Por Irene Mazana
La población española se ha visto sometida a una situación inédita que se aleja completamente de la normalidad: la libertad a la que está acostumbrada el ser humano, se ha quedado encerrada en las cuatro paredes de cada casa. La pandemia del coronavirus ha debutado de una forma tan explosiva que ha supuesto un cambio brusco e inesperado. Su gestión emocional es importante, no solo para la población general sino para los sanitarios que, además, están lidiando con muchos impedimentos.
Un médico especialista en neumología, que prefiere preservar su anonimato, trabaja en uno de los hospitales con más afluencia de enfermos contagiados de Madrid. Él es uno de los miles de médicos que denuncia los problemas que deben atravesar los sanitarios, pues trabajan con una enorme precariedad y sin los sistemas de protección adecuados.
«Tenemos que elegir entre pacientes»
Los hospitales no tienen la dimensión suficiente para tratar a todos los enfermos, y esto obliga a los sanitarios a enfrentarse a un “durísimo dilema moral”, según alega el especialista en neumología, porque “no podemos tratar a todo el mundo”. En el caso de su hospital, el médico asegura que “la situación es devastadora”.
“Estamos teniendo una afluencia de enfermos que no es asumible por el sistema sanitario”, señala el doctor. Hay hospitales en los que las UCIS han cubierto toda su capacidad de manera que “nosotros tenemos que decidir en qué pacientes es más eficiente el tratamiento”, explica el especialista.
En otras palabras, con las UCIS saturadas, en caso de que llegue un enfermo muy mayor y hay otro joven “se le debe negar a la persona mayor el tratamiento” por falta de material sanitario.
“Es muy duro psicológicamente”, subraya el médico, “somos nosotros quienes tenemos que elegir entre pacientes”. Los sanitarios se enfrentan a un dilema moral que deja en ellos una importante carga psicológica.
Además, este dilema va enmarcado dentro de “una presión existencial, hasta ahora desconocida, y de una fatiga física muy importante”, confiesa el doctor. Después de jornadas de más de doce horas, los sanitarios deben estudiar y profundizar por las noches sobre el Covid-19, “tenemos que estar al día y pendientes de los avances que van publicando”, señala el médico madrileño.
LOS EFECTOS DEL #QUÉDATEENCASA
La medida más drástica que trae el Covid-19, a nivel social, es probablemente el aislamiento domiciliario. Pronto los efectos del #QuédateEnCasa, comenzarán a mellar en el estado emocional de cada uno y a tener efectos a nivel psicológico.
Fue en Italia donde empezaron a sufrir las consecuencias los primeros españoles, especialmente los jóvenes, cuando estudiantes Erasmus empezaban a regresar a España por miedo a la evolución de la situación. Por aquel entonces, se criticaba la histeria y el alarmismo social, como si los ciudadanos no quisieran aceptar la situación que ya es hoy una realidad.
Un confinamiento, 30 días de restricciones sin poder circular libremente por las vías públicas y todo por una responsabilidad común.
¿Este ejercicio ayuda a que la sociedad demuestre lo mejor de sí misma? ¿Cómo va a afectar este proceso en los españoles? Blanca García, licenciada en Psicología, analiza lo que supone esta crisis sanitaria.
Una crisis, según la psicóloga, supone “un punto de inflexión en el que las personas se tienen que adaptar a una nueva circunstancia muy repentina” y ello, está teniendo, “inevitablemente”, efectos en la salud mental de las personas desde que se decretó el estado de alarma. Para aquellos que tienen patologías previas de salud mental, esta situación les agrava su estado. No solo por ser más vulnerables a la hora de contraer la enfermedad, sino también por serlo dentro de sus casas, con una doble carga psicológica. Un ejemplo de ello son las personas con Trastornos Obsesivos Compulsivos como obsesiones de limpieza, la hipocondría, el miedo a enfermar o las somatizaciones.
«La clave está en aceptar la situación»
El confinamiento da lugar a emociones negativas como el miedo, la ira, ansiedad, tristeza o incluso la culpa. Sin embargo, la psicóloga recomienda tener en mente que “todas las emociones son adaptativas, las que nos gustan y las que no”. Por lo tanto, la clave está en aceptar la situación y las emociones, saber que “son normales en este momento”. “Hay que evitar enredarse en ellas y rumiarlas”, señala García.
«Una crisis implica una oportunidad para conocernos mejor e ir más allá de nuestros límites»
Enfrentarse a una crisis supone adaptarse a una situación nueva y ello puede dar lugar a un trastorno adaptativo. “El cambio siempre es estresante”, explica la psicóloga. Más aún, si se trata de un aislamiento, domiciliario en este caso, pues “hace que la sociedad se esté enfrentando un choque psicológico”.
Sin embargo, García asegura que esta crisisimplica “una oportunidad para conocernos mejor, para ir más allá de nuestros propios límites y ver hasta dónde podemos llegar como sociedad”.
Su conclusión es que hay que aprovechar esta situación “para crecer como personas”. Una de las calves para sentirnos útiles y valiosos, según la psicóloga, es tener conductas de ayuda con los demás. Durante los primeros días de confinamiento, la sociedad ya está mostrando su mejor cara.
El Colegio Profesional de Psicología en Aragón es consciente de los efectos psicológicos que provoca el confinamiento y los miles de colegiados aragoneses van a estar a su disposición, de manera altruista, para ayudar en todo lo que sea necesario.
«Es complejo porque nos resta libertad»
Su presidenta, Lucía Tomás, asegura que “durante y después del encerramiento en casa se desatará entre la población -casi de un modo inevitable- un malestar psicológico importante”. La gestión de ello es importante y Tomás añade que “deberá aprenderse a manejar desde dentro, poco a poco y día a día”.
“La ruptura de la rutina diaria es una adversidad a la que la gente debe adaptarse”, subraya la presidenta haciendo hincapié en que “es complejo porque nos resta libertad” pero, Tomás recomienda “poner todo de nuestra parte para aflore lo mejor y no lo peor de nosotros”.
SEPARADOS, PERO NO MUCHO
Las redes sociales se han convertido en un despliegue de iniciativas y movimientos que cumplen la función de interconectar y de mantener a la sociedad, de alguna forma, unida. Estas son algunas de las opciones que nos brindan para mitigar los efectos del aislamiento y las iniciativas que muestran lo mejor de cada uno.
Aplausos multitudinarios entre vecinos a las 20.00 horas todos los días, con el fin de rendir homenaje a los sanitarios y los trabajadores que se exponen al riesgo por intentar salvar las vidas de los perjudicados.
Las expresiones artísticas también están presentes simbolizando la situación. El arte, la música y la cultura se dan la mano para animar a los usuarios de las redes y facilitar la evasión al problema.
Comentar