Conmemorando los veinte años de la Universidad San Jorge, desde esta institución se quiere dar tributo al buen periodismo que se hace en España. Fue con la elaboración de una entrevista exclusiva a dos periodistas de élite como bien son Santiago Tejedor y David Jiménez. Esta fue trabajada por alumnos de los grados de Periodismo y Comunicación Audiovisual de la facultad. Dos de ellos, Juan Ruiz y Paula Melús, se sentaron cara a cara con los invitados y entre miradas de admiración y toques de humor dejaron unas reflexiones para el gusto de todos.
Una amistad forjada como reporteros por el mundo
Se hicieron conocidos en Tailandia, Jiménez como corresponsal en el país asiático, caso contrario al de Tejedor, el cual estaba haciendo turismo. A partir de entonces, ambos actúan como socios, dando por descontada la colaboración mutua en proyectos, que según el propio ex-director de El Mundo «le asigna sin consultar y se entera por la prensa antes que por él».
Los dos han aprendido mucho del otro, incluso se han originado oportunidades de trabajos de gran labor periodística. Demasiadas anécdotas compartidas como para condensarlas en una sola entrevista. Incluso aseguraba Tejedor que en ciertas expediciones que hacía por su cuenta, echaba de menos a su «compañero de viajes».
«Un periodista ha de volver a los sitios, a las personas»
La corresponsalía deja huella en todo aquel que la ejerce. Jiménez comenta, que en tantos viajes y travesías, se llevó un aprendizaje muy importante, el cual comparte con su amigo. Es ideal para el periodista cubrir tragedias, sucesos, desastres en un momento puntual… pero volver también forma parte de la profesión.
Visitar países conflictivos puede dar lugar a innumerables anécdotas. Una en concreto que nuestros entrevistados vivieron en Tijuana, México. Donde el conductor que les iba a transportar a su destino tuvo un ligero retraso por un tiroteo que hubo a las puertas del aeropuerto. La anécdota siempre es recordada más tranquilamente, incluso entre risas. Pero el impacto y el mal sabor de boca del momento no te lo quita nadie, algo en lo que nuestros invitados coinciden, poniéndose en el lado más humano.

En definitiva, estas aventuras han forjado una «relación de amor» entre ambos periodistas, y la que de momento no parece tener fin. De hecho, Tejedor señala que su próxima labor se halla en Kirguistán, donde tratarán de plasmar o vivir la rutina de las últimas tribus nómadas o semi-nómadas del país asiático. La llama de explorar y recorrer mundo no se apaga en su interior.
De la prensa escrita a la gran pantalla
Otras preguntas fueron enfocadas hacia un proyecto «secreto» en el que David Jiménez trabaja a día de hoy. La noticia ya saltó hace meses, pero la realidad es que el periodista ya trabaja en una película basada en su libro ‘El Director’. Este título narra sus andanzas y experiencias como director del diario El Mundo desde 2015 hasta 2016.
Como ya apuntó en su momento El Confidencial Digital fue RTVE quien financió este proyecto con 600 mil euros. Pero hasta la fecha, ni siquiera ante nuestros alumnos entrevistadores, se ha animado ha dar alguna exclusiva del reparto de este largometraje. Eso sí, pone la mano en el fuego en que «va a sorprender» y que hay «grandes nombres» en ese listado.
Unas bases fundamentales que mejorar
En un contexto donde el periodismo se enfrenta a desafíos constantes, tanto en lo ético como en lo formativo, resulta imprescindible replantear la manera en que se educa a las nuevas generaciones de profesionales. Como advierte Santiago Tejedor, hoy en día docente en la Universidad Autónoma de Barcelona, «el sistema educativo debe plantearse si está en buen camino», señalando la urgencia de un modelo que no solo forme en técnica, sino que inspire compromiso, valentía y pasión por contar la verdad. Para garantizar un periodismo de calidad, se requiere una educación que conecte con la realidad, que convierta las calles en aulas y fomente el pensamiento crítico desde el primer día.

David Jiménez, por su parte, subraya la necesidad de recuperar la esencia del oficio y dar un paso firme hacia una regeneración profesional: «Pido un paso adelante de los periodistas españoles». Ambos coinciden en que sin una formación sólida, ética y adaptada a los nuevos tiempos, el periodismo corre el riesgo de perder su función social. Invertir en la educación periodística es invertir en la democracia, en la verdad y en una ciudadanía bien informada. El reto es enorme, pero también lo es la oportunidad de transformar el futuro del periodismo desde las aulas.
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