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Asociaciones socioeducativas, fórmulas contra la exclusión social

Excursión al río niños de la Gusantina

Debido entre otras causas a la crisis económica y a los recortes presupuestarios, alrededor de 12 millones de personas en España están en riesgo de pobreza y exclusión social y en concreto en Aragón son más de 200.000 personas los que se encuentran en esta situación. “Gusantina”, “El Cuco”  y “El Trébol” son tres de las 35 asociaciones zaragozanas que ayudan sin ánimo de lucro a la integración social y educativa de los niños de numerosas familias.Según ha anunciado Eurosat, organismo de estadísticas europeas, el porcentaje de población española que se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social ha pasado del 22,9% al comienzo de la crisis en 2008 al 27% en 2011.  El Gobierno Español  ha reducido  el presupuesto del gasto social un 4,3% y esto ha ocasionado una situación de solvencia muy complicada para muchas asociaciones sociales que ayudan a las personas en riesgo de pobreza. Aunque es fundamentalmente el tema económico el motivo principal de la exclusión social  hay otras razones que influyen como son el rechazo a la población inmigrante,  a las personas con enfermedades físicas y psicológicas o personas que se han quedado fuera del sistema educativo y no son capaces de tener un proceso de adaptación a las nuevas tecnologías.

Los 35 Centros de Tiempo Libre repartidos por los distintos distritos de Zaragoza colaboran en la promoción de los derechos del niño y en la protección de la infancia en condiciones de igualdad. Entre ellos se encuentran diferentes asociaciones como “Gusantina”, “CTL El Cuco” o la “Asociación de Intervención Socioeducativa (A.I.S) El Trébol” que con actividades socioeducativas ayudan a los niños promover su bienestar para conseguir su pleno desarrollo personal durante los años de su infancia.

“Gusantina” es una asociación socioeducativa que lleva trabajando 22 años en el Barrio de la Magdalena y en el Casco Histórico de Zaragoza. Su objetivo es facilitar la integración de más de doscientas familias que proceden de alrededor de 30 países con diferentes culturas y clases sociales con edades comprendidas entre los 3 y 14 años.  Esta asociación se subvenciona por la adjudicación y prevención del Ayuntamiento, la Obra social de la Caixa, el Plan Integral del Casco Histórico (PICH) y por subvenciones.

“Gusantina” nació por un grupo de gente voluntaria de la asociación de vecinos de Lanuza del Casco Viejo que hizo un convenio con el Ayuntamiento de Zaragoza  y con el Instituto Aragonés de Servicios sociales (I.A.S) del Gobierno de Aragón.  A partir de la crisis, el I.A.S del Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza han roto el convenio con Gusantina. El I.A.S ya no ayuda y el Ayuntamiento ha establecido una nueva relación contractual en forma de concurso llamada “Adjudicación de Servicio” para homogeneizar los recursos en todos centros educativos. “Creo que no son las mismas necesidades las que puede tener una familia que vive en la Magdalena con una que vive en Montecanal. En función de la población que hay en un barrio hay unas necesidades que marcan unos objetivos y una consiguiente metodología en la actuación”, señala Ana Gasca, una de las trabajadoras de “Gusantina”.

Este convenio ha afectado además en las bajas de personal del centro, “antes éramos siete en tiempo libre pagados por el Ayuntamiento y tras el concurso se han quedado en cinco, y los otros dos puestos los hemos recuperado a través de subvenciones y otras fuentes de financiación para que haya una mejor atención a los niños”, continúa diciendo la trabajadora de tiempo libre.  Los voluntarios son esenciales desde el nacimiento de “Gusantina” y es que ayudan junto a gente de prácticas y  las familias que de momento mantienen con su labor la asociación.

Trabajadores de Gusantina a las puerta del centro

La mayor parte de los niños que acuden a “Gusantina” son niños de familias en situación de riesgo y exclusión social y esta asociación es una de las pocas ofertas en ocio, educativas y tiempo libre que tienen estas familias en este barrio. Los niños y niñas que acuden a “Gusantina” son reflejo del barrio, un grupo muy diverso y de mucha mezcla cultural que enriquece y culturiza a la asociación. “No vienen más niños que antes pero hemos notado que las situaciones y las condiciones de vida de estos niños y de sus familias son peores, incluso de aquellos que tenían una situación normalizada ahora la tienen complicada”,  comenta Chema Royo, trabajador de “Gusantina”.

