Reportajes

EL DESAFÍO DE LA ESCUELA EN LA ÉPOCA DEL CORONAVIRUS

La nueva pandemia ha trastornado todo el sistema educativo. La tecnología ayuda, pero a veces no es suficiente

Por Matteo Mercuri

Las consecuencias del Coronavirus se encuentran en cada pequeño aspecto de nuestras vidas, y quizás por eso muchos piensan que nada volverá a ser como antes. Uno de los muchos ámbitos revolucionados por la pandemia es el de la educación. Millones de estudiantes y profesores de todo el mundo se han visto envueltos en una situación nueva, difícil de vivir, y que la tecnología puede resolver hasta cierto punto.

El cierre de las escuelas obligó a los profesores a replantearse su método de enseñanza para adaptarlo a las exigencias de la didáctica a distancia. Los estudiantes, por otro lado, están lidiando con el aburrimiento y el estrés mental que inevitablemente afecta el rendimiento y los resultados que se pueden obtener.

Mensaje de la UNESCO: #LearningNeverStops

Italia fue uno de los primeros países en suspender las clases en todas las escuelas, el 5 de marzo. Hasta la fecha, 191 países han seguido el ejemplo para limitar las infecciones de Covid-19. Según los datos y estadísticas ofrecidos por la United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (UNESCO), esto significa que más de mil millones y medio de niños y niñas, el 91,4% de la población escolar global, no va a la escuela.

Desde el principio, las escuelas y los gobiernos han implementado soluciones de aprendizaje a distancia y han intentado resolver las primeras dificultades con todos los medios a su alcance. La tecnología ha sido muy útil para la difusión de contenidos y para el apoyo a los profesores, para proporcionar las orientaciones necesarias a las familias y para gestionar todos los retos relacionados con la conectividad.

El imperativo es «la educación no se puede parar» y en este sentido, la UNESCO se ha activado lanzando la Global Education Coalition. Este es un organismo que puede ayudar a los países a mejorar sus prácticas de aprendizaje a distancia y llegar a los niños y jóvenes más vulnerables.

Como afirma la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, en su mensaje de vídeo, el mundo debe prepararse para una nueva era de la enseñanza que sea flexible y que pueda ser lo más inclusiva posible. Por ejemplo, en el ámbito de las lecciones virtuales, no todos los países parten de las mismas condiciones y no todos disponen de los medios adecuados para superar todos los obstáculos.

Entonces, con acciones concetradas en los valores de la equidad y de la igualdad de género, la Coalición Global de Educación tratará de responder a las necesidades específicas de los distintos países, aprovechando enfoques hi-tech, low-tech y no-tech. Se esforzará por satisfacer las demandas con soluciones libres y seguras. Proporcionará herramientas digitales y recursos para la gestión del aprendizaje, con el fin de colmar todas las lagunas de los sistemas educativos nacionales.

Por eso, las palabras clave en las que se basará este desafío mundial son la innovación, la colaboración y la solidaridad; solo así podremos ganar y hacer que nadie se quede atrás.

Las iniciativas del Gobierno español

En España, también el Ministerio de Educación ha tomado varias iniciativas para hacer frente a todos estos problemas y para estar cerca de las familias en estos momentos de dificultad. En nuestro país tenemos 10,3 millones de estudiantes que participan en el cierre de los centros educativos, de los cuales sólo 1,3 millones asisten a la enseñanza universitaria.

En colaboración con el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF) y con la corporación de Radio y Televisión Española (RTVE), el Ministerio de Educación ha puesto en marcha el proyecto «Aprendemos en casa». A través de esta iniciativa, el Gobierno intenta dar apoyo y ofrecer a los estudiantes una alternativa válida a la enseñanza tradicional.

Se trata de un proyecto dirigido especialmente a los estudiantes de las familias socialmente más vulnerables que no disponen de los recursos necesarios para seguir las actividades en línea de la mayoría de las escuelas y de sus profesores, así como a los dificultad de conexión a la red.

Clan, canal gratuito de la red RTVE, desde el lunes 16 de marzo ha lanzado EduClan. Una iniciativa que ofrece recursos educativos de calidad que complementen sus productos de entretenimiento. Esta plataforma digital cuenta con la colaboración desinteresada de las principales editoriales educativas del país, que han cedido una selección de sus mejores materiales educativos.

Los contenidos se agrupan en tres canales: EduClan 3 a 5 años, EduClan 6 a 8 años y EduClan 9 a 10 años. Asi las familias podrán encontrar videos sobre las principales áreas curriculares como Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Lengua, Lógica y Matemáticas.

Además, a partir del lunes 23 de marzo, RTVE comenzó a transmitir cada mañana, durante 5 horas al día (de 9 a 14 horas), contenidos pedagógicos adaptados para todas las edades de la escolaridad obligatoria, es decir, para niños de 6 a 16 años.

Todas estas iniciativas son muy útiles para intentar sustituir la enseñanza tradicional, pero a veces no bastan. Los profesores deben inventar soluciones para que la enseñanza sea accesible a todos. El problema es que muchos no tienen tableta, ni portátil y ni medios educativos, ni culturales para enlazar con una plataforma, así que se recurre a los grupos de Whatsapp de aula.

