
Si hablamos de deporte, los primeros en lo que pensamos es en los competidores, los principales protagonistas, pero no podemos olvidarnos de un pilar esencial para la disputa de cualquier práctica deportiva: el árbitro.
Y como elementos importantes del deporte que son, ellos también tienen que seguir un planning de preparación física específico, como apunta María Mateo, colegiada del Comité Aragonés de Baloncesto: «Las competiciones están muy por encima nuestro (al final no se va a jugar, pero en el momento de la entrevista los clubes se agarraban a un clavo ardiendo para poder hacerlo). No pueden permitir dejarnos a la deriva, y por ello nos mandan trabajo continuo para estar activos todas las semanas tanto física como sobre todo mentalmente.»
Pese a mantenerse en forma, la competición no va a continuar, y este parón ha afectado a la economía de muchos árbitros jóvenes, como cuenta María Mateo: «Hay varios árbitros que el único ingreso que tienen es el arbitraje y lo están sufriendo de en mayor medida (muchos de ellos son opositores que están estudiando y ahora no tienen ingresos)».
Precisamente, varios de ellos, según afirma la propia María, son de los árbitros más prometedores de la Federación Aragonesa. Personas que están muy focalizadas en su labor y en el estudio, que arbitran alrededor de 7 partidos cada fin de semana, y a los que la pandemia ha dejado sin ingresos, dejando de percibir alrededor de 400€ al mes.
En el Comité Aragonés de Árbitros se encuentran formando parte del mismo unos 150 colegiados solo en la provincia de Zaragoza (de los 262 sumando también a los oficiales, según las cifras del último año ofrecidas por la propia federación). Un porcentaje muy considerable del mismo (más del 60%), únicamente estudia y dirige partidos, por lo que esta detención de su práctica ha causado severos problemas económicos en el gremio. Para tratar de paliar un poco la situación, la Federación Aragonesa de Baloncesto ha reducido los costes de ingreso entre sus árbitros de más reciente entrada en el comité, tratando así de limitar los daños que el COVID-19.
Pese a la situación, María Mateo es una persona que se caracteriza por su positivismo, y con esa visión del vaso medio lleno, concluye: «nos lo tenemos que tomar como una lesión, lo importante es estar bien para la próxima temporada. Me da rabia y lo echo en falta, pero pienso en positivo y en todo lo bueno que nos vendrá por delante.» Pero lo cierto es que, por más que se quiera llenar el vaso medio lleno, hasta que todo vuelva a la normalidad (la de verdad, no la que vivimos actualmente), los árbitros serán peones afectados por una crisis a la que quizás bien puedan sobrevivir los profesionales más ilustres del mundo del deporte, pero que amenaza con arrasar a las esferas más modestas del mismo.
Fotografía: María Mateo