Las actividades del centro quedan repartidas por grupos de pequeños, medianos y mayores de edades comprendidas entre los 3 y 14 años. Cada grupo tiene una oferta educativa  a lo largo de la semana y utiliza los recursos del centro y de la zona para realizar las actividades, “nos gusta utilizar los recursos que hay en el barrio. Afortunadamente nos encontramos en un distrito muy diverso con bastante tejido asociativo y bastantes recursos”, comenta Royo.

Esta asociación no solo se preocupa por realizar iniciativas para mejorar la calidad de vida de los jóvenes que acuden ella sino que a través de juegos mejoran el urbanismo de la ciudad. “Gusantina” colabora con el proyecto del Ayuntamiento “Esto no es un solar” a partir del plan integral del casco histórico que se dedica a rehabilitar los solares de Zaragoza que habían quedado en desuso. “De nuestro solar, que está en la Calle de las Armas, se encargan sobre todo los más mayores. Pero también los más pequeños tienen ciertos encargos como quitar malas hierbas o plantar semillas que cuando empiezan a brotar se trasplantan al huerto. Lo vamos a regar y aprendemos”, señala Gasca.

Niños del centro de la Gusantina en una de sus excusiones

La ciudad sirve como un campo de juego para estos jóvenes y las actividades que general la asociación como instrumento de integración. Además de estás actividades “Gusantina” está muy involucrada en la creación de medios de comunicación. Los jóvenes del centro tienen el programa de radio  en “Radio Topo” un día de semana en la sintonía 101.8 que llega a toda Zaragoza, el periódico “Peguna” (Periódico Gusantinero de Nuevo Año) en que cada grupo de edad elabora sus noticias y dos blogs en los que explican cómo es el centro y las actividades que llevan a cabo.

En 2008, “Gustantina” recibió el Premio Aragón Intercultural 2008, en la modalidad de entidades sociales, por su trabajo Con M de Magdalena y Madre. Este galardón supuso un reconocimiento a la labor social y educativa que están aportando al distrito del Casco Histórico.

La fundación “Adunare” trabaja con personas que necesitan inserción social, laboral, educativa y cultural. Esta institución formada por ocho asociaciones ayuda con sus labores sociales a niños, jóvenes, adultos, personas con enfermedades mentales e inmigrantes.

Entre ellas está el “Centro de Tiempo Libre (CTL) El Cuco” creado hace más de dos décadas en el distrito de las Delicias para ofrecer una alternativa al tiempo libre a los niños de edades comprendidas entre los 6 y 14 años y que  trabaja por tres grupos edad para respetar el  proceso evolutivo de cada niño y, motivaciones y capacidades a desarrollar en el ámbito de tiempo libre.

Este centro ayuda de forma ultraísta atendiendo a más de 180 niños y  a sus familias a lo largo del año y realiza un seguimiento educativo individualizado complementado con un proyecto de Atención Familiar. “Apostamos por una educación integral y dentro del marco del ocio y tiempo libre. Todo ello dentro de un principio básico que es la promoción de la participación activa de los usuarios del centro. Nuestra metodología está basada en el desarrollo de las potencialidades y factores de protección para minimizar los factores de riesgo a través del juego”, comenta Paloma Lafuente, colaboradora del Centro.

La “A.I.S El Trébol” se creó hace 24 años en el barrio de Torrero por un grupo de personas de  las primeras Colonias Urbanas realizadas por Cáritas Diocesana de Zaragoza para dar respuesta a las necesidades sociales en ámbito de la infancia y juventud del distrito. Una asociación  basada en la participación cívica, anónima y desinteresada que busca a través del proyecto alternativo “Tiempo Libre” el desarrollo integral infantil y juvenil para hacer del barrio y de la ciudad un entorno más agradable.

Además de prevenir la marginación y desarrollo de las capacidades de niños y jóvenes en el barrio de Torrero, “A.I.S El Trébol” está contribuyendo en la formación de educadores, tanto “en aspectos relacionados con la infancia y juventud desfavorecida, como en aspectos que ayuden a su desarrollo personal.

Informan: Lucía de la Sierra, Vanesa Ramos, Claudia Salete e Irene Villanueva

Universidad San Jorge