La denominada ONG Yes We help fue una empresa que surgió en 2016 y su objetivo era el de captar a jóvenes entre 16 y 23 años para realizar la labor de voluntariado. El problema radicó cuando estos jóvenes residentes en Ghana se vieron desamparados en la localidad y sin posibilidad de contactar con la asociación a la que pertenecían. Paula Mora fue una de las jóvenes damnificadas que vivió de cerca la experiencia de su voluntariado junto a Yes We Help.
La supuesta ONG, según asegura el periódico digital El Diario, “se autodefinía en su Instagram como una ONG, pero la realidad es distinta, ya que en la política de privacidad de su web se puede ver que está registrada como una empresa, una sociedad limitada”. La manera de trabajar de la falsa ONG era captar a un sector de la población joven a través de internet, publicitándose sobre todo por redes sociales. Cosechó un gran éxito gracias a la ardua promoción que influencers y celebridades hacían sobre la empresa. Una de ellas fue Teresa Sanz, aragonesa con 185 mil seguidores en Instagram, a la que Yes We Help se dirigió para que promocionara sus proyectos. Según comentó la joven en el telediario de Televisión Española, ella no accedió a colaborar con ellos al encontrar una página en Facebook de afectados por la empresa.
CAPTANDO VOLUNTARIOS
El programa se dividía en cuatro proyectos que se realizaban en Ghana y Sri Lanka: el de orfanato, el de escuela, el de sanidad y el de deportes. La sorpresa fue que, al llegar los voluntarios a sus respectivos destinos, se dieron cuenta de que no existía ninguno de los proyectos que se les había prometido, y que era imposible ponerse en contacto con los responsables.
“Debían tener cuidado y portarse bien, porque si no lo hacían no podrían siquiera llegar al aeropuerto y volver a sus ciudades o países”.
La gravedad del asunto radica en que muchos de los jóvenes desamparados eran menores de edad que se encontraban a miles de kilómetros de sus casas sin saber bien cómo actuar frente a dicho suceso. La embajada española en Ghana tuvo que intervenir repatriando a los jóvenes ahí presentes cuando tres personas locales armadas y con esposas se presentaron frente a los voluntarios amenazándolos.
YAGO ZARROCA, EL FUNDADOR DE YES WE HELP
El ideólogo de este negocio, que ya tenía en sus espaldas otras empresas anteriores con problemas y quejas, era Yago Zarroca, imputado finalmente por estafa y abandono de menores por el caso Yes We Help. Según cálculos de la acusación, se podrían hablar de casi medio millón de euros estafados ya que, como asegura el diario digital El Mundo, “de los 595 euros que tenían que ser destinados a las partidas de dietas, alojamiento y donación, apenas se destinaban 76 euros al mes por voluntario”.
«Teníamos un grupo de WhatsApp por el que poníamos todas las quejas y los responsables se excusaban con que: no pasaba nada, esto había sido un mini fallo, lo vamos a solucionar»
ASÍ LO VIVIÓ PAULA MORA
Paula Mora Ruiz-Capillas casi vivió su primera experiencia como voluntaria con Yes We Help gracias a la ardua difusión que la empresa llevaba a cabo en las redes sociales que la joven consumía, en concreto por Instagram. El planteamiento de su voluntariado consistía en la estancia de un mes en África para colaborar en proyectos de educación, sanidad y deporte con niños discapacitados. Mora asegura que la organización les prometió muchas cosas que luego no se llegaron a efectuar, y que pusieron numerosas quejas que fueron respondidas con simples «no pasa nada» o «esto habrá sido un pequeño fallo, lo vamos a solucionar».
Llegó a pagar 800 euros destinados a la falsa ONG, donde no iban incluidos los costes del viaje, vacunas ni visado. Comenta la importancia de tener cuidado a la hora de reservar viajes y en el momento de elegir una organización con la que realizar un voluntariado. Mora alega que, a pesar de la mala experiencia con Yes We Help, posteriormente realizó otro voluntariado colaborando con otra asociación y asegura que fue uno de los momentos más felices de su vida.
La mayoría de los medios que investigaron este suceso no pudieron contactar con el empresario ni con ningún responsable de la organización. Nuestro medio no ha podido contactar con nadie relacionado a la asociación para poder transcribir su versión de los hechos. La página web de Yes We Help no existe, pero su Instagram, @yes.we.help, sigue activo pero sin publicaciones nuevas desde el 1 de agosto del 2018.