Entrevistas

Juan García Carabantes: «La actividad física en una persona con discapacidad tendría que ser una obligación»

Juan García pertenecía al club CAI Deporte Avanzado. Junto con otros cuatro compañeros que compartían su entusiasmo por competir fundaron  Aragua en 2010. 

Ana Aguirre

¿Cómo definiría Aragua?
Es una asociación deportiva que creamos por la necesidad de competir. Éramos un equipo de natación que entrenaba mucho y competía poco. La  natación es el deporte más aburrido si no compites, no encuentras alicientes. Buscamos patrocinadores pero eran totalmente incompatibles con el club en el que estábamos, por lo que decidimos fundar un nuevo club y tirar para adelante. El primer año solo hicimos competición porque no había tiempo para más, fue en el segundo cuando creamos cantera y una red de cursillos que nos dieran chavales nuevos para poder competir.

¿Qué edades contempla el club?
Ahora mismo tenemos 250 usuarios cuyas edades van desde los 3 años –desde donde nos permite el Ayuntamiento de Zaragoza – hasta la edad en la que la persona sea capaz de soportar un ejercicio mínimo, no tenemos tope. En una silla de ruedas hay gente que es totalmente dependiente y sin embargo, en el agua con pequeños impulsos es capaz de moverse.

¿Qué tipo de discapacidades hay en Aragua?
En el equipo de competición hay cuatro federaciones de cuatro deportes para personas con discapacidad intelectual, física, parálisis cerebral y los ciegos o personas que tienen deficiencias mensuales. Hasta este año teníamos a María Delgado como representante con deficiencia visual pero no salen niños.

¿Se dan dificultades a la hora de entrenar debido a las distintas discapacidades?
Hay diferencias entre los mismos iguales. Puede haber un chico con una discapacidad intelectual, como puede ser el autismo, que sea imposible de controlar y tengas que estar encima de él continuamente u otros que teniendo lo mismo, son muy dóciles, obedecen al profesor y son buenísimos en lo que hacen.

En Aragua, ¿solo compiten en natación?
Se puede decir que sí. Nacimos como equipo de natación. Ahora por ejemplo tenemos un chico que también nada pero que empezó a jugar a handball y lo estamos patrocinando, pero no queremos tener una sección deportiva para otro deporte de momento. Tenemos un chico que es amputado y ha ido a Polonia y a Ucrania, jugando con la selección española de fútbol. Además solemos hacer trimestralmente una actividad para socios y usuarios: el año pasado en julio bajamos con piraguas desde el Parque del Agua hasta Vadorrey; hicimos bádminton con la Federación Aragonesa de Bádminton; voleibol con la Federación Aragonesa de Voleibol; fuimos a Cantabria a hacer surf; Flip-Flap de gimnasia rítmica ha hecho actividades con nosotros, igual que balonmano La Jota. Cualquier centro deportivo que quiera tener una colaboración o al contrario, nosotros con ellos, nos ponemos en contacto y hacemos algo seguro.

¿Las competiciones se organizan según el tipo de discapacidad?
En la paralimpiada no pero en los campeonatos de España y menores se compite todos a la vez por tiempos. Te inscribes con un tiempo acreditado y a partir de ahí, hacen las pruebas que hay dentro del calendario.

¿Cómo se establecen las categorías?
En físicos y pc están de la s1 a la s10: la s1 es la lesión más severa y la s10 son por ejemplo la gente a la que le falta media mano, tiene que ser por debajo del nudillo, una amputación. De la s1 puede haber gente sin brazos ni piernas, hacen como pueden y es bestial.

