Maño nacido en Barcelona vinculado al mundo del motor y a la seguridad vial desde antaño. Exdueño del concesionario de motos Yamaha, piloto y padre de ellos, colaborador en películas y revistas especializadas en automovilismo. La vida de Francisco Ureta cambió el viernes 8 de febrero del 2008, a las 18:15 horas, en una rotonda de la Z-40 cuando un coche arrolló la moto que él probaba causándole una lesión medular que le condena a la silla de ruedas. Desde entonces, colabora con la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinar (AESLEME), una entidad privada sin ánimo de lucro de la que es delegado en Aragón, y con la que se dedica a la prevención de accidentes que provocan lesiones medulares y cerebrales. Francisco nos cuenta lo que le mueve, día a día, a ayudar a los demás y la forma en la que ha cambiado su vida.
Dragón Digital.- ¿Cómo se asimila y supera un cambio tan radical e inesperado como el quedarte en una silla de ruedas de un día para otro?
Francisco Ureta.- Superar una lesión irreversible es muy complicado, es algo que nunca te acabas de creer.
Nadie nos prepara para asumir algo así y, sin embargo, de repente un día no solo cambió por completo mi vida sino la de mi alrededor. Por ejemplo, mi mujer tuvo que cuidar de mí y asumir todas las responsabilidades que ello conlleva.
Me di cuenta de que tenía dos caminos: quedarme encamado y sin vida o salir a comerme el mundo. El tomar la segunda decisión de forma rápida tiene una ventaja y es que si trabajas tu cuerpo desde el principio, la recuperación es más llevadera porque el cuerpo no se encalla.
D.D.- Entonces ¿Tu principal apoyo fue tu familia?
F.U.-Sin lugar a dudas, sí. Yo siempre digo que el éxito no ha sido mío sino de mi mujer. El estar al lado de un lesionado en un accidente es algo para lo que no todo el mundo está preparado. Conozco a numerosas personas que iban a casarse cuando sucedió el accidente y al final no lo han hecho u otras que ya lo estaban y se han divorciado… Yo mismo he visto como mucha gente que consideraba amiga estaba conmigo solo por interés. El lado positivo es que estas situaciones te sirven como filtro y apartan de tu vida a las personas que no están contigo al 100%.
D.D.- ¿En qué ha cambiado tu vida?
F.U.-Ahora valoro de forma diferente la vida. Cuando estaba” al otro lado del muro”, había cosas buenas que no valoraba; consideraba problemas cosas que ahora no y algunas cosas que entonces eran pequeñas ahora son grandes cosas.
Me he dado cuenta de que las cosas buenas de la vida son gratuitas pero vivimos sumidos en un materialismo que nos hace olvidarnos de lo realmente importante.
Yo siempre digo que saqué unas gafas optimistas que nunca me quito y con las que ahora disfruto mucho más de todo. Si no puedes cambiar la realidad, cambia tu actitud hacia ella.
D.D.-¿Por qué te uniste a la labor de AESLEME?
F.U.- Durante mi estancia en la unidad medular del hospital, el personal sanitario me informó que AESLEME Madrid estaba organizando un congreso internacional en Zaragoza sobre emergencias y seguridad. La actividad consistía en un Road Show, una puesta en escena de un accidente en el que intervienen todos los agentes involucrados. Necesitaban una víctima y pese a que solo habían pasado tres meses desde el accidente, fui yo.
Me armé de valor y conté mi experiencia. Durante mi intervención, el público se levantó y empezó a aplaudir. Entonces me dije que igual servía para esto y a través de mi experiencia podía ayudar a los demás.
D.D.- ¿No te cuesta mucho hablar de algo tan íntimo con personas desconocidas?
F.U.- Supone un desgaste personal que se suple con el saber que ayudas a los demás.
Más de la mitad de los mal llamados accidentes de tráfico en España al año se podrían evitar. Tú asumes más riesgos cuanto más desconoces sus consecuencias por lo que yo les doy esa información. Pero ni a los jóvenes ni a los mayores se les puede prohibir. Yo busco que cambien sus actitudes a través del anclaje emocional que provoca mi testimonio, que sean ellos quienes saquen sus propias conclusiones. Los principales problemas de seguridad vial son problemas de educación.
D.D.- ¿Por qué dices mal llamado accidente de tráfico?
