Aragón es una de las principales regiones de España frente al cambio climático. Desde el año 2021, el Ejecutivo autonómico organiza la Aragón Climate Week: una semana dedicada a la concienciación y sensibilización de los efectos del cambio climático en la comunidad y las acciones necesarias para promover un cambio poco a poco.
Charlas por las tres provincias aragonesas se pusieron a disposición de la población, aunque la mayoría de ellas concentradas en la capital, Zaragoza. La jornada más intensa de la capital tuvo lugar el 25 de octubre, tan solo un día después del Día Mundial contra el Cambio Climático, en el Acuario de Zaragoza.
Fueron tres ponencias técnicas que abrieron diversas puertas y debates sobre cómo combatir el cambio climático y sus consecuencias. Una de ellas, probablemente la de más preocupación en el entorno de Aragón , pero con más énfasis en el zaragozano: las inundaciones.
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) es el organismo más autorizado para hablar de estas catástrofes naturales en la comunidad y fue también quien dirigió esta ponencia. Con David Gargantilla, técnico de la CHE, a la cabeza, se aclararon varios conceptos y mitos a lo largo de esta sesión. Gargantilla, coordinador del Proyecto Life Ebro Resiliencie P1, aseguró que «va a cambiar el periodo en el que se producen las inundaciones». Y para ello, este proyecto seleccionado en 2020 por la Comisión Europea recalca la importancia de adaptarse a los fenómenos naturales por la seguridad de la ciudadanía y el ecosistema del Ebro.
Lo que dejó Gargantilla en claro es que durante estos últimos años se está registrando la misma cantidad de agua en los ríos, pero con una peculiaridad: «Los periodos de tiempo son más cortos. Por ende, los caudales máximos van a aumentar». Con esto se refiere a que las lluvias torrenciales van a estar más dispersas en todos los meses del año. En otras palabras, los efectos se van a hacer más notorios.
En esta jornada de cierre se recordó la importancia de la adaptación antes mencionada. Uno de los objetivos principales de la CHE y del proyecto LIFE, que se basa en la reconducción de los caudales del río Ebro a sus meandros naturales originales, modificados con el paso del tiempo. Esto reduciría el riesgo de zonas que actualmente están más próximas a la corriente.
¿Una mera cuestión ambiental o una gestión prioritaria?
No tan solo para empresas u organizaciones ambientales este asunto es de gran importancia, sino también para el Gobierno Central (desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico). El Ejecutivo colabora con la CHE desde el inicio, pero quien realmente le otorgó la mayor parte del capital para el LIFE Ebro Resilience fue la Unión Europea. Por lo menos el 55% de los 13.310.350 euros pertenecen a fondos europeos. Con esto, Aragón combate el cambio climático y las inundaciones de sus ríos
En nuestra comunidad «aproximadamente cuatro millones de euros son invertidos en la reposición de infraestructuras de riego, de caminos y de abastecimiento en municipios de la Cuenca del Ebro cada vez que se origina una gran riada», resaltó María Pilar Royo, secretaria general del Instituto Aragonés del Agua (IAA), también partícipe en esta ponencia.
Ya como cierre de esta Aragón Climate Week, se quiso mandar un mensaje clave en este aspecto: sin la colaboración ciudadana nada de esto es posible. De ahí, que cada vez se haga más énfasis en la difusión del riesgo al que se enfrenta la sociedad si se dan estas circunstancias medioambientales.
Comentar