La película “Felix et Meira”, ganadora del premio a la mejor película canadiense en el festival de Toronto se ha presentado hoy en la Sección Oficial del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Dirigida y escrita por Maxime Girroux y protagonizada por Martin Dubreuil, Hadas Yaron y Luzer Twersky.
Dos vidas totalmente opuestas se juntan un día por casualidad. Pese a las tareas que les atan en su vida, sus caminos acaban cruzándose gracias al dibujo y a la música. Félix acaba de perder a su padre, al que no veía desde hace diez años. Meira es una judía jasídica casada y con una hija, a la que el Shabat ya no llena como antes y por ello busca refugio en canciones como ‘After Laughter’, de Wendy Rene.
Ambos están perdidos, y juntos reconducen sus caminos: “Todo el mundo debería seguir su propio camino, es la única manera y lo mismo para ambos personajes en la película. Están un poco perdidos y se ayudan entre sí para intentar seguir un camino en la vida. Todo el mundo quiere encontrar su propio camino en la vida, para unos es más fácil y para otros es menos, pero es universal”, explicó Maxime Girroux, director de la película.
El largometraje está rodado íntegramente en Montreal, y retrata perfectamente la vida de los judíos jasídicos y sus costumbres. “Fue muy difícil encontrar a actores que hablaran el Yiddish (idioma judío). No hay actores en Montreal que hablen este idioma. Investigué mucho y encontré a Luzer Twersky en Nueva York”, apuntó Maxime. El equipo de rodaje se adentró en una comunidad judía, que les ayudó a comprender las costumbres, e incluso les prestó un apartamento. El director y el equipo agradeció encarecidamente a una pareja en particular por todo el apoyo, pero no quiso decir ningún nombre.
Luzer Twersky interpreta el papel de Shulem, el marido de Meira. Un hombre metódico y monótono que repite la misma acción cada mañana al levantarse. Un marido que se preocupa más de sus responsabilidades como judío que de sus responsabilidades como marido. “Yo era judío jasídico de joven, así que fue fácil integrarme ahí, me sentí identificado con mi personaje. Me tocaba de cerca y entiendo por qué los judíos se sienten más seguros en sus comunidades”, manifestó Twersky.
Los dos personajes son muy curiosos, por ello acaban juntándose y relacionándose el uno con el otro sin tener nada en común. Hadas Yaron, que interpreta el personaje de Meira, tuvo que aprender francés y Yiddish para poder rodar la película. “Son dos idiomas que no hablaba ella, pero los ha aprendido para la película. Hadas es mágica, bravo”, dijo Maxime sobre su actriz. Twersky tradujo el guión para poder ayudar a su compañera antes del rodaje: “Pasamos semanas juntos trabajando y repasando. Tradujimos los diálogos fonéticamente para poder rodar”, apuntó Luzer.
Fotografías tomadas por Cristina Martínez Recio
La religión, igual que la curiosidad son dos de los hilos conductores del largometraje, aunque el director y algunos de los actores han confesado tener poca cultura religiosa: “La religión no es importante para mí, soy ateo completamente. Intento aprender algo con cada película que hago, y hago películas sobre elementos en los que tengo curiosidad, por eso hice esta película”, concluyó Girroux.
Nos encontramos en la recta final del Festival, y cada vez queda menos para saber quién será la película que levante la Concha de Oro este año.
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