Fernando Navarro, presidente de la asociación Acera Peatonal
Dedicar esfuerzo a recordar cualquiera de estas 3 realidades parecería absurdo, una pérdida de tiempo, algo propio de gente ociosa y un tanto destalentada, pero sin embargo hay que recordarlo cada día: la acera es peatonal. Si con esa idea en los ojos recorremos nuestras calles, veremos cosas que antes pasaban inadvertidas: motos, bicis, patinetes, coches. Un completo surtido de vehículos que circulan y aparcan en las aceras. Quizá nos hemos acostumbrado a sortear motos aparcadas ilegalmente en cualquier lugar. O tal vez veamos como un mal que hay que llevar con resignación la continua circulación de ecológicos ciclistas por la acera. Comprendemos con resignación a esas personas que aparcan su coche en un paso de peatones o sobre la acera. Y ahora empezamos al despertar al ver como los patinetes se suman a la invasión. Cómo los ayuntamientos siguen mirando para otro lado, o como ocurrió con las bicicletas, colaboran a la invasión del espacio peatonal es pos de una equivocadísima versión de la movilidad del futuro.
La acera es peatonal, y lo peatonal es un tesoro de nuestro país. Un tesoro que hace que seamos los campeones de Europa en movilidad peatonal según EuroStat. Porque en España vivimos la calle, hacemos ciudad en la calle, andando, paseando, encontrándonos y despistándonos en las calles, a pie.
Y sin que sirva de precedente, tenemos normas, leyes y reglamentos de ámbito estatal que protegen ese carácter peatonal. El Reglamento General de Circulación indica que la circulación de vehículos está prohibida por aceras y demás zonas peatonales. Y la Ley de tráfico regula que los vehículos no pueden aparcar en aceras, salvo que los ayuntamientos regulen las excepciones que considere adecuadas.
Y en medio del olvido de estas normas aparecen en nuestras calles los patinetes eléctricos, la DGT dice que son vehículos conforme a la Ley de Tráfico, pero nuestros despistados ediles dicen a todos los vecinos que no pueden proteger a los peatones en las aceras porque hay un limbo legal. Se equivocan o nos engañan. La Ley de tráfico y el Reglamento General de Circulación lo regulan con total claridad: los patinetes eléctricos, que son vehículos, no pueden circular por zonas peatonales ni por aceras, ni pueden aparcar en ellas.
No es odio a lo nuevo, no es una rabieta, ni un enfado partidario, se trata de proteger al más débil, de defender el tesoro que lo peatonal supone en España, de no equivocarnos en la promoción de una movilidad más amable.
La acera es peatonal, la nieve es fría, el sol calienta.
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