Entrevistas

Veru Rodriguez: «La gente los ve como discapacitados, pero podrían verse como una minoría lingüística»

Hijo de padres sordos considera que  este sector es conocido como el de la “discapacidad invisible”. Pero él prefiere verlo como una minoría lingüística, con todos sus derechos. Veru Rodriguez es el fundador de IDendeaf, una productora audiovisual en lengua de signos. Esta productora no solo ha producido la primera serie española en lengua de signos: Mírame cuando te hablo, sino que además pretenden formar en esta disciplina: el cine para sordos.

Veru Rodriguez sueña con una "televisión apta para todos los públicos". Fotografía: Voz de Galicia.
Veru Rodriguez sueña con una «televisión apta para todos los públicos». Fotografía: Voz de Galicia.

 Cómo nace IDendeaf?

Realmente nació pensando en un solo objetivo: crear contenidos de entretenimiento en lengua de signos.  Aunque luego nos dimos cuenta que para llegar a este punto era también muy importante ofrecer formación audiovisual en lengua de signos. Por eso les formamos en todos los aspectos del audiovisual: guion, interpretación, cámara, montaje…

Entonces, ¿este contenido también es creado por personas sordas?

La filosofía que hemos perseguido hasta el momento es que el equipo este formado en su mayoría por personas sordas, pero también oyentes. Por ejemplo, la serie «Mírame cuando te hablo» está constituida por un 90% de personas sordas.

Ud. no es sordo, ¿qué le vincula a este mundo?

Mi lengua materna es la lengua de signos, soy hijo de padres sordos. Así que conozco de primera mano lo que esto supone. Además, creo que la sordera probablemente no sea una discapacidad como se cree, de hecho es la única discapacidad que yo conozco que tenga lengua propia (la lengua de signos es reconocida oficialmente desde 2007 por la Ley 27/2007 aprobada el 23 de octubre)

Además, estudié audiovisuales.  Y me encanta. Me encanta porque tiene una riqueza tan grande. El cine en lengua de signos, es algo tan nuevo. Todo lo que había estudiado sobre narrativa planos, etc. se va al garete, todo tienen que empezar de nuevo desde que cambia el lenguaje. Es una nueva forma de hacer cine que es increíble.

¿Y no basta con los subtítulos?

Los subtítulos en pantalla y los intérpretes simultáneos son accesibilidad, pero es que esto no es lo que ellos quieren. Ellos demandan productos en su propia lengua: tenemos una lengua y queremos ver actores sordos, queremos ver las noticias en lengua de signos, queremos dibujos animados para niños sordos también. La accesibilidad no cumple la demanda que ellos exigen.

Además, si partimos de que la lengua de signos es reconocida a nivel estatal también tienen ciertos derechos. Igual que catalanes o gallegos tienen derecho a tener sus propios contenidos y su propia televisión. Claro, la gente los ve como discapacitados, pero podrían verse como una minoría lingüística.

¿Y alguna cadena contempla en su programación contenidos en lengua de signos?

Cortometrajes hay bastantes, pero por ejemplo, series solo hay una en Inglaterra y «Mírame cuando te hablo», que la producimos nosotros.

En Estados Unidos hay un canal 24 horas donde sí que el contenido es en lengua de signos: informativos, dibujos animados,…producen todo tipo de contenidos.

Cuéntenos cómo es el cine para sordos

Eso es lo que me pregunto yo. Cuando nos planteamos en serio hacer la serie no sabíamos de dónde tomar referencias. No había nada.  En el cine al final son copias de copias de copias, pero del cine en lengua de signos tienes que estar inventando y reinventando continuamente.

Había quienes decían que esto era técnicamente imposible, pero al final se ha visto que no es así. Además, aprendimos muchísimo y en esta segunda temporada no solo hemos vuelto a reinventar, sino que aprendimos de nuestros fallos y hemos mejorado considerablemente.

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Frame de «Mírame cuando te hablo».

¡Incluso habéis hecho cortos de animación!

Sí, llevamos casi un año con el cortometraje de El Intruso, nos da tantos quebraderos de cabeza… es que en la lengua de signos, aunque parezca mentira, el 90% lo comunicas con la cara, no solo son las manos. Además tampoco existen referencias, volvemos a lo mismo de antes.

¿Existe demanda de estos productos?

Hay más de un millón de personas sordas en España, así que hay demanda y es rentable, ¡ya quisieran otros productos tener esa audiencia! Pero aunque no lo fuera estamos hablando de una lengua oficial, y por tanto existe un deber social y moral de que por lo menos la televisión  pública ofrezca este tipo de contenidos.

