La quinta edición del curso de verano de Patrones Culturales y Estructuras Familiares que organiza el Instituto de Humanismo y Sociedad de la Universidad San Jorge (USJ) se ha desarrollado los días 12 y 13 de junio en Daroca, en un ambiente agradable pero no exento de espíritu crítico. La elección del lugar resultó este año especialmente propicia, ya que Daroca fue un ejemplo de integración cultural ya durante la Edad Media, cuando convivieron pacíficamente cristianos, musulmanes y judíos. Estudiantes, profesores, inmigrantes de diversa procedencia y profesionales de la mediación intercultural compartieron ideas y experiencias en la Sede de la Comarca Campo de Daroca, además de analizar la situación en Aragón de los diferentes grupos sociales de otras culturas.
El evento fue inaugurado por Miguel García, alcalde de Daroca, y Carlos Pérez, rector de la Universidad San Jorge, quien señaló la importancia del fenómeno migratorio, que se ha multiplicado por diez en la última década. Durante la mañana Antonio Prieto, profesor del Instituto de Humanismo y Sociedad, destacó la importancia de facilitar la reagrupación familiar de padres, hijos y cónyuges en el país en que viven los inmigrantes. Señaló que ello mejora “la adaptación y las oportunidades laborales” de los extranjeros.
Por otro lado, el jefe del servicio de atención a la inmigración, Rafael Nasarre, desterró algunos tópicos como aquel que define al inmigrante como una persona pobre y de escasa cualificación, cuando en realidad son de variada formación y origen. Explicó que la inmigración es un fenómeno en constante cambio cuyos flujos bien podrían invertirse en el futuro y redirigirse a países tradicionalmente emisores como China o Brasil. De hecho, España se ha vuelto un país menos atractivo por sus elevados índices de paro, lo que ha puesto fin a la “década prodigiosa” de la inmigración. También afirmó que el objetivo en esta materia es “normalizar la situación” y conseguir una buena convivencia.
Por su parte, Romero Jiménez, asesora de recursos del Centro Aragonés de Recursos Interculturales, explicó las dificultades que ocurren en el ámbito educativo ante “el reto de la diversidad”. Los diferentes códigos culturales exigen que se realice una mediación para resolver conflictos. Con esa meta debemos “conocernos mejor y establecer consensos”. Además señaló que un mediador cultural no solo ha de ser bilingüe, sino también “bicultural”. Lo ideal es conseguir que los inmigrantes no se aferren a su cultura negándose a adaptarse, pero que tampoco se vean obligados a renunciar a ella y asumir todo lo predominante en su nuevo contexto.
Durante la tarde, los profesores de la USJ expusieron otros temas relacionados con la inmigración. Vanessa Rubio resumió su tesis doctoral, en la que se comprueba que la televisión incide sobre todo en enseñar a extranjeros delincuentes, de una forma exagerada en relación con los que verdaderamente están en prisión. Víctor M. Pérez habló sobre cómo las redes sociales se convierten en redes familiares, mientras que Miguel A. Motis, Cayetano Fernández y Alfonso Corral mostraron algunos de los estereotipos que se asocian a los diferentes países del mundo.
Para finalizar la jornada, técnicos del Centro Comarcal de Servicios Sociales Pedro Sánchez Ciruelo de Daroca comentaron de manera pormenorizada la situación de los inmigrantes en la comarca. Además, describieron algunas de las actuaciones que han llevado a cabo para consolidar un marco de convivencia adecuado.
Después de realizar una interesante visita guiada por Daroca, estudiantes y profesores se retiraron para recuperar fuerzas y regresar al día siguiente, en el que los alumnos compartieron protagonismo con tres mujeres inmigrantes que contaron su experiencia en España. Una de ellas era peruana, otra maliense y la tercera polaca. Las tres se mostraron muy contentas de cómo les habían ido las cosas y aseguraron que se vive mejor en territorio español, a pesar de lo mucho que extrañan a sus familias.
Por último, los alumnos (pertenecientes a diferentes grados de la Facultad de Comunicación) presentaron sus trabajos en relación con los patrones culturales. Se abordaron temas tan diversos como la extraordinaria multiculturalidad de Ricla, la situación de los gitanos, así como el perfil cultural y familiar de los chinos y los colombianos. Además se explicaron casos reales de conflicto cultural y se propusieron soluciones prácticas, fomentándose el debate y la participación.
Al terminar las jornadas, los profesores y los alumnos coincidieron en que la experiencia había sido muy provechosa, tanto desde el punto de vista académico como desde el personal, y confiaron en que el próximo año vuelva a celebrarse en un escenario diferente una nueva edición del curso de verano.
Escrito y foto por: Carlos Alberto Gamissans, alumno de 4º de Grado en Periodismo en la Universidad San Jorge.
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