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Eugenia de la Rosa, Comisión Europea: «La desinformación no tiene fronteras»

Lucha contra la desinformación
La desinformación es una batalla constante en el periodismo. Foto: Antonio Oliver

La lucha contra la desinformación, los bulos y mentiras en los medios o redes sociales es algo que cada vez la gente sufre más y es complicado de detectar. Expertas de diferentes plataformas e instituciones reunidas en el Congreso de Periodismo de Huesca han advertido del peligro que tienen las informaciones falsas en la opinión pública y el cómo poder acabar con ellas.

Con la desinformación lo que se busca es erosionar a la sociedad, lo que se da en todas las partes del mundo de muchas maneras diferentes. Es muy importante tener en cuenta que algo tan grande como la Unión Europea es foco de “fake news”. Hay personas que se dedican a ello y logran extender muchos contenidos incorrectos.

El moverse en ese terreno es realmente complicado porque choca contra uno de los derechos fundamentales como es el derecho a la información. El conseguir que la verdad fluya es un trabajo fundamental y necesario. “La desinformación no tiene fronteras”, afirma Eugenia de la Rosa, responsable de prensa de la Comisión Europea en España. 

Las herramientas para detenerla

Para paliar este fenómeno se trabaja en ámbitos como la protección del periodista ante programas espía. Un objetivo de la Unión Europea es lograr conocer quienes son los propietarios de los medios. Saber quiénes son exactamente y que no haya ocultamientos. Además de blindar a los periodistas ante las demandas estratégicas de empresas para que estos no hablen. “Se está trabajando en que este tipo de aspectos causen el menor daño posible a los periodistas”, dice de la Rosa.

Otra de las herramientas con las que se trabaja para paliar la desinformación son los llamados ”verificadores”. Son personas que se encargan de comprobar en diferentes redes sociales o sitios webs que su información sea fiable y no bulos o mentiras. Ahí entra la misión de Maldita.es Con ellos, aparte de contar con los llamados verificadores, también se trabaja para que las páginas que hacen desinformación no puedan tener publicidad o, que la gente que la realiza, no se pueda beneficiar.

“Si queremos proteger nuestra profesión y nuestra industria tenemos que ponernos de acuerdo en qué es un medio de comunicación y lo que son páginas que parecen medios de comunicación”, afirma Clara Jiménez, cofundadora de Maldita.es. En la ponencia, se ha hecho referencia a que uno de los problemas es que la ley de libertad de medios que se está tramitando en Europa no define lo que es un medio de comunicación. Es decir, no refleja lo que debe incluir a nivel de contenido.

Proteger el trabajo del periodista es un objetivo fundamental. Foto: Congreso Periodismo de Huesca.

Un problema global y político

Natália Leal, directora de la Agencia Lupa (primer sitio web dedicado a la verificación de los hechos en Brasil) comenta que están discutiendo una ley sobre la desinformación, ya que encuentran muchos problemas. Concretamente en un artículo en especifico en el que obliga a la protección de políticos para que la misma inmunidad que tienen en el mundo real la tengan también en el digital.

“En las últimas elecciones en Brasil, gran parte de los bulos y mentiras se originaron por los políticos en el congreso”, afirma Leal. Incluso los contratos que tienen con diversas plataformas de información les impiden a estas agencias detectar y señalar algo que es mentira o incorrecto. “No podemos decir que lo que un político ha dicho es una mentira porque nos lo tildan de restricción al discurso y es algo muy polémico”, dice Leal.

Whatsapp es la principal vía en España

“Las campañas de desinformación en España se testean en Whatsapp y, si ahí funcionan, pasan al resto de redes”, afirma Clara Jiménez, cofundadora de Maldita.es. Esto es un problema, ya que las grandes plataformas sí que han firmado el código de las buenas prácticas de autorregulación de la Unión Europea y Whatsapp y Telegram no. 

En el resto de Europa la red de mensajería directa no es un problema debido a que la gente no consume mucha información a través de la misma, pero en España un 36% de personas consumen noticias en la red del icono verde. En la época de la pandemia, Maldita.es recibía más de 2000 mensajes al día con cuestiones de los usuarios sobre si cierta información era fiable o no. 

Para poder contestar y resolver las dudas crearon un chat que respondía automáticamente y que sigue activo a día de hoy. Esto les permite generar un gran cantidad de datos para entender cómo se comparte la desinformación, cómo fluctúa y cómo se transforma en diferentes formatos. De esa manera, poder seguir frenando las mentiras y que el ciudadano esté correctamente informado y no sea engañado.

Universidad San Jorge