Es que la sociedad hemos pensado que con la accesibilidad era suficiente. Que los subtítulos y lo intérpretes eran suficientes, pero nadie se ha atrevido a preguntarles que es lo que quieren. Nosotros les preguntamos y quieren contenidos propios.

Vuestro producto estrella es sin duda Mírame cuando te hablo

Sí, era una idea que rondaba mi cabeza hace tiempo. Llevaba años trabajando en una productora, pero me quedé sin trabajo, así que decidí lanzar este proyecto. Todos nos lo tomamos como algo personal y empezamos a tirar del carro: cuatro actores principales, mi compañera Marusa (que es guionista), mi hermano y yo.

Había muchísima gente que no creía en el proyecto, que decir que era técnicamente imposible, que no estaba dirigida a un producto generalista, que no podía funcionar como un producto que se pueda consumir diariamente…pero al final hemos demostrado que no es así, que puede funcionar perfectamente

Sacamos adelante la primera temporada con 40 actores y 13 capítulos. Fueron demasiados, fue una locura, pero había muchas ganas. La temporada se estrenó en octubre de 2014 y el éxito fue algo totalmente inesperado: conseguimos más de 150.000 reproducciones. Fue un producto diferente que funcionó. Nos llegaron mensajes de todo el mundo diciéndonos que era una pasada, que el audiovisual estaba renaciendo, etc. Para los medios que teníamos fue un éxito, una página  en Facebook y poco más.

Lo que persigue esta serie poder sentar en una misma sala a una persona oyente y  una sorda sin que ninguno se sienta discriminado. Eso que es lo que me pasaba a mí con mis padres cuando nos sentábamos a ver una peli, y esto les sigue pasando a muchas familias formadas por personas sordas y oyentes.

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Rodaje de la 2º temporada de «Mírame cuando te hablo». Fotografía: IdenDeaf

¿Alguna televisión ha mostrado interés en esta serie?

Son varias, sí. Por ejemplo con TVE. Hay un interés, pero estas cosas van muy lentas. La pega principal ahora mismo es el dinero, pero no los descartamos para más adelante.

¿Es complicado un rodaje donde el 90% del equipo está formado por personas sordas?

Podría contarte mil anécdotas. No es complicado, ni es más difícil, solo que es diferente. Tiene ventas, ya que en un rodaje podemos estar 10 técnicos y 40 actores y todos podemos comunicarnos sin hacer ningún tipo de ruido.

Pero por otro lado, las personas sordas a veces no son silenciosas, el concepto de ruido no lo tienen asimilado. En ese momento es cuando tú tienes que estar ahí: oye, cuidado que la ropa hace ruido, no cierres  la puerta tan fuerte y cosas así. No es difícil o más complicado, es diferente.

Los Goya últimamente se han retransmitido con intérpretes simultáneos, ¿es esto un avance en la concienciación?

No, porque seguimos hablando de accesibilidad. Hay unas leyes que obligan a las televisiones a  tener un mínimo semanal de accesibilidad, pero no lo hacen por voluntad ni tienen contenidos propios en lengua de signos. Se ciñen a lo que dictamina una ley.

Se refiere a Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de la Comunicación Audiovisual. La cual se inicia de la siguiente manera: “La industria audiovisual se ha convertido en los últimos años en un sector cada vez con mayor peso y trascendencia para la economía. Los contenidos audiovisuales y su demanda forman parte de la vida cotidiana del ciudadano actual. No se concibe el mundo, el ocio, el trabajo o cualquier otra actividad sin lo audiovisual”. Y la cual, en su artículo 8.2,  deja claro que “las personas con discapacidad auditiva tienen el derecho a que la comunicación audiovisual televisiva, en abierto y cobertura estatal o autonómica, subtitule el 75% de los programas y cuente al menos con dos horas a la semana de interpretación con lengua de signos”.

¿De qué depende entonces?

Básicamente de la voluntad política y del conjunto de la sociedad. Tenemos que concienciarnos y saber que esta gente necesita también su espacio.

Pero voluntad, porque nosotros ya estamos haciendo contenido. Y no solo nosotros, en España hay 4 entidades que generan contenido en lengua de signos ahora solo falta que una televisión apueste por ellos.

¿Y Dios es sordo?

Eso nos lo preguntamos aquí en el equipo (risas). Tenemos un cortometraje que se plantea eso en clave de comedia. Yo no sé si será sordo, pero puede ser.

Fotograma del cortometraje "¿Dios hay?"
Fotograma del cortometraje «¿Dios hay?».

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Universidad San Jorge