtube]