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Marina Mucientes, positivo en COVID-19 durante 52 días: «Pensaba que la única forma de solucionarlo era pidiendo ayuda profesional»

n 17% de los pacientes recuperados de COVID-19 podría seguir siendo portador del virus, según un estudio realizado por la la  Fondazione Policlinico «Agostino Gemelli» de Roma (Italia) publicado en  American Journal of Preventive Medicine. Es el caso de Marina Mucientes, una joven gallega de 25 años, residente en Madrid, que se contagió entorno al 19 de septiembre y que, durante 52 días, siguió dando positivo en coronavirus. Dicha situación ha afectado a su salud mental, aumentando su ansiedad y cambiando sus rutinas. Independientemente de no poder contagiar, recibir un positivo en covid-19 durante tanto tiempo afecta directamente al estilo de vida de una persona. 

Por Cecilia Policart

¿Cómo se enteró de que era positivo en covid-19?

Me fui a hacer una prueba al hospital. Primero llamé al número de emergencia que tenían en Madrid y me dijeron que llamase a mi centro de salud. Llamé al centro y me dijeron que estaban saturados y que fuese al Clínico San Carlos, que era el hospital de referencia. Me planté allí al día siguiente de dar síntomas, martes 22 creo que era. Me hicieron una PCR y, alrededor de 48 horas después, me dieron el positivo. 

¿Qué síntomas tuvo?

Empecé con muchísimo cansancio, me notaba muy cansada. Ese mismo día, dormí siesta, que yo no suelo hacerlo, y al despertarme me encontraba muy mal. Sentía que tenía fiebre, me tomé la temperatura y, efectivamente, tenía fiebre. Seguí muy cansada y ya al día siguiente me apareció un dolor de cabeza terrible y mucho dolor de espalda. Al siguiente día, mucha congestión, al siguiente tos. Sentía como que cada día aparecía un síntoma más. De hecho, al décimo día o así perdí el gusto y el olfato. Pensaba «Yo no me voy a recuperar, voy a ser de esas personas que va a estar un mes fatal tirada en la cama». El hecho de estar cada día teniendo un síntoma más no me daba ninguna esperanza, me hacía estar alicaída. Un día me sentía mejor y decía «ya está», pero aparecía otro síntoma y me sentía como desganada, y pensaba «Quiero salir de aquí, no quiero seguir encerrada». También tuve presión en el pecho, lo que me asustó muchísimo porque pensé que ya lo siguiente era la falta de respiración. Además, soy asmática y me preocupaba porque eso parece ser que es indicador de riesgo. Al final, no tuve nada de eso, ni me tuvieron que ingresar. No me pasó nada grave y bueno, gracias a Dios no fue a más. 

¿Cómo era uno de sus días cuando estaba aislada en su habitación?

Marina podía verse con su novio en la galería de su habitación. Fuente: Marina Mucientes.

Como podía ir a clases online intentaba despertarme. Me conectaba, pero sinceramente no atendía mucho porque no me encontraba bien. Mi compañera, Miren, me traía un café como a las 11 de la mañana o así, me lo tomaba, después terminaba las clases, tomaba un poco el sol porque dicen que tomar el sol es muy bueno y, gracias a Dios, tengo una terracita y me ponía a hablar con Miren que ella también estaba tomando el sol, alejada lógicamente. Después me traía la comida mientras me duchaba, y una vez que comía me volvía a meter en la cama porque estaba agotada y me pegaba toda la tarde durmiendo. Llegaba la noche, cenaba y me volvía a dormir, o sea, prácticamente todo el día durmiendo porque estaba «k.o.». Respecto a lo de salir al baño, salía con mascarilla y guantes e intentaba salir cuando veía que Miren estaba fuera de mi rango la avisaba, al principio siempre la avisaba, pero luego intentaba estar atenta para no ser una pesada y cuando ella estaba en su habitación salía yo. 

¿Sabe cómo se contagió?

No, de hecho, no estuve en contacto con un positivo anterior. Es cierto que estuve con gente que sí dio positivo, pero empezó a dar síntomas el mismo día que yo, entonces no sé sabe quién contagió a quién, quién era el foco. De hecho, mi novio estuvo conmigo el primer día que empecé con síntomas y no ha dado positivo. Se hizo PCR y dio negativo. Mi hermana dio positivo después de estar conmigo, pero tampoco sé si la contagié yo. 

