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El tabaco también afecta al cerebro

El consumo de tabaco y de nicotina puede provocar problemas de salud. Un reciente estudio realizado por la Universidad King de Londres ha demostrado que los daños se desarrollan más allá de los aspectos puramente físicos que ya se conocían como el desarrollo de cánceres y otros. Problemas cerebrales, pérdidas de memoria, de concentración y otros daños mentales pueden estar causados por estas sustancias.

El tabaco es una adicción muy peligrosa para la salud de los fumadores y de los que les rodean, fumadores pasivos. Está demostrado que el consumo del humo del tabaco, con todos los componentes que conlleva, pueden llegar a producir tumores, tanto benignos como malignos, sobrepeso y dependencia, hasta el punto jhaberse convertido en una  de las principales causas de muerte en nuestro país.

El tabaco es un compuesto formado por muchas sustancias de las cuales no se conocen la mayoría de ellas. Además gracias a los beneficios económicos que genera, es el único producto que no pasa los controles sanitarios, ya que si lo hiciese, su venta estaría prohibida. María Pilar Cascán, directora de la Asociación de Prevención del Tabaquismo en Aragón (APTA), explica que: “Los componentes del tabaco son como la fórmula de la Coca Cola, no se pueden ni deben decirse por política de empresa”.

Los profesionales que se dedican a la prevención o a la cura de la adicción al tabaco observan que afecta a todos los órganos, y sobre todo al cerebro, siendo la causa más importante de prevención para la salud mental. APTA afirma que estudios científicos realizados en la actualidad demuestran que no sólo afecta al cerebro como órgano individual, sino que además, lo hace a todo lo que esté relacionado con éste, llegando a ocasionar graves problemas de oxigenación.

María Pilar Cascán
María Pilar Cascán ayuda a prevenir el tabaco desde la Asociación de Prevención del Tabaquismo en Aragón.

El Doctor Alfonso Pérez Poza, del área de psiquiatría del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, afirma que las personas que están rodeadas de tabaco, es decir, los fumadores pasivos, también pueden desarrollar daños cerebrales: “Un fumador pierde gradualmente sus reflejos pero se acaba acostumbrando, hasta no darse cuenta. Sin embargo, un fumador pasivo, al no estar acostumbrado a estar en contacto continuo con el tabaco, sufre una perdida gradual de sus reflejos motores”. El Doctor asegura que lo que provoca la pérdida de concentración y la memoria es la abstinencia, no el consumo de tabaco. Sin embargo, también afirma que la nicotina en los fumadores habituales mejora y ayuda a la activación del cerebro y a la concentración: “Esto es conocido como el “efecto calada”, es decir, la cantidad de nicotina que aspiras con un cigarrillo tarda en llegar al cerebro sólo 10 segundos”.

Pese a todas las contra indicaciones que provoca el tabaco, existen ramas en la ciencia que aseguran que un consumo de nicotina puede ayudar a determinados pacientes: “Para un fumador, el tabaco actúa como anti-depresivo, te sientes mejor y más tranquilo”. Además, Pérez Poza asegura que la propia nicotina es buena para prevenir el Alzheimer ya que desarrolla la memoria. Así lo asegura la investigación realizada por expertos del Instituto Scripps de California, en EEUU, que descubrieron que la nornicotina, componente que se contiene en el tabaco, podría ayudar a desarrollar en un futuro un medicamento contra
 el Alzheimer.

 Informan: Laura Díaz, Rocío Huerta, Alejandro Lechón y Ester Sancho

Universidad San Jorge