En el edificio de Rectorado de la Universidad San Jorge se encuentra el archivo fotográfico Jalón Ángel. Aquí Pilar Irala y Alicia Mellén conservan, digitalizan, investigan y difunden el fondo fotográfico de este afamado fotógrafo navarro del siglo XX, Ángel García de Jalón Hueto. Se definen como “una ventana para exponer y dar a conocer toda la obra de Jalón Ángel, la cual abarca desde los años 20 hasta los 70 del siglo XX y que se extiende por países como España, Francia, Italia o Marruecos”.
Fotografía y texto por Rebeca Oliva.
El archivo se creó gracias al hijo del propio fotógrafo, Ángel García de Jalón, quien estaba buscando un espacio para poner en valor el legado de su padre.
Dragón Digital se ha reunido con Alicia Mellén, documentalista del archivo fotográfico, para descubrir un poco más el trabajo de Jalón Ángel.
¿Era más fácil ser fotógrafo en el siglo XX?
Sin duda, pero sucedía como con todas las profesiones. En el caso de los fotógrafos del siglo XX no existían los móviles con cámara integrada, es decir, era más complicado adquirir una cámara, ahora es mucho más sencillo, sacas el móvil y haces una foto. Además, solo había tres o cuatro estudios fotográficos en toda la ciudad, hoy puedes tener tres en la misma calle, por lo que no había tanta competencia.
¿Y para formarse como fotógrafo que había que hacer?
Por la época, no existía una carrera universitaria para estudiar la materia, si no que entrabas como aprendiz e ibas formándote con el maestro hasta que te llegabas a convertir en un fotógrafo de verdad. Sí que es cierto que en el ámbito de los estudios era más complicado, por ejemplo, Jalón Ángel tuvo que desplazarse a Francia para formarse en fotografía. Él era de un pueblo de Navarra. O salías de tu zona de confort o en España no podías tener futuro para formarte.
¿Se nota la influencia de los estudios de Jalón en París?
Sí, Jalón aprendió y estudio allí por lo que siempre queda una herencia cultural y visual, pero siempre se mantiene la esencia de su propio estilo. Por ejemplo, hay muchos paisajes de Francia en toda su obra. Además, en el ámbito de los retratos, se observan corrientes francesas como el difuminado por detrás de los personajes. Tenemos pendiente hacer un viaje a Francia para ver si encontramos alguna fotografía más.
¿Qué conclusiones habéis obtenido del estudio fotográfico de Jalón?
Tenemos mucha bibliografía de la época en la que nos ha dado a entender cómo estaba la cultura en aquellos años. Las fotos de antes mostraban la situación de aquel preciso momento en el que se hicieron como las formas de vestir de aquella época o cómo era un paisaje en aquel momento. Podemos decir que la fotografía es un documento gráfico histórico, se puede saber cómo estaba en 1925 la plaza de España de Zaragoza y compararla con ahora. Es un recuerdo de nuestro pasado.
Hoy en día es muy difícil conseguir cursos de revelado manual. Me parece el error más grande que hemos podido llegar a cometer.
¿Y qué pretendéis comunicar a la ciudadanía desde este estudio?
Buscamos dar a conocer la obra de Jalón Ángel en toda su variedad. Hasta hace unos pocos años sus imágenes más conocidas eran las que realizó al General Franco y a otros miembros del gobierno y por ello, mucha gente asocia a Jalón con el régimen franquista, sin indagar más al respecto. Pero lo cierto es que Jalón Ángel tiene una obra muy rica y que al respecto de su relación con el régimen existen varias anécdotas a lo largo de su carrera. Por ejemplo, salió de España sin permiso para fotografiar a la familia real en el exilio o, en otra ocasión, la policía le desmotó su escaparate. Hay que comprender los contextos históricos y que Franco, siendo Director de la Academia Militar en Zaragoza, le reclamó por ser uno de los más famosos fotógrafos de la ciudad.. Por ello una importante parte de nuestro trabajo en el archivo es difundir la variedad de géneros y temas fotográficos en los que trabajó Jalón Ángel. De hecho, de las 27 cajas de negativos que tenemos, solo 1 es de material relacionado con el régimen. El resto son de paisajes, retratos, bodas, viajes, incluso fotografía documental.
¿Cree que los nuevos aparatos tecnológicos hacen frente a las cámaras de antes? Hay mucha pasión ahora por lo “vintage”.