F.U.-Se denomina accidente de tráfico siempre y cuando no se podría haber evitado de ningún modo. Cuando esto no se da, entonces es un siniestro de tráfico. Para que te hagas una idea, de las 15.000 lesiones graves que se dan en España al año, más de la mitad se podrían suplir.
D.D.- ¿Qué agentes sociales consideras que podrían ayudar en la prevención e información de los accidentes o siniestros de tráfico?
F.U.-Las fuerzas de seguridad del estado, los formadores en educación vial como los profesores de autoescuela, educadores… No entiendo que en España no existan convenios con universidades en los que se transmitan valores, vivencias… Y por supuesto, los políticos. En mi opinión son administradores y tienen la responsabilidad de conocer nuestros problemas y tener la formación suficiente para gestionarlos dela forma adecuada.
D.D.-Tu accidente sucedió mientras circulabas en una moto ¿La consideras más peligrosa que el coche?
F.U.-Para mí es más segura la moto pero las infraestructuras favorecen al coche; lo que protege al coche mata a la moto y ambos tienen que convivir. Por ejemplo, ahora estamos grabando quitamiedos con la DGT para comprobar su eficacia y cambiar el sistema pero el proceso es lento.
D.D. ¿Qué opinas de controles como los radares o controles de alcoholemia y tóxicos?
F.U.-Son un método de seguridad preventiva importantísimo. Algunos dicen que son medidas recaudatorias pero yo tengo constancia que muchos de ellos, cuestan al Estado mucho dinero pero se mantienen porque consiguen cambiar nuestras conductas aunque sea por miedo.
El no beber una copa cuando vamos a conducir o el ir a la velocidad adecuada puede marcarte la diferencia entre seguir viviendo o no.
D.D.- Y, por ejemplo, ¿De la última noticia que ha salido de que se podrá circular en algunas vías a 130Km/hora?
F.U.-Soy partidario de una velocidad selectiva dependiendo del tipo de vía, la climatología y las circunstancias del tráfico.
D.D.- ¿Qué cambiarías de las políticas viales actuales?
F.U.-Se proponen muchos planes viales que no se ponen en marcha por falta de dinero. Considero que debemos buscar soluciones y alternativas para aquellos problemas que sí se pueden solucionar con poco dinero como puede ser el eliminar la doble dirección de las calles con mayor siniestralidad.
También considero un factor muy importante el formar a las víctimas de accidentes de tráfico e introducirnos en los planes integrales. Nuestro testimonio puede concienciar y calar mucho más a la gente que algunos porcentajes o cifras.
D.D.- ¿Cómo es tu día a día?
F.U.-Me levanto con la inquietud de cómo voy a sacar el día adelante sin agobiarme y la incógnita de cómo reaccionará mi cuerpo. Soy consciente, en todo momento, de que mi vida está programada: tengo que levantarme dos horas antes de salir de casa para tomarme una pastilla que me permita poder moverme adecuadamente, realizar estiramientos… En el hospital me enseñaron que si me adecúo de forma correcta a las circunstancias, puedo llevar una vida más o menos normal pero que una mala ejecución puede causarme la muerte.
D.D.-¿Cuál es tu filosofía de vida?
F.U.-Mi filosofía de vida es: “La vida es tiempo, va en una dirección y yo estoy aquí para contarla. Nadie puede retroceder en la otra dirección y todo son momentos. Estés como estés, aprovecha que estás”.
D.D.-¿Cuál es tu objetivo personal?
F.U.-Disfrutar del día con lo que hago y con lo demás. Ahora mismo mi prioridad absoluta es mi familia.
D.D.- Y ¿Tus planes para el presente y futuro?
F.U.- Continuar con la campaña “Te puede pasar” en los colegios y la de “Agárrate la vida” en las universidades, con las que pretendo concienciar a los más jóvenes. También con los talleres Tavesal para los delitos de Tráfico.
Por supuesto, seguir dando servicio a todos los asociados de AESLEME en Aragón y luchar por la calidad de vida de las personas discapacitadas.
A título personal, estudiar e investigar para disfrutar aprendiendo y poder contribuir a que haya menos muertos y heridos en las carreteras.
Por ejemplo, ahora estoy trabajando en un blog en el que recojo fotografías de flores que se encuentran en las carreteras e investigo un poco la historia de esa persona. El 60% de lo que retenemos son imágenes por lo que esta iniciativa la veo una buena forma de concienciación.
Y mi plan más importante: seguir soñando y trasformando mis sueños en realidad.
Informa: Leyre Beazcochea
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