«La cara de felicidad cuando están en el agua o salen de ella, es de lo que más orgulloso me siento»

¿Cuáles son los cambios que se producen para adaptar la competición a las diferentes discapacidades?
Por ejemplo nuestro primer presidente fue Javier Hernández, periodista que trabajó en Heraldo. Él no tiene brazos y para meterse a la piscina existe la posibilidad de que en el poyete dónde te agarras se ponga una cuerda o una cinta, él la cogía con los dientes; otros puede que no tengan fuerza para agarrarse y luego tomar el impulso, entonces lo que tienen es una cuerda para estar agarrados; a otros se les permite sujetarle los pies en la pared  para que no se separen antes de la salida. También está la posibilidad de salir desde el poyete sentado como hace Teresa Perales. Otra adaptación clarísima para evitar que los ciegos se golpeen al final, es la existencia de un monitor que va con un palo y un trozo de churro con el que le da un toquecillo en la cabeza o en el hombro para advertir que está a punto de llegar y tiene que girar. En otros deportes, por ejemplo en el caso del voleibol, se juega sentado en el suelo, con la red más baja pero con las mismas normas. Nosotros las adaptamos más ya que al no haber ningún club en España, no se conocen las normas. A unos se les permiten unas cosas que dentro de las normas oficiales no están permitidas.

¿Qué beneficios tiene el deporte para las discapacidades?
La actividad física en una persona con discapacidad tendría que ser una obligación y en el agua, esa actividad es muy fácil desarrollarla. Un chico que necesita ayuda en su vida, en el agua es fácil que él mismo sea autónomo. Yo en la natación encontré una ilusión. Para mí la cara de felicidad de esas personas cuando están en el agua o cuando salen es lo que más me llena y de lo que más orgulloso me siento de haber llegado a construir Aragua.

Desde su experiencia personal, ¿qué es lo mejor que ha encontrado en la natación? 
De la noche a la mañana yo empecé a tropezarme con una raya que había en el suelo, quería correr y no podía. Empezamos a buscar médicos para ver qué era lo que me pasaba. Fui a traumatología y me decían que no me pasaba nada. Hasta que un médico me realizó unas pruebas de reflejos y me aseguró que tenía algo neurológico. Fuimos al neurólogo y me diagnosticaron una atrocidad en el cerebelo. El palo es gordo. Te dicen que es degenerativo, que no hay nada que te puedas tomar. Me lo detectaron en el año 2000 y en 2001 empecé a nadar. El médico me dijo que para continuar teniendo coordinación lo mejor era la natación. Yo había nadado toda la vida en el Venecia, la mili la hice en buceadores del ejército. En el 2002 ya me llevé una medalla de bronce en el campeonato de España. Después del palo, encontré en la natación una ilusión. Deje de trabajar, me sentía útil y gracias a la fundación Aragua más.

En cuanto al estado anímico, ¿a todos les ayuda el deporte en su salud?
Yo creo que es general. La natación es un deporte individual pero nosotros hacemos que sea grupal al hacer que sea un equipo. Desde el vestuario nos ayudamos los unos a los otros, hay ambiente desde el primer minuto. El chico que ha entrado que le falta el antebrazo se llamaba Yan-Guan Escanilla, acaba de entrar y directamente se ha metido en el grupo como uno más. Eso hace que te ayude en todos los sentidos socialmente. Yo creo que todos los ejemplos que tengo alrededor son positivos.

¿El deporte les aporta mayor autonomía?
Hay gente que son súper protegidos en casa y ya si tienes una discapacidad, es relativamente normal que el padre o la madre digan: “Ay mi chico que no puede hacer eso, voy a hacerlo yo”. Han llegado chicos en silla de ruedas: “Ay cógelo, ponlo en el borde de la piscina” porque las piernas no las utiliza y nunca había intentado salir de la piscina por sus propios méritos. Estamos totalmente en contra de eso.

Buscan que tengan más independencia

Está bien pedir ayuda pero si tú eres capaz de hacer algo mejor ser autónomo siempre. Tenemos a niños que todo se lo hacían sus padres y ahora entran y salen de la piscina solos. Solo hay que buscar el cómo, cómo se puede hacer eso.

Universidad San Jorge