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En la mente de asesino: Un CSI malo.

El asesino (Matthew Fox). Como enfilado de cocaína. Su ritmo cardíaco al máximo, nervios llevados al extremo y casi obligado por su cuerpo a no parar. Son algunos de los síntomas que le produce su droga favorita, el dolor. El personaje del asesino se mueve gracias a ese estímulo.
Su expresión de enfermo mental y sus ojos desorbitados y llenos de histeria le caracterizan como un paranoide de alma endiablada. El asesino, en la película apodado como Picasso, da mucho juego al comienzo del film. El rol que este personaje cumple es de una asesino a sueldo. Mata con un objetivo, dinero, y a unos objetivos, personajes reconocidos por el dinero que manejan. La violencia e inteligencia que demuestra supera a la de la policía de Detroit  quienes le siguen la pista. No solo pierde el detective Alex Cross (Tyler Perry) su rastro si no también su mujer. Pero Alex no es el único, su compañero de oficio y amigo desde la infancia Tommy Kane (Edward Burns) también pierde a su amante y compañera de trabajo. Ahí se desencadena el odio de ambos. Pasan de cumplir la ley a saltársela para convertirse ahora en los asesinos de Picasso.

Este filme de Estados Unidos, como no, cargado de acción, podría haber sido mejor. El juego que da el asesino divirtiéndose con el dolor desaparece en muchas ocasiones, siendo este el pilar de la película. La impresión que causa su imagen y comportamiento de difumina cuando se mezcla con escenas de esa especie de CSI que mezcla el trabajo con el amor. Se refleja la familia de un doctor del cuerpo de policía, Alex, con demasiado sentimiento. La película pierde violencia y acción a medida que entra en ese juego de mostrar la familia.

 

Esta historia no es la primera vez que sale a la luz en las grandes pantallas. Por primera vez en 1997 el director Gary Fleder llevó esta película, Morgan Freeman interpretó al famoso detective y psicólogo Alex Cross en ‘El coleccionista de amantes’. Años después, por segunda vez,  lo volvió a hacer en ‘La hora de la araña’, dirigida entonces por Lee Tamahori en 2001. Ahora, una de las 17 novelas de James Patterson ha vuelto a ser seleccionada para llevarla a las pantallas. En esta ocasión está dirigida por Rob Cohen ‘Stealth: La amenaza invisible’, ‘La momia: la tumba del emperador dragón’ y el personaje de detective está protagonizado por el americano Tyler Perry.

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Por Cristina Martínez

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