Eduardo Lolumo: “Soy muy alcahuete, me encanta oírlo todo»

Eduardo Lolumo destaca por su originalidad a la hora de dar la información meteorológica en Aragón TV, siempre termina su espacio con un refrán relacionado con el tiempo.

Alicia Mellén.- Ha trabajado en muchos sitios antes de llegar a Aragón TV ¿Cuál ha sido en el que más cómodo se ha sentido?

Eduardo Lolumo.- El mejor de todos, para mí, lo encontré cuando tenía unos 20 años. Acabe la carrera de magisterio y aprobé una oposición. Me llamaron de interino y trabaje en un pueblo de Teruel, en Alacón. Trabajé tres meses pero no me lo podía ni creer. Trabajaba a gusto, fuera de casa de mis padres, hacía lo que me gustaba y encima me pagaban. Hace por lo menos ya 20 años de eso, pero aun me acuerdo.

A.M.-¿Cómo surgió la posibilidad de trabajar dando la información meteorológica?

E.L.- Yo trabajaba en la Universidad en temas de protocolo con el rector. Siempre le decía el tiempo que iba a hacer y acertaba. Un día me dijo: “Chico, tú con todo lo que sabes del tiempo y de estas cosas, ¿por qué no vas y te presentas a Antena Aragón?, yo voy a hablar con el director que tengo trato y tú vas un día”. Yo entonces tenía ya 40 años y cambiar de repente de un ámbito a otro era difícil. Un día me decidía a llamar por teléfono, pero el rector nunca llego a hablar con nadie, probablemente si no llega a ser así nunca me hubiese atrevido. Me dijeron que ya había una chica fija pero que para algún puente me llamarían. El primer puente, dos meses después, me llamaron. Recuerdo que tuve que hacer unos totales aquí abajo y yo pensé ¿Y esto qué es?, yo no sabía nada. Me conformaba con que la chica del tiempo me llamase para preguntarme sobre cosas y luego lo dijese en la televisión. Cuando me dijeron si quería ser hombre del tiempo lloré de la emoción. Ellos me decían: “Ya te puedes buscar otro sueño porque este ya está cumplido”. También hago algunos boletines a las ocho en radio y escribí en prensa algunos artículos sobre información del tiempo.

A.M.-¿Siempre quiso ser el hombre del tiempo? ¿Por qué eligió la información meteorológica?

E.L.- Para mí era un sueño. Desde pequeño yo ya dibuja mapas del tiempo. Me dibujaba a mí mismo, si me dolía la cabeza me ponía B de borrasca y en el resto del cuerpo anticiclón de buen tiempo. Cuando íbamos a la playa les dibujaba a mis padres un mapa del tiempo inventado. En realidad, a mí lo que me gusta es la geografía: los paisajes de los desiertos, de las montañas, de los mares y el cielo. El tener la capacidad de prever, de anticiparse, es algo mágico. Y es que, en verdad, el tiempo lo condiciona todo. Admiro mucho a los hombres del tiempo, tengo fotos con todos ellos. De hecho, mis juguetes de pequeño eran un atlas y una bola del mundo.

A.M.-¿De dónde salió la idea de introducir los refranes?

E.L.- Recuerdo que un alumno mío de la Universidad de la Experiencia solía decir algún refrán del tiempo y acertaba. Luego me llegó un libro que hablaba de refranes, aunque a mí no me gustaban, me sonaban a vieja, a celestina. Veía que algunos explicaban una ley física muy larga de forma breve y bien. Más tarde conocí a una profesora que le gustaba mucho y me propuso hacer un trabajo sobre la validez de los refranes. Mi primer paso fue recopilar a través de pueblos, de ciudades,… pero se ha quedado inconcluso.

A.M.-¿Cuál ha sido el refrán que más le ha gustado? ¿Y el más extraño que ha escuchado?

E.L.- El que más me gusta es “Nunca hace mal tiempo si hace el tiempo que corresponde a su tiempo”. También “Frío en invierno y calor en verano es lo sano”. El más extraño “A sol madrugador y cura callejero, ni el sol calentara ni el cura será bueno”.

A.M.- Antes de salir en antena ¿Tiene usted alguna preparación especial?

E.L.- No tengo ningún ritual especial, lo que si hago es beber mucha agua y, sobre todo, no comer frutos secos. Una vez estaba en un pueblo para hacer un directo y un agricultor me dijo: “Mira que majica me ha salido la almendra” y me la dio a probar. Entonces, se me empezó a secar la garganta y casi no me salía la voz, lo pase muy mal y dije ¡prohibido, nunca más!

A.M.-¿Cuál es el fenómeno meteorológico que más le gusta? ¿Y el que menos?

E.L.- Me gustan todos los fenómenos excepto el viento. No lo soporto, aunque me sabe malo decirlo y más en esta ciudad. Me encanta una buena nevada, sobre todo como la que hubo en el 2005 o la del 2004. Si veo que cae algún copo en seguida me voy a Torrero porque se que ahí nieva seguro. Y cuando hay tormenta me voy a Juslibol que ahí se ven de fabula.

A.M.-¿Le preguntan mucho por la calle qué tiempo va a hacer?

E.L.- A todas horas, sin parar. Antes no utilizaba gafas de sol, pero ahora les doy mucha utilidad. Me da mucha vergüenza, a veces tengo que hacer algún paripé con el teléfono en los autobuses. Hay momentos en los que me llega a agobiar un poco.

A.M.-¿Cuáles son sus aficiones favoritas?

E.L.- Sobre todo la música, tengo muchos discos de vinilo y me acabo de comprar un tocadiscos; escuchar música y presentársela a la gente es lo que más me gusta. Yo fui era discjockey y ponía música en los pubs. Viajar también me encanta, gano dinero para gastármelo en viajes. En verano, que es cuando tengo vacaciones, aprovecho y cuanto más lejos mejor.

A.M.-¿Qué prefiere verano o invierno?

E.L.- Me gustan las dos, el verano te da la posibilidad de ver tormentas e ir a la piscina o la playa, pero el invierno también me gusta por la nieve y la niebla.

A.M.-¿Qué canción le pondría a un día de sol? ¿Y a un día de nieve?

E.L.- Un día de sol es un día esplendido, suena a verano, a vacaciones. Yo le pondría la de “un rayo de sol” de los diablos, cualquiera de los Rolling Stone o de reggae, me suena a Jamaica, a Bob Marley.

En un día de nieve sonaría una de la Buena vida, que es un grupo de San Sebastian que hace un pop distinto, aunque quizás sería más para un día de lluvia.

Escrita por: Alicia Mellén, estudiante de 2º de Periodismo en la Universidad San Jorge