¿Cuántas pruebas de detección de coronavirus llegó a hacerse?

Me hice cuatro PCR y una prueba serológica.

Me afectó porque yo no quería volver a la universidad mientras no diese negativo

¿Tuvo que esperar mucho para recibir los resultados a dichas pruebas? 

La primera tardó 48 horas, la segunda tardó como un mes, lo que me pareció una barbaridad. Me afectó porque yo no quería volver a la universidad mientras no diese negativo. Entonces, era un poco desesperante en el sentido de que yo quería volver, pues no es lo mismo hacer las clases online que ir presencialmente. Eso me hacía estar de bajón porque seguía encerrada en casa después de haber estado enferma y quería salir porque ver la luz del sol, andar, etcétera, es algo que te da mucha más felicidad. 

¿El personal sanitario le advirtió de que pasado el aislamiento de 14 días podía volver a su vida normal?

Me dijeron que tenía que hacer confinamiento de 14 días y que, después de eso, podía salir y hacer vida normal sin ningún problema. Pero a mí me parecía un riesgo meterme en un transporte público, ir a la universidad, etc.

¿De qué forma le afectó estar durante tanto tiempo dando positivo?

Me afectó negativamente. Además del hecho de no poder volver a la universidad de forma presencial, también porque me tenía que hacer las pruebas de la alergia. Una de las pruebas es la espirometría, que consiste en respirar en una habitación cerrada con mucha fuerza y, si das positivo, no te hacen esa prueba porque es altamente contagioso y lógicamente no me la podía hacer. Esto retrasaba que pudiese hacer esas pruebas y me pudiese hacer la vacuna de la alergia.  Suelo empezar a tener alergia por el mes de noviembre, entonces estoy ya fastidiada desde entonces y, si no me puedo hacer la vacuna, peor, porque una vez que empiezo con síntomas ya no me la pueden hacer. Fue una serie de acontecimientos negativos para mí. Anímicamente estaba ya un poco harta de decir «no estoy haciendo nada mal, me encuentro ya bien», a pesar de que sí que estaba muy cansada, pero yo lógicamente quería hacer mi vida normal y no podía por todas estas razones. 

Era un poco triste estar encerrada en una habitación sabiendo que no tenía a nadie cerca

El hecho de tener tantos síntomas de cara a posibles secuelas, ¿le suponía una preocupación?

No, la verdad es que eso no me preocupó, no lo pensaba, pero es cierto que sí que las he tenido y, de hecho, cuando ya di negativo y me hice la prueba de la respiración para la alergia me dijeron que estaba un poco mal de respiración y estoy en tratamiento ahora para eso. Estoy con un inhalador que no es el típico Ventolin de toda la vida, es otro que parece ser es más fuerte. 

¿Le afectó el hecho de pasar la enfermedad en un piso solo con una compañera y lejos de su familia?

A Marina cada día le hacía la comida su compañera Miren. Fuente: Marina Mucientes.

Cuando estoy enferma me apetece estar con mi madre, en mi casa. Acababa de llegar a Madrid a un piso con cuatro personas que no conocía y, gracias a Dios, solo estaba una de ellas, o sea, no había riesgo de que se contagiasen más. Me afectó por el hecho de que yo quería estar con mi familia, con gente cercana, no con una persona que acaba de conocer. Pero, lo cierto es que tuve mucha suerte con esta persona porque me cuidó un montón, me hacía la comida, me daba conversación… Era un poco triste estar encerrada en una habitación sabiendo que no tenía a nadie cerca, pero bueno, podría haber sido peor. 

¿De qué forma le ha afectado mentalmente esta situación? 

