¿Por qué rodar cine en Zaragoza? ha preguntado Adriana Oliveros, presidenta del Clúster Audiovisual de Aragón a Ignacio Estaregui, director de cine; Fernando Bermúdez, director de la Oficina de Proyección Exterior de Zaragoza; y Pablo Azorín, que ha sido jefe de localizaciones de Palma Pictures.
La mesa redonda «Rodar en la Zaragoza antigua» del tercer día del Saraqusta Film Festival ha tenido como protagonista a los estudiantes de cine y a las estrategias para atraer proyectos a la capital aragonesa.
Ante esa primera pregunta, Fernando Bermúdez lo tiene claro. La extensión municipal, los 2000 años de historia, la posición geoestratégica, el coste competitivo y el auge de la industria audiovisual cinematográfica de la ciudad son elementos diferenciadores para que Zaragoza sea un destino interesante donde rodar cine.
«Faltan años, pero la voluntad está ahí», ha reflexionado Ignacio Estaregui. Lo dice la voz de la experiencia. Ha hecho videoclips, videos institucionales y largometrajes como «Miau» y «Justi&Cia». «Si hubiese mar…», ha señalado Estaregui con una gracia que ha despertado risas en el público.
Pablo Azorín tiene una visión más general de la industria. Para él rodar en una localización u otra depende de varios factores: las posibilidades de los escenarios, la facilidades que ponen las administraciones, la logística y el personal. En este último punto, Azorín se ha parado y ha realizado una reflexión interesante. «Es importante centrar el mayor número de personas que sean de la zona en la que se va a rodar. Así es como se hace industria».
Retos por delante
La industria cinematográfica en la ciudad está creciendo a pasos agigantados. Aun así, como afirma Bermúdez hay retos por delante. Zaragoza Film Friendly viene a intentar resolver esos problemas.
La iniciativa tiene la intención de mejorar la relación de los estudiantes de cine con la ciudad. «Queremos que Zaragoza sea un espacio amigable para ellos». Por ello, entre el paquete de medidas se encuentra el «facilitar el acceso a la información para rodar y la capacidad de que lo puedan hacer sin pagar».
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