En algunas escuelas ha servido para retomar el contacto con familias que estaban un poco desconectadas. Ahora los profesores pueden responder a las dudas de forma flexible y personal. Corregirles sus errores y ejercicios. La tecnología ayuda, pero es necesaria también la humanidad de las personas.

El cierre de las escuelas puede crear desigualdades

La principal preocupación de todos los sistemas educativos es garantizar la equidad que debe caracterizar la educación. En efecto, los cierres de escuelas pueden perjudicar de manera desproporcionada a los estudiantes con menos recursos económicos que confían en las escuelas para una serie de servicios sociales, entre ellos la salud y la nutrición.

Estos se ven marginados por la enseñanza virtual, que descarga sobre las familias cargas que pueden llegar a ser insostenibles. Los motivos son variados, incluido si el cierre de los colegios es solo temporal. Lo que es seguro es que la reducción del tiempo de enseñanza influye en el rendimiento escolar.


Infografía 1 – Cómo el nivel económico influye en los resultados académicos, Fuente “El País”

Allá del impacto económico en las familias que se ven obligadas a ajustarse a la presencia de los hijos en casa, el cierre de las escuelas lleva también desigualdades educacionales, porque las familias con más holgura económica tienden a tener niveles más altos de educación y más recursos para compensar la falta del colegio.


Infografía 2 – Estadísticas sobre la difusión de la red Internet en los diferentes países del mundo, Fuente «We are Social»

Otro problema que ya hemos mencionado anteriormente es el de la cobertura de la red Internet en los distintos países. Tener una conexión en estos días es casi seguro. Pero como demuestran las estadísticas actualizadas a enero de 2020 ofrecidas por We Are Social, no es un bien a disposición de todos como podríamos pensar.

España, con el 91% de la cobertura de Internet en todo el territorio nacional, ocupa la posición 14° en el ranking mundial. Aunque sea un porcentaje bastante alto, es cierto al mismo tiempo que hay un 9% de la población que no tiene acceso a la red. Esto es algo que no se puede dejar de tener en cuenta en un período como éste, en el que sin conexión se priva a muchos niños del derecho a estudiar.

Como afirma Save The Children España, el contexto actual de emergencia de salud pública provocada por el Coronavirus ha agravado la situación que viven en estos momentos unas 6.500 familias. Los niños y niñas de estas familias que ya vivían en situación de pobreza no tienen acceso, además de la red de Internet, a la alimentación básica que tenían antes en los comedores escolares.

Por eso la ONG ha decidido de poner en marcha el programa de emergencia «A tu lado«. Esto se ha creado específicamente para atender a los niños y niñas más vulnerables en estos momentos con los siguientes objetivos:

  • Preparar bonos para alimentos básicos a las familias que más lo necesitan
  • Ofrecer un servicio de apoyo psicológico y de acompañamiento a padres y madres con pautas de crianza y educación positiva
  • Ayudar a los niños, niñas y adolescentes más vulnerables a través del apoyo escolar a distancia y proporcionar herramientas tecnológicas (conexión a internet, distribución de tablets…).

Más allá de las pantallas están las personas

Es evidente que habrá que afrontar un largo período de cierre de los centros educativos y que ninguna educación a distancia podrá nunca suplir la compleja y rica red de relaciones que se crean en las clases en presencia. La escuela logra romper la distancia de lo que estudiamos, y esto gracias a ese cuerpo a cuerpo, a ese diálogo cara a cara, a esa relación activa que hace viva la cultura. Tratar de mantener el sentido de todo esto a distancia es un desafío en los límites de lo imposible.

Ahora estamos obligados a llevar adelante el sistema educativo a través de plataformas digitales que a menudo no soportan el peso de miles de conexiones. Y en este marasmo digital están los maestros, los profesores, que buscan remedios e intentan de todos modos no hacer faltar nada a nadie. El deseo es llevar adelante la didáctica sin perder tiempo, pero la realidad es que para muchas familias la situación es insostenible.

Leticia Cardenal, presidenta de la Confederación de Asociaciones de Madres y Padres (CEAPA) explicaba que los alumnos están recibiendo un bombardeo de tareas inasumible en la situación excepcional que se está viviendo. Y confirmaba que han recibido quejas y informes de problemas de las plataformas de Madrid, Castilla La Mancha, Castilla y León, Murcia, Extremadura y Andalucía.    

Para muchas familias no es posible soportar la carga de estudio de los hijos y al mismo tiempo llevar adelante su propio “smart working”, a veces sólo con un ordenador. Como afirma la UNESCO, la escuela no puede detenerse, pero en determinadas circunstancias es necesario tener sentido común y procurar que no haya otros factores de preocupación que se deriven del estudio.

Lo que no debemos olvidar es que más allá de las pantallas hay personas y sus historias. Hay estudiantes que están sufriendo la lejanía de su familia, de sus amigos, de su novia o la desaparición de un ser querido. La pandemia ha detenido el tiempo, ha cerrado el espacio que nos permitía mirar al futuro, que nos permitía imaginar y soñar. Todos queremos hablar de otra cosa, hacer otra cosa y seguir viviendo normalmente nuestras vidas. Pero tenemos que aceptar que no siempre es posible.

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Jaime Buendía

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