El cambio climático está en boca de todo el mundo desde hace ya bastante tiempo, ya que es un tema con cierta actualidad. José María Montero Sandoval es uno de los periodistas españoles más importantes en el ámbito de la información científica y ambiental. Tiene más de 30 premios, uno de ellos el Premio Ondas de 2019. Además, es responsable del área de Medio Ambiente en Radio Televisión de Andalucía y director de programas como “Espacio Protegido” y “Tierra y Mar”.
Usted, ¿por qué se especializó en el periodismo ambiental?
Se dieron dos factores: el primero es que yo traía esa vocación con la ciencia en general. Es un mundo muy desatendido y ahora, a pesar de que nos quejemos, no tiene nada que ver con la desatención que había en los años 80. El segundo factor es que tuve la fortuna de empezar a trabajar muy joven en un periódico que ya no existe, pero me dejaron escribir de lo que me gustaba.
¿Cuál es la principal causa del cambio climático?
La causa principal es la actividad humana y ya hay evidencia científicasolida que lo corrobora. Estos últimos días hemos estado escuchando afirmaciones que no se sostienen, y que son muy peligrosas porque en determinados sectores no son especialistas y crean la lógica duda o una inquietud sobre si es un fenómeno natural o no.
¿Y cuál es el principal problema?
Siempre hablábamos del cambio climático como algo que pasaba muy lejos de casa, recurriendo siempre a las imágenes de los osos polares o en el futuro. Ya no es algo que vaya a pasar en el futuro, sino que ya está pasando en nuestra casa. Ya hemos visto el verano que hemos tenido, y que se ha prolongado hasta hace relativamente poco con temperaturas extremas, con problemas sanitarios, con todos los incendios forestales, con una sequía intensa, fenómenos como el de Filomena, y esto es lo que vamos a tener a partir de ahora. Es un clima que se está desajustando y que ya lo estamos padeciendo.
¿Cuál es la solución o las posibles soluciones que hay para arreglar o mejorar este cambio climático?
La solución es de una de una gran envergadura, pero no es imposible. A diferencia de otros problemas, en este tenemos una ventaja, y es que sabemos cuál es el problema, cuál es la naturaleza del problema, cuáles son las causas del problema y cuáles son sus consecuencias y además tenemos las soluciones. Lo que falta es voluntad política y también de muchos sectores, como por ejemplo el sector empresarial, que también deben implicarse con mayor intensidad. Es cierto que hace falta voluntad ciudadana, pero hay que ajustar el grado de responsabilidad. Lo que hace falta es cambiar el modelo económico, esto es una cosa muy compleja pero no imposible. No hay que hacer una transición lo más rápido posible entre ambos modelos, sino que necesitamos que se apoyen las energías renovables con mayor intensidad.
¿ Las energías renovables, a día de hoy, son viables de usar al 100% por 100%?
Claro que sí. Primero hay un cambio tecnológico, porque hemos sido capaces de desarrollar una tecnología que aproveche recursos como el viento o como el sol, entonces tenemos una tecnología disponible. Si miramos un año atrás cuando empieza toda la subida del precio de la luz y el precio de la energía domestica automáticamente se dispara, y esto unido también a que el gobierno recupera la ayuda y la subvención hace que se dispare la instalación de paneles solares fotovoltaicos para autoconsumo, hasta el punto de que ahora muchas empresas están, al menos en el sur de España, desbordadas con las instalaciones domésticas. Esto quiere decir que hemos conseguido una tecnología que, a gran escala como ocurre con los parques eólicos, pero también a escala doméstica, es capaz de cubrir buena parte de lo que ahora cubrimos con combustibles fósiles. Lo único que hay que hacer ahora es apoyarlas.
¿Qué le parece la opinión que tuvo Federico Jiménez los Santos sobre el parque eólico que quieren hacer cerca de su pueblo y “estropear así las vistas” como él calificó?
