En el marco del XIII Congreso de Periodismo Digital, el Periodismo muestra su doble dimensión: la pasión y el empleo. Las relaciones entre ambas a veces se contradicen, pero la hazaña del periodista está en hacerlas compatibles.
El trabajo autónomo como periodista es una alternativa al empleo convencional viable. Así lo dice Ander Izaguirre. Asegura que quizá no se gane dinero para caprichos pero se puede vivir de este modo. La ventaja que tiene es la libertad de elegir el tema y el tiempo que se quiere dedicar a ello.
Sin embargo, muchos intentos se quedan por el camino. Izaguirre ha ido aceptando trabajos que poco tenían que ver con el periodismo para obtener ingresos y costearse un viaje para cubrir un acontecimiento. Aún así, Izaguirre advierte: “Al final, no debemos buscar una rentabilidad entre la inversión de tiempo y de esfuerzo y los ingresos que se obtienen”.
Emilio Sánchez Mediavilla lleva seis meses embarcado en un proyecto de edición de contenidos periodísticos en libros (Libros del K.O.). Nació de la frustración que le produjeron ciertas experiencias laborales en medios tradicionales. “Intentamos recuperar el texto, su importancia; tenemos la filosofía de que el fracaso no es posible, son intentos que merecen mucho la pena”, apostilla Sánchez.
Pero se debe avisar de que este método de trabajo requiere ser muy activo, porque el periodista se mueve por muchas capas, ocupa muchos puestos de trabajo a la vez. En otros casos, hay periodistas que han abierto su propio blog y buscan las 1.000 maneras de financiarse.
Para llevar a cabo esta idea es importante escoger un área de información que apasione a quien va a trabajarlo, intentar que sea algo que todavía no se esté haciendo y, por último, estar mentalizado de que la carga de trabajo será excesiva, según Jordi Pérez Colomé, autor del blog Obama World y ganador del Premio José Manuel Porquet.
Izaguirre sentencia que los medios de comunicación tradicionales tienen menos fuerza que los medios digitales y las redes sociales porque en estos el azar tiene voz propia.
Un ejemplo de la situación de los medios tradicionales es la reciente muerte del diario Público. Pere Rusiñol, redactor del desaparecido Diario Público, opina que la razón de que este diario haya terminado se debe a una cuestión política, y en ningún caso por no ser económicamente viable.
Argumenta que lograba más y más influencia e ingresos. Por lo tanto, opina Rusiñol: “Este es un ejemplo de que lo que se pretende exponer en este Congreso es falso es cierto que hay una crisis gravísima; pero yo no puedo concebir a un periodista que no trate personalmente con sus fuentes”.
Como conclusión cabe destacar que los periódicos en papel, de pago, no tendrán cabida en los próximos años. Hace tiempo, en El País, una página de publicidad podía costar 10.000 €, mientras que ahora en ese diario un faldón publicitario se puede encontrar por 300 €. Datos que demuestran que es un modelo de negocio sin reservas de oxígeno.
Escrito por: Sergio Lacasa
Intervención de Jordi Pérez Colomé:
httpv://www.youtube.com/watch?v=Qic4bXE7M8Y
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