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A un paso del divorcio express

Dos anillos parecían confirmar que la relación amorosa entre Pau y los Lakers sería para siempre. Sin embargo, una crisis ha bastado para que el matrimonio se tambalee. Los rumores de ruptura son cada vez más habituales y los coqueteos del conjunto angelino con otros jugadores ha encendido las alarmas. Quizá la llama del amor se ha apagado y solo queda el cariño. Ahora, ambos tratan de llegar a un acuerdo, una separación amistosa con la que unos y otros salgan satisfechos.

Al hermano mayor de los Gasol no le faltan pretendientes, pero su corazón todavía sigue prendado por aquel equipo que le llevó a la gloria y se niega a abandonar el Staples donde está tan a gusto. De ese pabellón repleto de actores, cantantes y gente de la farándula hizo su casa. Un hogar acogedor que le admiraba y donde se sentía cómodo.

Desde que apareció ese rumor de crisis entre ambos, son varias las franquicias que le tiran los trastos. Una loba trata de convencerle asegurándole que con él, allí donde los inviernos parecen no terminar nunca, podría llegar muy lejos. Le cuenta que, además, estaría cerca de viejos amigos como Ricky Rubio y trata de explicarle que, junto con Kevin Love, podría hacer una pareja letal. Otra, más elegante, incesante y persuasiva, que repite continuamente aquello de «Houston: tenemos un problema», está más cerca y lucha por convencerle con buenas palabras cargadas de admiración, deseo y promesas de amor eterno en boca de su manager, Daryl Morey. Otras voces han llegado, de diferentes lugares, mostrando su interés por el español. Sin embargo, ninguna termina de convencer al 16 a una semana del cierre del mercado de traspasos. Tan solo quedan siete días para que se aceleren los trámites de separación y cada uno vuele libre. De no ser así, ambos estarán obligados a seguir juntos por lo menos hasta el verano, aunque cada uno haga “vida” por su cuenta.

Escrito por Isaac Avilés

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Universidad San Jorge