Esto ocurre con mucha frecuencia en el momento en el que un parque eólico esta diseñado en zonas donde el impacto paisajístico es muy grande o donde hay viviendas o en zonas de paso de aves que migran. No todo vale porque sean energías renovables y esto es importante decirlo también. No vale el argumento de que son energías limpias y podemos ponerlas en cualquier sitio. Evidentemente los parques eólicos se colocan en lugares para causar el menor impacto paisajístico, el menor impacto a los vecinos, y para no causar impacto en la fauna, pero no hay que olvidar que un parque eólico es una cosa que se monta y se desmonta, no es un residuo negativo que se te queda durante miles de años como ocurre con las centrales nucleares durante miles de años sin saber qué hacer con él.
¿Qué le parece que hace un tiempo en el Museo del Prado tres activistas se pegaran entre dos cuadros tras poner en la pared en medio de estos 1, 5º?
Me parece un disparate porque tratar de llamar la atención sobre nuestro patrimonio natural amenazando nuestro patrimonio cultural. Es una contradicción en sí mismo y lo único que causa sobre todo en personas que están en esa duda o en esa inquietud es justamente lo contrario, es decir, un rechazo. Entonces este tipo de acciones, a mí, me parecen sinceramente un disparate. Se me ocurren otras muchas acciones de protesta, y algunas de ellas de protesta muy seria de desobediencia civil, como han hecho por ejemplo, los científicos cuando se han ido a las puertas delCongreso de los Diputados a decir que hay que escuchar a la ciencia. Hay muchas maneras de protestar sin caer en esos extremos. Aquí con lo que estamos jugando fundamentalmente es con el futuro de las próximas generaciones.
¿Cuál es el reto de los comunicadores ante este cambio climático?
Las personas ante el bombardeo de información sobre el cambio climático, lo que hacen es rechazarlo, le provoca ansiedad ver que el problema va creciendo y las soluciones van muy despacio. Entonces se desconectan, no quieren saber nada. Buscar un punto de equilibrio en la comunicación del cambio climático para no generar esa angustia es un poco el reto de los comunicadores y de los medios de comunicación. Sobre todo en personas jóvenes, que yo creo que han supuesto un cambio muy importante en cuanto a la conciencia y a la movilización de este problema.
¿Qué recomendación daría a todos los jóvenes?
La principal recomendación es reclamar con insistencia, intensidad y con toda la dureza que se pueda, sin llegar a los extremos, el espacio de participación en la toma de decisiones. En la cumbre de Madrid las ONG sobre todo las que representaban a la gente más joven intervino en el plenario, entonces yo creo que los jóvenes tienen que seguir reclamando, no estar de oyente, sino ser elemento participativo en todas las acciones, tanto de concienciación cómo de protesta cómo de acción, para reparar. Lo mejor que pueden hacer los jóvenes, porque además es una edad en la que ese tipo de comportamientos son casi naturales es posicionarse, protestar, reclamar y actuar, y eso es lo fundamental.
«Todo es una cuestión de acción»
José María Montero Sandoval
La Universidad San Jorge está realizando diferentes proyectos en favor del medio ambiente y quería preguntarle, ¿qué le diría a la Universidad San Jorge y al resto de las universidades que ponen diferentes proyectos en favor del medio ambiente?
Le diría que todo, absolutamente todo vale. Es decir, cualquier iniciativa de cualquier institución, de cualquier colectivo que, por un lado genere conciencia, pero que por otro lado también demuestre con hechos que está por la labor de este cambio de modelo es bueno. Entonces una universidad puede cumplir ambas funciones, por un lado demostrando como institución que se puede hacer un uso más razonable de los recursos naturales del agua, de la energía, el tema de los residuos, en fin, multitud de cuestiones que pueden parecer pequeñas en ese sumatorio global, pero que tienen su importancia porque todo suma, y que, además, tienen ese valor ejemplarizante de realizar esa transición a un modelo de Universidad propia y considerada con el medio ambiente.
Por último, ¿por qué decidiste estudiar periodismo?
Mi caso es un tanto anómalo, porque yo hice el bachillerato de Ciencias, quería ser biólogo, y 15 días antes de la Selectividad se me cruzaron los cables, y decidí por influencia de una buena amiga, que estaba estudiando periodismo decidí que quería estudiar periodismo. Era algo también que me atraía mucho, y al final, todo cobra sentido a lo largo del tiempo, ya que el periodismo que hago es un periodismo directamente vinculado con la biología entonces digamos que mis vocaciones terminaron uniéndose.
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