María Teresa González es una estudiante de cuarto curso de Medicina en la Universidad de Zaragoza. Es una joven luchadora que siempre consigue lo que se propone. Procede de una familia muy humilde y nunca le han regalado nada. Por ello, desde pequeña trabajó duro para sacar unas notas que le permitieran tener un amplio margen para estudiar una carrera con futuro.
“Está muy bien eso de la vocación, pero yo siempre he tenido muy claro que lo importante es trabajar en algo que el día de mañana te permita comer, por eso elegí la Medicina”, expresa la futura médica con rotundidad. Y es que ciertamente siempre habrá enfermedades que curar y enfermos a los que tratar.
Sin embargo, el futuro de los nuevos profesionales de la sanidad es algo que preocupa bastante a profesores y alumnos. No hay plazas fijas para todos y es probable que la mayoría de ellos cuando terminen la especialidad no puedan quedarse en el hospital residente como adjuntos. Pero, ¿de dónde proviene este problema?
Según la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), antes de salir de la crisis los médicos españoles en paro alcanzarán la cifra de 15.000. Por otro lado, la tasa de enfermeros españoles en paro ha aumentado más del doble desde mayo de 2010 (con cifras de 6.927 enfermeros en paro) a mayo del 2012 (con cifras de 16.375 enfermeros en paro), aunque la cifra actual es mucho mayor. Mientras tanto, las listas de espera no disminuyen.
Alicia Lozano, estudiante de tercero de Medicina de la Universidad de Zaragoza da su opinión al respecto: “Se otorga cada año más dinero público a hospitales privados, de modo que queda menos dinero para los hospitales públicos y además el Gobierno tiene que seguir recortando en sanidad pública, lo que supone un recorte en personal: menos médicos y menos enfermeras”.
Para María Teresa González una posible solución sería recortar el número de alumnos que entran a estudiar tanto Medicina como Enfermería. “Hay demasiados números clausus, cada promoción entran unas 500 personas a la carrera de Medicina; el sistema MIR también está en riesgo y creo que deberían acotar este problema, no cerrando facultades, pero sí minimizando el número de alumnos por clase y así poder hacer más prácticas”, explica esta estudiante.
Muchos estudiantes ven en la sanidad privada una alternativa interesante. Carolina Lencina ha finalizado este año su grado de Enfermería en la Universidad San Jorge y considera que la situación actual para encontrar trabajo en el sector sanitario es tremendamente complicada. “En la facultad he obtenido bastantes conocimientos de Traumatología que luego he podido reforzar con prácticas en el Hospital Viamed Montecanal. Mi universidad ha potenciado mucho las prácticas de alumnos en clínicas privadas y tal y como está el panorama creo que es la opción más inteligente”, confiesa esta enfermera recién graduada.
Recortes de personal, redistribución de las vacaciones para evitar la contratación, aumento de estudiantes debido a la falta de empleo, deuda. El futuro de los profesionales sanitarios parece oscuro y complejo, pero las ganas de salir adelante y el espíritu luchador no abandonan a estos estudiantes. María Teresa González no pierde la esperanza: “Creo que tenemos el mejor sistema sanitario, hay problemas enormes de gestión, pero, por ejemplo, en el tema de trasplantes somos la potencia mundial. Pelearé con uñas y dientes y conseguiré ser una gran médica”.
Informa: Cristina Alda
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