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Rosana Fuentes: Operación Columna de Nube, una nueva guerra asimétrica en Oriente Medio

El pasado 14 de noviembre de 2012 se inició la enésima ofensiva entre Israel y el cerco de Gaza, que desembocó en ocho días de enfrentamientos entre ambas facciones. Las lecturas fueron variadas: una ofensiva antiterrorista en respuesta a las provocaciones de Hamas, según Israel; o una excusa intervencionista siguiendo las fuentes palestinas. Atendiendo a los resultados trasladados por los medios de comunicación internacionales, se reconoce el asesinato de Ahmed Jaabari, número 2 de la rama armada de la organización palestina, además de la matanza de civiles (incluidos niños y mujeres) tras los cuales supuestamente se escondían “terroristas”. Los preliminares a las hostilidades fueron presentados mediante una campaña de Relaciones Públicas enmarcada en acciones de Press Agent -donde la propaganda y la mentira camparon a sus anchas-, que Israel denominó Operación Columna de Nube o Pilar Defensivo. ¿La traducimos mejor por Columna de Humo?

Se trató de nueva guerra asimétrica que recuerda a la Operación Plomo Fundido, iniciada el 27 de diciembre de 2008, de 22 días de duración. En aquella ocasión, Israel volvió a invadir para acallar los cohetes lanzados desde la Franja. Siguiendo los paralelismos, en 2008, se aprovechó el periodo de transición entre las administraciones estadounidenses de George W. Bush y Barack Obama trasladando otra campaña propagandística engañosa para justificar el ataque bélico. Las elecciones norteamericanas volvieron a estar presentes en 2012, de nuevo, favorables a Obama. Resultados que no convencieron al país hebreo: “[El Presidente norteamericano] no es bueno para Israel”, apuntaba el partido del Primer Ministro Benjamín Netanyahu y la derecha israelí, que temían nuevas presiones para “hacer concesiones” con los palestinos que, a su vez, han aprovechado para pedir al mandatario que apoye sus reivindicaciones. Netanyahu hubiera preferido la victoria del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Mitt Rotmney, a quien le une una amistad personal. A esa circunstancia se suma la posición de Rotmney respecto a las relaciones israelíes-estadounidenses: «Nosotros tenemos intereses coincidentes. Nosotros compartimos valores”, postura que trasladó durante su entrevista con Wolf Blitzer de CNN, donde resaltó que «la nuestra es una alianza basada no solo en intereses compartidos sino también en valores compartidos imperecederos».

Durante la Operación Columna de Nube, la diplomacia estadounidense representada por Hillary Clinton se apresuró a manifestar que trabajaría para alcanzar un acuerdo de paz duradero que “refuerce la seguridad de Israel y mejore las condiciones de vida de la población de Gaza”. Tregua que se atribuyó el grupo islamista Hamas que gobierna en la Franja gracias a la mediación egipcia, según se apresuró a declarar a Reuters. Lo que sí está confirmado fue la intervención de Egipto, que se consagra como la nueva potencia diplomática de la región, a pesar del órdago lanzado por su Primer Ministro, Mohamed Morsi, de reforzar sus poderes poniendo sus decisiones por encima del Poder Judicial. Una decisión faraónica que ha avivado la violencia en el país.

Ante este clima hostil, la Asamblea General de Naciones Unidas vota mañana la concesión a Palestina del estatuto de Estado Observador –lo que equivaldría al reconocimiento político del Estado palestino-. España, representada en este caso por el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, instó el 26 de noviembre a la comunidad internacional a ofrecer una solución a la Autoridad Nacional Palestina recomendando retrasar la votación para favorecer que palestinos e israelíes retomen las negociaciones de paz. Decisión trasladada al Embajador Palestino en España, Musa Amer Odeh, durante una entrevista concedida el 26 de noviembre a la radio de la USJ, que recibió apesadumbrado: “España siempre ha sido una aliada de Palestina, cualquier aplazamiento beneficiaría a Israel”. El resultado de esta votación internacional sería un paso más para que Palestina sea independiente. En ese caso, “ambos [Israel y Palestina] estarían condenados a entenderse” puntualiza Amer Odeh.

Musa Amer Odeh durante su ponencia en la Universidad San Jorge
Musa Amer Odeh durante su ponencia en la Universidad San Jorge

Habrá que esperar a conocer el resultado de la petición del Presidente Palestino, Mahmus Abbas, ante la Asamblea. Una decisión que, seguro, pesará en las próximas elecciones legislativas de Israel adelantadas al 22 de enero, cuyos partidos se enfrentan al cambio de posición de Washington sobre los asesinatos selectivos o a las presiones para que cesen los asentamientos ilegales. España, por coherencia con su tradición diplomática, parece probable que vote sí al Estado palestino -así lo hizo en 2011 cuando apoyó el ingreso de Palestina en la UNESCO-, aunque tal vez se decline a hacerlo para mantener el apoyo del mundo árabe y lograr así ocupar un asiento en el Consejo de Seguridad para el bienio 2015-16. En cualquier caso, el reconocimiento de Palestina como un Estado Observador tampoco parece que le vaya a facilitar un acercamiento con Israel. La vuelta a las negociaciones sobre el proceso de paz en Oriente Medio pasaría por forzar al cumplimiento por parte de Israel de la resolución 242 de la ONU, que ordena la retirada de todos los territorios ocupados en la guerra de 1967; y por poner fin a los atentados terroristas en las Franjas. La teoría –ya apuntada en sendas hojas de ruta- parece clara. Ahora bien: ¿Quién le pondrá el cascabel al gato?

Informa: Rosana Fuentes

Rosana Fuentes (rfuentes@usj.es) es Coordinadora de Movilidad del Grado de Publicidad y Relaciones Públicas. Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas y Doctora en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Pertenece al grupo de investigación “El periodismo como espacio creativo en Aragón”, reconocido como grupo emergente por el Gobierno de Aragón y es socia de la Sociedad Española de Periodística, SEP. Profesora de Relaciones Internacionales, Derecho Internacional y Diplomacia en Periodismo y la doble de Periodismo y Comunicación Audiovisual, así como de otras materias de grado y de postgrado. Autora de varios artículos en revistas científicas y capítulos de libros. Profesora visitante en Portalegre (Portugal). Periodista y Relaciones Públicas en diversas agencias y medios de comunicación. Destaca su experiencia en Efe, Periodista Digital, el Pueblo de Albacete o el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas, entre otros.

 

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