Cine por los cuatro costados. Eso es lo que se respiró ayer durante algo más de una hora en el Patio de la Infanta de Zaragoza durante la conferencia “Presencia del cine aragonés. Conversando con Paula Ortiz, Ignacio Estaregui y Gaizka Urresti, moderada por el docente e investigador Ignacio Lasierra y organizada por el Servicio de Actividades Culturales de la Universidad San Jorge. Un cartel que no pudo contar con sus tres estrellas principales debido a la ausencia de última hora de la flamante directora de “La novia”, Paula Ortiz, quien no pudo asistir al evento debido a su actual estado de embarazo.
El cine aragonés fue el gran protagonista de una charla que se desarrolló bajo un tono distendido entre en el moderador y sus dos grandes protagonistas. Ambos directores coincidieron en destacar la etapa de continuos cambios en la que está inmerso actualmente el cine en Aragón y, al mismo tiempo, lamentaron la falta de oportunidades para los más jóvenes. “Aragón siempre ha sido una comunidad rica en cineastas pero pobre en cine. Estamos creando gente muy bien preparada pero la estamos obligando a emigrar fuera”, lamentaba Gaizka Urresti, quien considera “vital” el cambio en la voluntad de los directores y productores para explicar los cambios en estos últimos 30 años en el cine aragonés. Ignacio Estaregui destacaba la importancia de mirar hacia delante supliendo con trabajo e imaginación la falta de recursos. “Habíamos tocado fondo con recursos muy limitados. Ahora, las televisiones se están dando cuenta que el buen trabajo en el cine también tiene su repercusión en la comunidad”, afirmaba.
Los dos protagonistas se refirieron a la nueva ley que entró en vigor el pasado 1 de enero sobre el modelo de financiación y ayudas que reciben cineastas y productores para rodar una película. Este cambio permite la financiación progresiva de las producciones cinematográficas durante el proceso productivo y no una vez transcurridos dos años desde el estreno de la película, como venía sucediendo hasta el pasado año, además de regular con mayor transparencia el reconocimiento del coste de una película y la inversión del productor. Urresti afirmaba que la ley tiene “algunas cosas buenas”. “Esta ayuda permite tener garantizada siempre algún tipo de financiación, aunque el arriesgarse sigue sin tener premio en el cine español”. Por su parte, Estaregui declaraba que “la nueva orden aboca a los proyectos a ser o muy grandes o muy pequeños”.
Tanto Gaizka Urresti como Ignacio Estaregui compaginan actualmente su labor cinematográfica con la docencia entre los más jóvenes. Por este motivo aprovecharon para destacar los cambios más recientes sobre consumo en la industria del cine. Urresti se mostraba categórico al afirmar que el público joven no es cinéfilo. “No han aprendido el cine como nosotros y por eso no tienen la misma cultura cinematográfica”. Estaregui, por su parte, señalaba que “las generaciones posteriores ven el mundo del cine de otra manera, ni mejor ni peor”.
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