Reportajes

Ruta gastronómica en la ciudad de Huesca, de la tradición a la vanguardia en los fogones

Huesca es una ciudad con cerca de 52.000 habitantes y, a pesar de no ser la capital de Aragón, está a la cabeza en lo que al mundo gastronómico se refiere. Cuenta actualmente con una amplia gama de restaurantes exquisitos, dos de ellos galardonados con el prestigioso título de estrella Michelin. Dada la amplia gama, en este artículo se va a exponer de forma breve los que, a opinión de los oscenses, son los mejores restaurantes de Huesca.

Como punto de partida y a la cabeza de la cocina tradicional encontramos el Restaurante Martín Viejo, regentado por Rubén Viejo. Este restaurante cuenta con más de 36 años de experiencia, su máxima la máxima de sus trabajadores es elaborar unos platos como los de antes, cuyo coste no es tanto económico, sino de tiempo, y que, según Rubén, la celeridad de nuestro ritmo de vida no nos permite elaborar. Su especialidad la encontramos en todo tipo de productos de Aragón, como potajes, guisos, asados, caldos y una infinidad de productos de la tierra cocinados al estilo aragonés. El restaurante es un lugar clásico, cálido y familiar, en el que los trabajadores, ademas de dar un servicio excelente y un trato muy cercano, tienen como máxima la humildad y la pasión por la gastronomía. Un ejemplo de menú en este restaurante sería: de primero, unos Callos de ternera; como segundo plato, el plato estrella de este restaurante según Rubén, el Rodaballo; y como postre, otro plato típico de este restaurante, unas Natillas con helado. El precio medio de un menú en este restaurante tan tradicional oscila entre los 20 y los 40 euros de media.

 

 

 

 

Siguiendo con la comida tradicional también es una muy buena opción el restaurante Las Torres, también de tradición familiar y con una carta que cambia en función de la temporada. Este restaurante cuenta con 30 años de experiencia, que, sumados a los 40 años de experiencia gastronómica de su dueño, Rafael Abadía, les ayudaron mantener durante muchos años una estrella Michelin. Su especialidad es utilizar productos de temporada y que son típicos de Aragón, cocinados con mucho cariño y esmero. Como la carta va cambiando Rafael nos recomienda que si tenemos dudas consultemos con el camarero para elegir el plato que más se adecue a nuestros gustos. Para alguien que dedica tanto cariño a cada plato, cuesta elegir uno y dejar de lado al resto, por lo que un ejemplo de menú, recomendado por Rafael, sería el siguiente: como primer plato, una Alcachofa natural con hígado de pato y mostaza; como segundo plato, para los aficionados de la carne, nos recomienda un Ternasco de Aragón a la brasa y, para los amantes del pescado, un Esturión Del Grado; como cierre a este menú, de postre nos recomienda un Surtido de cítricos. Estos productos, recalca Rafael, son los de temporada en otoño-invierno, depende de la estación del año, la recomendación sería otra. Por último, como plato estrella, Rafael nos confiesa su plato favorito, un Pan de Agosto con mollejas de ternera y boquerones marinados con chile y guacamole. En relación al precio medio de un menú en este restaurante de este calibre es algo superior al del restaurante anterior, oscila entre los 40 y los 70 euros, únicamente la comida, para los aficionados del buen vino este precio puede ser ligeramente superior.

 

 

 

 

Como último restaurante de comida clásica y tradicional está el restaurante Lillas Pastia. 25 años de tradición sumada a las mejores materias primas y a la mano de Carmelo Bosque, son la clave del éxito de este restaurante situado en  el casino de Huesca, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad aragonesa. En este restaurante tienen por fetiche la trufa, nos cuenta Juan Gosk, jefe de personal y camarero del restaurante, con 16 años de experiencia dentro del mundo de la hostelería y 7 trabajando en el Lillas. Este restaurante además de un equipo muy profesional con Carmelo Bosque a la cabeza, cuenta con el reconocimiento de una estrella Michelin, esta sería la segunda de Carmelo, pues su primera estrella fue otorgada en su antiguo restaurante, el Navas de Huesca. La carta en este restaurante también fluctúa en función de la temporada del año, pero actualmente lo que Juan nos recomendaría si fuéramos a comer y no supiéramos qué pedir sería: de primer plato, un Risoto de trufa; como segundo plato, para los amantes de la carne, un Rabo de buey glaseado al vino tinto y, para los amantes del pescado, una Ventresca de atún; y para finalizar esta comida, nos recomienda un postre muy especial compuesto por una serie de Chocolates con helado de leche cruda. Este refinado menú oscila entre 50 y 60 euros por cubierto.

«Uno de los que más saben dijo una vez: solo existen dos tipos de cocina,

la buena y la mala» 

Tonino Valiente

Para finalizar he seleccionado el Tatau, un restaurante cuya comida es bastante más vanguardista que en los casos anteriores. Este restaurante es regentado por Tonino Valiente, un cocinero con más de 25 años de experiencia profesional en todos los campos de la cocina, de orígenes humildes, ha trabajado durante años por cama y comida en una multitud de países. Tonino decidió comenzar su propio restaurante hace 8 años, con un local de 70 metros cuadrados y 4 trabajadores en plantilla, y, actualmente, cuenta con un local de 400 metros cuadrados y 12 trabajadores en plantilla. Este restaurante es único por diversos factores, en primer lugar destaca por su decoración, según Tonino, es la personalidad de el y sus trabajadores plasmada en un proyecto, el resultado es un local con una decoración muy novedosa y auténtica. Respecto a la comida, a la pregunta de qué plato destacaría, Tonino afirma que el no destacaría un plato, sino un concepto “Mar y Montaña”, es decir, la unión de los pescados y mariscos más frescos de sus orígenes catalanes, con el mejor producto cárnico aragonés. Su máxima es obtener las mejores materias primas siempre y esto, sumado a toda la su experiencia culinaria y a la de sus altamente cualificados cocineros, hacen que los platos de este restaurante sean siempre exquisitos, lo que les ha ayudado a obtener el reconocimiento de estrella Michelin. Al preguntarle por el plato que más disfruta cocinando, Tonino responde que es la Liebre Royal, un plato cuyo coste es difícilmente mensurable debido a que su elaboración tarda 5 días y su complejidad la hace una receta difícil de explicar en los libros de cocina. A la hora de recomendar un menú, debemos tener en cuenta que la carta cambia en función de las temporadas, al igual que en los otros restaurantes, con el objetivo de ofrecer siempre lo mejor de cada temporada en cada momento, pero obviando esto, si no supiéramos qué pedir, un ejemplo de menú sería: como entrante, un Tartar de trucha de El Grado; como plato principal y en relación con lo comentado por Tonino, un Mar y Montaña de pichón y bogavante; y, por último, como postre, un Chocolate Sexy.

 

 

 

 

Tras este surtido de restaurantes de Huesca podemos concluir que hay comida para todo el mundo, desde la más tradicional, hasta la más vanguardista, y en Huesca, desde luego saben llevar tus sentidos a otro nivel desde el punto de vista de la gastronomía, además de estos restaurantes hay muchos otros servicios gastronómicos en Huesca como por ejemplo la Bodega Bar Pirineos, en la que además del vermú tradicional como especialidad, vinos, vinagrillos, quesos, laterío y otro tipo de productos que, si bien es cierto que no son restaurantes, forman parte de la gastronomía de la ciudad.

Acerca del autor

Jaime Buendía

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