“La violencia de género ha causado más asesinatos que el terrorismo de ETA. Sin embargo, algunos medios no le dedican ni un breve”, según el periodista José María Calleja. El Ministerio de Igualdad cifró en casi 1.000 las mujeres asesinadas por violencia machista desde 2003 y de ellas, 25 eran menores de edad. Sin embargo, uno de cada cuatro jóvenes españoles ve normal la violencia de género dentro de la pareja, de acuerdo a un estudio de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción.
Zaragoza ha acogido diferentes eventos relacionados con los derechos de la mujer y el feminismo. A finales de octubre tuvo lugar la “I Jornada sobre medios de comunicación, promoción de la igualdad y prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres”. En ella se escucharon voces como la de José María Calleja y Santiago Boira.
La imagen que dibujan los medios
“En los medios se suele hablar únicamente de la víctima”, explica Santiago Boira, de la Facultad de Ciencias Sociales -que ha trabajado con agresores de violencia de género. «Pero el asesinato es la última fase de una violencia de largo recorrido. Hay una falta de explicación pedagógica en estos casos y del perfil del agresor”, añade.
“Los medios somos forzosamente buscadores de contextos”, explica José María. «Y muchas veces, queriendo o no, creamos mentiras juntando varias verdades y señalamos como culpable a la propia víctima. Se dicen cosas como ‘se pintaba mucho’, ‘llevaba faldas cortas’, ‘es que era demasiado buena’, ‘no había denunciado’… y estamos señalando a la víctima en lugar de al agresor”.
A finales de octubre de 2018, 43 mujeres habían sido asesinadas en España por sus parejas o ex-parejas en lo que va de año, según el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. “Se banaliza la violencia machista. Se trata como un suceso y no se debería tratar de la misma forma”, explica José María Calleja. «Y los medios aún no hemos dado con la tecla adecuada para cubrirlo. Los medios no pueden ser neutros, hay que tener una postura crítica y nombrarlo porque lo que no se nombra no existe. No hay que limitarse a nombrar lo que ocurre. Hay que ser beligerantes como se fue con el terrorismo y tratar este tema no solo cuando ocurre un asesinato”, termina.
Ese no soy yo
“Y de repente la mató”, explica Santiago Boira. “Parecen casos aislados, en los que nadie sabía nada y se atribuye al comportamiento de una persona con un determinado factor psicológico, lo que hace que los agresores no se identifiquen con ese perfil. Pero con mi experiencia he podido comprobar que son hombres “normales” desde un punto de vista psicopatológico”, termina.
Según publica el psicólogo Juan Armando Corbin en Psicología y Mente, una de las características del perfil del es que esas personas son encantadoras en las fases iniciales de la relación. Y conforme aumenta la confianza con la otra persona, muestran un comportamiento destructivo; se vuelven chantajistas, controladoras, cambian de humor con rapidez y son crueles e insensibles. Como añade Santiago Boira: “la violencia no es sinónimo de enfermedad. Tienen una doble fachada y seducen. Actúan como verdaderos torturadores, dan y retiran. Pegan, pero también regalan flores”.
“Yo he hablado con mujeres muy formadas. Hasta sufrió violencia no se dio cuenta de que era víctima de violencia de género”, explica José María Calleja. «Y es que el maltrato es gradual”, termina.
Control 4.0
La última hora de conexión, saber la contraseña de los perfiles sociales, el número de likes o los me gusta se han convertido en una nueva forma de control y violencia de género digitales. Son situaciones que se dan con mayor frecuencia entre parejas adolescentes. Según el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el 25% de las jóvenes reconoce haber sufrido un control abusivo a través del móvil.
Desde el propio Ministerio se impulsó en 2017 una campaña para concienciar sobre las “formas de violencia de género digital”. La finalidad era educar a adolescentes y adultos en la prevención de estas conductas entre las parejas más jóvenes. Y prevenir un desarrollo de la violencia machista ya que, según señalaban desde el Ministerio; este tipo de violencia son los primeros pasos de agresiones machistas más graves.
La campaña se centraba en 10 comportamientos concretos que consideraban importantes de destacar:
La campaña iba orientada no solo a víctimas y agresores sino también a aquellos que puedan ser testigos de ello. Tal y como dice José María Calleja, “se ha conseguido poner de moda el feminismo. Y cada vez hay más gente que cree que esto no es un problema solo de las mujeres”.
Ante estas situaciones de control, según Santiago Boira, lo importante es reconocer que no es una relación sana y el maltrato no solo incluye lo físico. Porque “se puede matar sin levantar la voz” y los comportamientos recogidos por la campaña también es violencia de género.
Es importante recordar que en caso de maltrato el teléfono 016 es un servicio confidencial y gratuito. No deja huella de marcación ni en las facturas del teléfono para denunciar estas situaciones.
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