Jordi Pérez Colomé es un escritor y periodista que ha dedicado gran parte de su vida a especializarse en política estadounidense. A través de su blog, Obamaworld, Colomé estudia y sigue paso a paso la actualidad norteamericana, que en estos momentos bulle de actividad con las próximas elecciones a la Casa Blanca.
PREGUNTA-¿Cuál es la mayor diferencia entre los políticos estadounidenses y los españoles a la hora de mostrarse al público?
RESPUESTA-Lo más importante, cuando hablamos de grandes candidatos, es que los políticos de Estados Unidos cuidan mucho su vida privada y su pasado público de un modo que los españoles no hacen. La población americana tiene la percepción de que el modo en que una persona se comporta en el pasado y en su vida privada es importante para ver cómo se desempeña en un cargo público.
En España eso no pasa. Ahora hablamos de Rubalcaba y Chacón y no nos preocupamos por si han sido ministros de una u otra cosa y no nos interesa si están divorciados o no. Esto es una diferencia importante que decide muchas cosas, porque tienen que cuidar mucho lo que dicen. Lo más probable es que si aspiran a un cargo alto y dicen algo, luego alguien les saldrá diciendo que hace seis años dijo otra cosa.
P-¿Ve la sociedad la política del mismo modo?
R-Lo más bonito en Estados Unidos es que la gente se implica más en política para ayudar a la campaña que creen conveniente, ya sea haciendo llamadas, yendo a mítines, haciendo de voluntarios o enterándose de lo que dicen. Aquí nos limitamos a votar cada cuatro años, pero nuestra implicación no pasa de eso. No se busca ayudar a los políticos, mientras que en Estados Unidos hay muchos políticos que directamente piden tu ayuda.
P-¿Cómo se ve desde Estados Unidos la política española?
R-No se ve. Ahora saben que tenemos una crisis, pero no saben ni cómo se llama el presidente. Para ellos, lo que pasa en España en política nacional es lo mismo que para nosotros lo que pasa en California. No tienen mucha idea.
Saben más o menos lo que es la Unión Europea, que hay una gran crisis en España y consideran Europa como una especia de enjambre socialista con gente que tiene sanidad pública y paga más impuestos. Pero el 80% ó 90% de los americanos no tiene la más remota idea.
P-¿Son la falta de subvenciones a partidos políticos en Estados Unidos un gran problema para muchos partidos?
R-Allí tienes que ser muy bueno. Lo que tienes que hacer es tener grandes amigos, gente que cree que puedes ser un buen político, y hacer que te den dinero. Normalmente pasa así con casi todos los candidatos. Los políticos no suelen poner de su dinero. Hay gente a la que le interesa que gane uno u otro candidato y lo subvencionan.
P-¿No limitan estas financiaciones luego la libertad de los políticos?
R-Sí, limitan. Pero hay gente que quiere una cosa y gente que quiere otra. Esas personas tienen acceso al político y puede ser que faciliten más un tema, pero eso también pasa en España. Si eres el presidente de una compañía importante tienes más posibilidades de acceder a La Moncloa que si no eres conocido. Es un problema de la política en general.
P-¿Cuánta influencia tiene la política exterior para la gente a la hora de votar?
R-Depende del año. Ahora tiene poca, a no ser que haya una guerra en Irán antes de que empiecen las elecciones. En 2008 tuvo más porque estaban en dos guerras y querían salir al menos de una.
En principio, la política exterior tiene escasa importancia. Por ejemplo Libia, aunque estuvo en guerra, no fue tan importante porque lo veían como algo accesible y sin demasiada implicación. Una de las cosas más relevantes es que los hijos de tus vecinos están en la guerra, con lo cual lo ven de cerca. Lo ven desde lejos hasta que les afecta directamente.
Tienen varios conceptos clave: Israel es el amigo, China el enemigo, Irán está con bombas nucleares… Pero si no les afecta directamente a sus vidas, les importa bastante menos. Ahora lo primero es la economía.
P-En el supuesto de que los republicanos llegasen al poder, ¿en qué sentido cambiarían las políticas exteriores?
R-Si fuera Romney, cambiaría muy poco. La política exterior de un país como EEUU se gestiona a medio plazo. Si sucediera algo como el 11-S, que les permitió hacer cosas como la guerra de Irak, podría cambiar más. Si pasara algo con Irán, por ejemplo, podría ser una excusa quizá para hacer algo con China. No entrar en guerra, pero presionar más comercialmente.
Hubiera podido cambiar que un presidente republicano hubiese dejado algo más las tropas en Irak, pero poco más. En realidad, si el mundo está más o menos calmado, cambia poco. Cambia cuando hay líos grandes.
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