Cuando empecé con síntomas solo me apetecía estar tumbada en la cama y no pasaba nada. Pero cuando empecé a encontrarme mejor y estaba encerrada en una habitación sí que me empezó a afectar por el hecho de desesperarme porque no paraba de tener síntomas y me agobiaba más el hecho de estar encerrada en cuatro paredes. Mi padrino falleció por coronavirus durante ese periodo en el que yo estaba dando positivo, y esto me agobió mucho. Después de haber estado quince días encerrada, encontrándome mal, de repente, me encuentro con la situación de que fallece mi tío. Ya llevaba un retraso en la universidad importante, y, claro, cuando aparece esta situación, mi familia necesitaba un apoyo y me sentí como obligada a dar ese apoyo. 

¿Llegó a sentir ansiedad?

Sí, tuve muchísima ansiedad y, de hecho, todavía me quedan algunas cosas de eso. Por ejemplo, a veces no controlo bien mis nervios. Me afectó muchísimo mentalmente.  Sentía mucha responsabilidad con que yo tenía que cuidar a mi tía porque sentía que yo soy estudiante y mis primos tienen sus familias y sus trabajos y que mi hermana está opositando y entonces ese estudio es mucho mayor que el que tengo que tener yo. Entonces la responsabilidad recaía en mí y a mí eso me generaba muchísima ansiedad. Como que me intentaba cargar con el peso de todas las emociones de todo el mundo y no me paraba a pensar qué necesitaba yo. Tampoco me paraba a pensar, por ejemplo, que igual no podía cargar con las emociones de los demás. 

¿Ha llegado a creer que necesitabas algún tipo de ayuda psicológica para sobre llevar la situación?

Sí, de hecho, me preocupaba mucho, pensaba que la única forma de solucionarlo era esa, pidiendo ayuda profesional. Creo que el que me diesen el negativo,  empezar a hacer vida relativamente normal y dejar de estar tan cansada me hizo empezar a estar mucho mejor y decir que quizá no era tan necesaria esta ayuda. El hecho de contárselo a mis compañeros de piso me ayudó un montón porque yo pensaba que la única salida era pedir ayuda profesional, y ellos me dijeron que no tenía por qué, que si realmente no estaba tan mal y yo podía salir de esa sola no tenía que hacer un mundo si realmente no era un problema. También pensaba que si iba al psicólogo se iba a alargar mucho porque estar en tratamiento de unos dos años tampoco me apetecía nada decírselo a mis padres. Que hubiese pasado lo de mi padrino y que mi hermana y yo diéramos positivo a mi madre le afectó, no quería darle una preocupación más. No tenía los medios para pagar el psicólogo, porque si yo los hubiese tenido, en el primer momento hubiese ido a un profesional sin duda. 

A nivel general, ¿cree que situaciones como la suya pueden ser perjudiciales para la salud mental?

Marina se realizó cuatro PCR. Fuente: Marina Mucientes.

Sí. Creo que afecta muchísimo, y yo he tenido muchísima suerte porque he tenido una compañera de piso que me ha estado cuidando y, en general, personas a mi alrededor que me han ayudado a superar esta situación. Mi novio también ha estado a mi lado a diestro y siniestro y es un apoyo incondicional, y una persona que no lo tenga se puede hundir. Es una situación que puede parecer que no tiene importancia, que parece un catarro cualquiera, pero no es así porque la sociedad está juzgando mucho, se está volviendo muy egoísta con este tema, gracias a Dios no toda. Eso también afecta, y el que te traten como una apestada, lo que pasa en muchas ocasiones, yes doloroso. 

¿Ha sentido desprecio por el hecho de haber estado contagiada?

Sí, mucho. Estar yo en la cama con 42 de fiebre y la gente diciéndome «Oye que te vayas ya a hacer una PCR» y vete tú a hacer una PCR así, que me estaba muriendo. Muchos feos y, de hecho, amigas muy cercanas que, en vez de preguntarme cómo estoy, decirme «Oye yo estuve contigo hace x días» y yo «Gracias, o sea, estoy muriéndome en la cama, pero…». Fue mucha presión por el hecho de hacerme una PCR. En cuanto empecé con síntomas se lo conté a todo el mundo con el que había estado siete días antes, porque es lo que me pareció lo prudente. Pero, sinceramente, sentí que fue lo peor que hice por toda la presión que tenía encima de la gente, muy egoístas. 

¿Sintió estrés o presión de haber podido contagiar a alguien?

Sí, sobre todo gente que vivía con sus padres. 

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