Yo soy muy pro-nuevas tecnologías. Se han modernizado hasta tal punto que te permiten hacer una foto mucho más rápido que antes. La idea es que se vaya evolucionando para que los fallos de antes no se vuelvan a cometer. El simple hecho de poder ver la foto en el mismo momento y poder repetirla cuando sea necesario es fundamental. Para el ámbito del fotoperiodismo el avance tecnológico como las mejoras en la velocidad de obturación, la sensibilidad, los diafragmas, el iso, los objetivos… son fundamentales para enfrentarte a determinados contextos de luz o determinados géneros. En todo caso, en el ejercicio fotográfico, como manifestación creativa, es lícito recuperar sistemas clásicos, máquinas antiguas e incluso las técnicas analógicas ya que dan una estética visual muy particular.
Gracias a Jalón Ángel tenemos mucha bibliografía de la época que nos ha dado a entender cómo estaba la cultura en aquellos años.
¿Qué ofrece una fotografía de las que conserváis que no puede ofrecer una foto de hoy en día?
Cuando sabes cómo se hacían, cómo se revelaban o cómo se retocaban sabes apreciar el trabajo que llevaba una fotografía de la época, tan artesanal. El último aprendiz de Jalón Ángel nos contó que su maestro sacaba el negativo y hacia los retoques manualmente con lápiz y goma. Cuando te explican todo eso y lo trabajoso que era… no te puedes llegar a imaginar lo que costaba hacer y editar una fotografía. Hoy en día también hay procedimientos digitales para la edición pero el hecho de que hayamos perdido un poco la referencia de cómo se hacía anteriormente o que incluso hoy en día sea muy difícil de conseguir aprender el revelado manual a través de cursos me parece el error más grande que hemos podido llegar a cometer.
No lo sabemos apreciar porque no conocemos todo el trabajo que lleva detrás…
Claro. Hoy en día tenemos una foto de la misma persona diez veces en diferentes posturas, si no te gustan las borras y solucionado. Antes tenían que revelarlas para ver cómo quedaban. Era un proceso que llevaba su tiempo.
¿Se conoce a alguno de los aprendices de Jalón?
José Luis Pomarón, Rafael Carnicer… Hoy todavía podemos disfrutar de los conocimientos de su último aprendiz: Luis Ramón Diez Blanco. Jalón Ángel legó su estudio a este fotógrafo cuando él murió, pero después Luis Ramón abrió su propio estudio fotográfico.
¿Ahora todo el mundo puede ser fotógrafo?
Aficionado desde luego, hoy en día todo el mundo tiene un móvil con una buena cámara.
¿Podría elegir su foto favorita de entre todas las de Jalón Ángel?
Me quedaría con esta (señala la foto de una niña con un contorno difuminado). La imprimí y puse en el estudio en cuanto pude porque me parece maravillosa, de hecho, todas las fotos que tiene de niños son maravillosas. Tiene pocas, pero en todas ellas sabe perfectamente retratar la infancia. En mi vida personal el retrato no me gusta tanto como las fotografías de paisajes, pero Jalón ha conseguido que las fotografías que más me gusten sean los retratos.
¿Cuándo dice que Jalón sabe retratar a la perfección la infancia de los niños a que se refiere?
Si ves las fotos se puede apreciar que tienen cara de ángeles, no sé si es el difuminado, la postura, la mirada… muestra a los niños tal y como son. No se trata de fotos posadas en la que el niño tiene que parecer bueno a la fuerza, él los retrata de forma muy natural. Ahí es donde está lo complicado, porque los niños son muy difíciles de fotografiar. Quizá, en las personas más mayores, las fotografías son más posadas, pero en los niños transmite mucha dulzura.
III Premio de Fotografía
Este año se ha convocado el III premio de fotografía desde el archivo. El premio se creó en 2014 para homenajear la memoria de Jalón Ángel como fotógrafo y fundador de la Escuela Profesional San Valero, germen del que hoy conocemos como el Grupo San Valero. En 1926 Jalón Ángel se estableció en Zaragoza donde creció como profesional de la fotografía, desarrollando retratos y paisajes urbanos y naturales, por ello el premio busca obras que pertenezcan a la categoría del retrato y del paisaje. El plazo finaliza el 1 de marzo y a día de hoy el número de participantes ronda los 900.
Con el premio se busca conseguir dos objetivos. Por un lado, animar al ejercicio fotográfico y por otro continuar difundiendo la obra de Jalón Ángel. Por ello, las obras participantes han de conservar la esencia que transmitía este autor en su época, sin excesivos retoques, y una observación de la realidad desde lo documental.
El jurado estará compuesto por tres miembros quienes escogerán las obras en función de la calidad técnica, creativa y estética de las fotografías, sin perder la esencia de Jalón Ángel, homenajeado a través de este concurso de ámbito internacional.
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