Cómo a otros ámbitos de la realidad española, la crisis también está afectando al mundo taurino. Un ejemplo de ello es la feria taurina de las Fiestas de la Virgen del Pilar en Zaragoza, la más importante que se celebra en Aragón, que ha visto mermado el número de figuras en su cartel. Los empresarios sitúan la caída de la venta de entradas en el 20%.
Para organizar una feria taurina como la de las Fiestas de la Virgen del Pilar son necesarias muchas tramitaciones y duras negociaciones, más aún con la dura crisis económica que sacude el país. Una situación que hace que se opte por contratar toreros de segunda fila y ganaderías más duras.
Según el presidente de la Asociación de Informadores Taurinos, la forma de organizar los festejos taurinos en Zaragoza se da a través de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), que es la propietaria de la Plaza de La Misericordia. Cada cuatro años se saca a concurso, se presentan un número de empresarios taurinos, se bareman las candidaturas, y la mejor es la que se queda con la plaza, explica Ángel Solís, presidente de la asociación.
La plaza de la Misericordia es una plaza de primera categoría y tiene que dar como mínimo un número de festejos marcado por el reglamento nacional. Ángel Solís afirma que los festejos de este año estarán marcados por la crisis, pero que pese a todo hay que cumplir con las condiciones de la DPZ. Dichas condiciones exigen el cumplimiento de todos y cada uno de los festejos, puesto que de no ser así, los demás empresarios podrían demandar por incumplimiento de contrato, comenta el presidente de la asociación.
Tal y como explica el actual empresario de la plaza de toros de Zaragoza, Sebastián Rodríguez, este año la gente no ha respondido de la forma esperada, y la Misericordia, como el resto de plazas a las que él mismo representa, ha visto reflejada la crisis con un 20% menos de asistencia. Pese a contratar corridas importantes y con toreros de renombre “la plaza no se ha llenado”, motivo por el que descarta organizar cualquier otro tipo de evento alternativo a la propia feria del Pilar. “Hay que tener en cuenta que es un espectáculo muy caro, aquí hay que gastarse una fortuna para poder poner todo en marcha”, señala Sebastián Rodríguez.
La repercusión de la crisis en la figura de Rodríguez es tan notable que por el momento económicamente no le es rentable estar al cargo de la plaza, aunque espera que la situación mejore para poder cumplir los cinco años de contrato que le restan. “Hay muchos puntos que tocar para reavivar el interés por los toros y el más importante, es que la gente joven vuelva a tener ilusión”, añade el empresario.
La economía española también ha provocado que esta edición de la feria haya contado con notables ausencias de las principales figuras del toreo, como son Manzanares, Morante de la Puebla o Enrique Ponce. Según el empresario, dichas ausencias son debidas a la crisis económica solo en parte. “Hay toreros que dan por concluida la temporada y es imposible convencerles para que vengan a torear al Pilar. Con otros no se ha conseguido llegar a un acuerdo económico”, afirma Sebastián Rodríguez.
Dichas ausencias han sido suplidas en gran parte por el regreso de Juan José Padilla a la plaza que le cambió la vida. El torero jerezano ha acudido dos tardes al coso de Pignatelli por un precio más bajo al que reciben otras figuras de renombre, asegurando además gran asistencia de público por la emotividad de su vuelta y el cariño que la ciudad le guarda desde la grave cogida que sufrió en el mismo coso hace un año y que le provocó la pérdida de un ojo. “Juan José Padilla será recibido con el cariño que se merece. Yo personalmente le he contratado este año para todas las plazas que tengo y parece que no sea el Padilla de antes. Espero que en las dos corridas en las que él torea la plaza se llene. Su regreso va a ser emocionante seguro”, explicaba Rodríguez en los momentos previos a la corrida.
La tarde del regreso de Juan José Padilla, el día 10 de Octubre no dejó indiferente a nadie. La afición se volcó con el torero y éste tampoco defraudó. “Sentí la satisfacción de dejar cerrado un círculo de circunstancias y de poder estar ante un público que se ha preocupado mucho durante el proceso de rehabilitación y que vivió momentos muy intensos con el percance”, comenta Padilla sobre las sensaciones de su vuelta a la capital maña.
En el mundo taurino la crisis también ha afectado a las ganaderías, en concreto, a la ganadería de los hermanos Ozcoz. “Desde 2007 se empezó a ver que había una disminución de los ingresos y nos hemos tenido que adaptar a las circunstancias”, explica Félix Ozcoz, propietario de la ganadería. Sin embargo, Félix comenta que a pesar de la crisis “no ha habido una disminución de la demanda”.
Aunque esta recesión económica no ha evitado que se sigan celebrando los festejos taurinos. “Ningún pueblo ha quitado este tipo de eventos, porque son el mayor atractivo de sus fiestas, y están dentro de la tradición”, justifica el propietario de la plaza de La Misericordia.
Félix Ozcoz afirma que “siempre intentan sacar la mayor rentabilidad posible a la ganadería”, y cree que la crisis que azota al país no acabará con su negocio, aunque tendrán que innovar para subsistir. “Yo sí que le veo futuro, aunque debemos ajustarnos al mercado y tener imaginación para poder rentabilizar el negocio”, argumenta el ganadero.
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Asociación de Informadores Taurinos
El mundo taurino es un área amplia, no sólo es la plaza, los toreros y los toros, sino que en Aragón existe incluso una Asociación de Informadores Taurinos. Ángel Solis es el presidente de dicha asociación desde 2005.
Esta Asociación de Informadores Taurinos se fundó en 1990 (fue la segunda asociación de críticos taurinos en España) y según explica Ángel Solis al principió sólo eran ocho socios pertenecientes a los principales medios de Zaragoza. El motivo por el que se fundó la asociación, según el presidente, fue a raíz de un incidente en el cual unos novilleros atacaron a un crítico taurino, y a partir de ese momento decidieron unirse para estar protegidos.
Solis comenta que actualmente está compuesta por 17 miembros de las principales provincias de Zaragoza, Huesca y Teruel, y la única preparación previa que tienen que tener los componentes es que hayan trabajado en un medio de comunicación legalmente contratados al menos durante dos años.
Solis asegura que cada miembro ve una corrida distinta. El punto de vista cambia en función de si uno se fija en el temperamento del toro, en el torero o en cómo realiza la faena. Además, afirma que ha perdido amigos toreros por intentar ser imparcial ya que “el público lo ve y si no se queja” e incluso en la asociación se lucha por el intrusismo. Ángel Solis como solución para defender esta profesión aboga porque los críticos taurinos no se dejen comprar, hagan buenas críticas y no pidan más entradas para luego revenderlas.
El modo de financiación de esta Asociación de Críticos Taurinos en Aragón actualmente se realiza a través de la Diputación Provincial de Zaragoza, que les otorga una subvención a cambio de que ellos realicen una serie de conferencias. Además, existe una cuota simbólica de 30 euros al año que paga cada miembro de la asociación, indica Ángel Solis.
Por último, el presidente reivindica que el mundo de los críticos taurinos está llegando a su fin ya que no hay sucesores que quieran seguir con el legado, “hay que saber el lenguaje, la esencia del toreo es muy difícil y la gente no quiere aprenderlo”.
Informan: Javier Clavero, Enrique Monzón, Paula Pérez y Alicia Mellén
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