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La venta personal en reuniones de amigos, una alternativa a la falta de empleo

Tupperware, juguetes eróticos, Thermomix, sartenes antiadherentes, cuberterías, productos de cosmética o colchones de cama son solo algunos de los artículos que se pueden vender en las exitosas reuniones de amigos. La organización de estas reuniones se ha convertido para algunas personas en una nuevo opción laboral en tiempos de crisis.Estas reuniones tienen su origen a comienzos de los años cincuenta, gracias al popular invento de Earl Tupper, el Tupperware, que no conseguía venderse. Por ello, para demostrar sus virtudes se ideó un sistema de venta piramidal a domicilio en el que las compradoras se convertían en vendedoras: las reuniones Tupperware. Ahora, los casi 200.000 vendedores que existen venden alrededor de 60 millones de tuppers al año y la firma ha llegado a redes sociales como Facebook y Twitter con gran aceptación.

Muchas mujeres que como Cruz Pérez, presentadora de tuppersex desde hace tres años, perdieron su trabajo con la crisis pensaron que donde todos ven oscuridad y miedo siempre queda esperanza y ella encontró una oportunidad en este tipo de venta personal. Consideró que en tiempos de crisis las mujeres necesitan seguridad y por ello admite: “La venta personal y directa de las reuniones es perfecta para crear un clima de seguridad y los juguetes eróticos, aunque no son baratos, son un capricho perfecto. Es el tipo de venta ideal por mujeres y hacia mujeres”.

Pilar Calvo es un ama de casa que lleva siete años trabajando como presentadora en las reuniones Tupperware y se confiesa amante incondicional de estos productos. “Te encasillas en el papel de madre, pero los hijos crecen y ya no te necesitan tanto. Esto es un modo de salir de casa y relacionarte con otras personas; lo vivo como un hobby, no como un trabajo, aunque al final te engancha”, explica.

Reunión Tupperware

Las reuniones Tupperware se organizan en casa de las anfitrionas que se encargan de invitar a gente y a una presentadora que les muestra los diferentes productos. En los últimos años se han puesto muy de moda las reuniones en las que se realizan talleres de cocina ya que se utilizan los productos en directo. Pilar Calvo reconoce que enero es muy buen mes porque hay muchas ofertas para las presentadoras y para las invitadas y se lanzan nuevos productos: “Si se hace un proyecto de 20.000 euros, podemos recaudar 35, 45 o 50.000 euros solo en el mes de enero en ventas”.

El sueldo que reciben las presentadoras de reuniones Tupperware es un 22% bruto de lo que recaudan en ventas y se puede invertir el tiempo que se desee, ya que la empresa no te pide que, si lo tienes, dejes tu otro empleo. Según afirma Pilar Calvo, “lo mejor de este trabajo es que tú no llamas a las puertas, las puertas te las tienen que abrir”.

Reunión Tupperware

Thermomix es un robot multitalento de elevado coste que llega a realizar la función de hasta doce electrodomésticos y también se presenta en reuniones de amigos. Silvia García participa como monitora de las presentadoras de los robots Thermomix y defiende el sistema a ultranza: “No es competencia para el resto de mercados, ya que cada uno tenemos perfiles diferentes de clientes”.

Victoria García trabajaba en la banca telefónica de Barclays, pero con el nacimiento de su hijo decidió pedir una excedencia para pasar más tiempo con él. A través de un familiar conoció la venta personal en reuniones de amigos y entró a trabajar como presentadora de sartenes, ollas antiadherentes y productos cosméticos. Esta madre considera: “Lo estoy haciendo para poder disfrutar de mi hijo y conciliar la vida familiar y profesional. Me beneficio de los horarios abiertos y además saco algo de dinero”.

Los clientes de Victoria García no son demasiados, ya que las sartenes y ollas antiadherentes son muy caras y las marcas de maquillaje que ella vende son poco conocidas y necesitarían una mayor publicidad. De hecho, sus reuniones suelen ser solo para cuatro personas.

Las reuniones más sonadas en los últimos años son las ‘tuppersex’, en las que se presentan muy diversos artículos eróticos para mejorar la sexualidad de sus asistentes y pasar un rato agradable. Comenzaron en los Estados Unidos en el año 2000 y actualmente son todo un éxito para los vendedores de estos productos eróticos, pues las mujeres se animan más a comprarlos en estas reuniones con amigas que en otro tipo de tiendas. Desde vibradores y anillos para el pene hasta lubricantes de sabores y velas aromáticas, en unas dos horas las presentadoras de estas reuniones arrastran a las invitadas a un mundo de erotismo.

Reunión Tuppersex de Desmontando a la Pili

Aunque la finalidad principal de estas reuniones sea conseguir la venta de sus productos, existen empresas que buscan cumplir otros objetivos secundarios. La Cooperativa de mujeres ‘Desmontando a la Pili’ busca romper mediante las reuniones tuppersex las diferentes ‘Pilis’ que las mujeres tienen respecto a su sexualidad y su afectividad, y que les impiden gozar libremente del sexo, sus diferentes tabúes. Normalmente, en un tuppersex o compras algún juguete erótico o debes abonar 80 euros. En las reuniones de Desmontando a la Pili pagas 70 euros, de modo que se valora más la actividad de la presentadora y nadie se ve obligado a comprar un juguete que quizás nunca use. Esto se debe a que esta innovadora cooperativa tiene entre sus valores principales el consumo responsable y la economía social.

De este modo, esta cooperativa es una alternativa al mercado erótico convencional que busca únicamente la venta de objetos sexuales que en muchos casos rozan lo vulgar, por lo que resulta para muchas mujeres incómodo acceder a él. Así, los juguetes eróticos que se muestran en los Tuppersex de Desmontando a la Pili buscan la educación afectivo-sexual, no utilizan imágenes de modelos femeninas desnudas, ni de torsos masculinos, utilizan materiales ecológicos y productos del comercio justo.

Además, tienen diferentes estilos de productos: para la discapacidad, para la menopausia, con opción a canguro, en parejas, en inglés y en francés, sin olvidar el ‘Desmontando al Paco’, dedicado para hombres. Esta cooperativa lleva los pedidos a casa en bicicleta mediante la ‘TelePili’, ofrece asesoría sexológica, imparte clases de defensa personal para mujeres y de danza del vientre, y proyecta películas pornográficas diferentes los viernes.

Alba Magallón, estudiante de Turismo de 20 años, después de su primera reunión tuppersex de Desmontando a la Pili recalca: “Es una experiencia increíble que pienso repetir. Es muy divertido y te hace reflexionar. He entrado con vergüenza y con ciertas inseguridades y conforme la presentadora hablaba me sentía más cercana a mi sexualidad. El hecho de que no estés obligado a comprar creo que evita tensiones”.

Diferentes mujeres y diferentes perfiles de vida, pero todas ellas han encontrado una salida a su monotonía y un parche a la crisis en la venta personal en reuniones de amigos. En cuanto a ganarse la vida con este trabajo no es fácil para todas y las que mejor viven son las presentadoras de reuniones Tupperware y tuppersex. “En general, lo que vendemos en estas reuniones son productos muy caros y para conseguir un beneficio importante habría que estar todo el día trabajando, pero es una ayuda”, considera Victoria García.

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  • Me llamo Antonio y vivo en el sur de España. Soy consultor independiente de una empresa de Venta directa que lleva 2 años funcionando en España. Los productos son calentadores de aromas y difusores.

    La empresa es de EEUU y tiene numerosos premios de calidad y ética. Sus productos pasan unos rigurosos controles de calidad en EEUU, Australia y Europa.

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