Entrevistas

Ictus: primera causa de mortalidad de la mujer en Aragón

Representacion grafica Ictus

El Doctor Carlos Tejero, neurólogo en la Unidad de Ictus del Hospital Clínico de Zaragoza, y vocal de Comunicación de la Sociedad Española de Neurología, explica cómo esa enfermedad se ha convertido en la causa más frecuente de mortalidad en la mujer en Aragón, y la segunda en el varón. Tejero da algunas claves sobre cómo prevenirla, y también describe cómo es su tratamiento.

Por Blanca García

El doctor Tejero dice que cualquier persona podría sufrir un ictus. Foto: Mediaset

¿Podría explicarnos qué es el ictus?

El ictus es un problema del cerebro ocasionado por un trastorno en los vasos sanguíneos. La palabra ictus proviene de un término griego que significa golpe, porque los síntomas aparecen de una manera inesperada.

 ¿Qué lo provoca?

Detrás de un ictus puede haber diversas causas: la hipertensión, la diabetes, el colesterol, la obesidad, el sedentarismo, el tabaco, etc. Puede estar provocado también por alteraciones en el ritmo cardíaco, en la sangre, ser la consecuencia de una intoxicación, de las drogas o producirse en el contexto de un cáncer. Todos estos factores pueden originan una obstrucción de las arterias, y, en consecuencia, producir un ictus.

 

¿Qué personas tienen más probabilidades de sufrir un ictus?

Se trata de personas mayores, varones, y con antecedentes de tensión alta, colesterol, diabetes y consumo de tabaco. No obstante, a pesar de que esos sean los factores de riesgo más frecuentes, cualquiera puede tener un ictus. Por ello, más que buscar un perfil, intentamos que todas las personas sean conscientes de que pueden padecerlo. Por tanto, que sepan cómo actuar si son víctimas de ese mal.

¿Cuál es la edad media de la gente que sufre un ictus?

Lo pueden tener los niños, pero es muy poco frecuente. También los jóvenes, y no es tan infrecuente. Y, sobre todo, predominan las personas mayores de 70 años.

¿Cuál sería el tratamiento?

Dependiendo la naturaleza del ictus, hay distintos tratamientos. El problema es que algunos solamente tienen un efecto positivo si los aplicamos de inmediato. Hay medidas que, a las tres horas y media, ya no podemos utilizarlas. Si pasa demasiado tiempo pueden ser no efectivas e, incluso, peligrosas. Necesitamos que las personas que presentan síntomas de ictus vengan muy pronto al hospital.

«Las personas con mayor riesgo son varones y con antecedentes de tensión alta, colesterol, diabetes y consumo de tabaco».

¿Con qué síntomas debemos sospechar que podemos tener un ictus?

Un ictus se puede manifestar como una disfunción de cualquier parte del cerebro. Los síntomas son muy variados, pero lo más frecuente y fácil de detectar es que, de repente, perdamos la fuerza o la sensibilidad de la mitad del cuerpo o una extremidad, que no podamos hablar o entender lo que nos están diciendo, o que seamos incapaces de ver la mitad del campo visual.

Tejero recomienda llamar al 061 ante cualquier síntoma. De inmediato, se activará el Código Ictus. Foto: Mediaset.

¿Cómo deberíamos actuar?

Cualquiera de los síntomas es motivo de aviso. Como tenemos un problema con el tiempo existe un sistema de activación de la emergencia. Si llamamos al 061 diciendo que pensamos que alguien de nuestro entorno, o nosotros mismos podemos estar sufriendo un ictus una persona entrenada nos hará unas preguntas. Si parece un ictus  se va a poner en marcha el Código Ictus. Desde el 061 se va enviar el recurso más rápido para llegar al hospital y se avisará que viene una persona para ahorrar tiempo y, cuando llegue, se le atenderá inmediatamente.

¿Ese sistema es efectivo?

Es muy efectivo, estamos orgullosos de cómo funciona en nuestra comunidad autónoma. En Aragón, la mayoría de la gente se concentra en Zaragoza, pero el resto de la población está muy dispersa. Gracias a un sistema apoyado por el Gobierno de Aragón hemos conseguido que en cualquier parte de la comunidad que se dé un Código Ictus, sea atendido de manera rápida y eficaz.

«El control de la tensión arterial, dejar de fumar y la detección precoz de la diabetes, del colesterol y de las  arritmias son indispensables».

¿Ha habido nuevos avances o tratamientos en este campo durante los últimos años?

Sí, hemos tenido un avance muy importante desde el punto de vista terapéutico con el tratamiento endovascular: podemos viajar por dentro de un cuerpo hasta el sitio donde está la obstrucción y retirar el trombo. Este tratamiento no es accesible para todos, pero en los casos que lo utilizamos tenemos grandes posibilidades de mejorar las consecuencias de la enfermedad.

¿Cuál es el porcentaje de muertos a causa del ictus?

Es una enfermedad que mata y que provoca discapacidad. En estos momentos es la causa más frecuente de mortalidad en la mujer en Aragón, y la segunda en el varón. Ronda el 20%, pero hay que decir que hace unos años estaba por encima del 30%.

¿Cuántas personas logran recuperarse sin ninguna secuela?

Hemos conseguido disminuir la mortalidad y que más o menos un 60% de los pacientes que tienen un ictus consigan volver a llevar una vida sin necesidad de ayuda, totalmente recuperados o con una mínima secuela. Otro 20% quedará con secuelas importantes.

¿Qué medidas debe adoptar una persona que ha sufrido un ictus para evitar una recaída?

Es importante que sepamos cuál de todas las posibilidades fue la que provocó el ictus, lo que se llama estudio de la causa. Cuando sabemos la causa se procura un tratamiento, algunos son fácilmente corregibles, dejar de fumar, otros son más costosos, y algunos no se pueden solucionar, pero cada paciente sabrá lo que tiene que hacer.

¿Cómo lo evitamos?

A eso lo llamamos prevención primaria. Los médicos de cabecera tienen estrategias de detección de pacientes en riesgo que son efectivas. El control de la tensión arterial, dejar de fumar y la detección precoz de la diabetes, el colesterol y algunas arritmias consigue que las personas en riesgo de sufrir un ictus nunca lo tengan.

¿Por qué se ven tantas campañas de concienciación sobre esta enfermedad?

Porque para nosotros es muy doloroso encontrarnos con una persona joven que tuvo un ictus, a lo mejor porque estaba haciendo algo mal como consumir cocaína, por ocultar ese consumo. Se mete en la cama pensando que se le iba a pasar y que cuando llegue a urgencias ya sea demasiado tarde para tratarlo. Esos casos perdidos de potencial ayuda nos duelen. Queremos que la gente conozca lo que es un ictus, que se le dé la dimensión que tiene. Es un problema, y si tienes un problema tienes que buscar ayuda, que es lo que nosotros podemos ofrecer. Cuantas más personas lo conozcan más personas activarán el Código Ictus y más posibilidades tendremos de que no haya pacientes con secuelas irreversibles.

Universidad San Jorge