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Víctor Rodríguez: un diamante de la cantera azulgrana brilla con luz propia en La Romareda

Víctor Rodríguez llegó a Zaragoza para jugar en el equipo filial, en Segunda B. En poco tiempo, cambió sus pertenencias al vestuario del primer equipo. El entrenador, Manolo Jiménez, ofreció la oportunidad de jugar en Primera a este joven de 23 años, criado en las categorías inferiores del FC Barcelona, y la está aprovechando. En unos meses se ha convertido en una de las referencias del equipo.

Víctor, como cualquier niño, soñó desde pequeño con ser futbolista profesional. A los 5 años el balón se convirtió en su mejor amigo. Se calzó sus primeras botas y empezó a dar patadas a una pelota, imitando a sus ídolos que tantas veces veía en la televisión. “El fútbol viene de tradición, siempre nos ha gustado”, señala Rodríguez. Su carrera se ha forjado sobre tres premisas: trabajo, esfuerzo y entrega. Tres cualidades que le permitieron destacar en el Club Esportiu Mercantil durante su etapa en categoría benjamín.

El nombre de aquel chaval, rápido como una bala, figuró muy pronto en la agenda de los ojeadores del FC Barcelona. A los 11 años vistió por primera vez el uniforme azulgrana. Durante cuatro temporadas creció como futbolista en La Masía, junto a compañeros como Jordi Alba, Botía o Víctor Ruiz. Recuerda aquellos años y recalca que “el Barcelona trabaja muy bien con los equipos de la base. Desde muy pequeños te inculcan un estilo de juego muy definido. Cuando empiezas con 8 años y sales con 20, tienes muy asimilado ese patrón de juego, esa manera de entender el fútbol”.

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Víctor vivió los sinsabores del fútbol. Su nombre apareció en la lista de descartados y el sueño se truncó antes de debutar en el Camp Nou. La cantera de los equipos grandes deja a muchos jugadores en el camino, pero este contratiempo no iba a derrotar su ilusión. Regresó al Mercantil y dos temporadas después fichó por el juvenil del C.F. Badalona. En esa localidad barcelonesa donde el baloncesto es el deporte rey, Víctor debutó en el primer equipo que militaba en Segunda División B. Su paso por el club sorprendió al cuadro técnico. Manolo Márquez, ex entrenador de Víctor Rodríguez, observó en él unas “cualidades únicas” para llegar a la máxima categoría. “En su primera temporada en el club tuvo una lesión de osteopatía de pubis que no le permitió rendir a su mejor nivel, pero al año siguiente, ya operado, ofreció su mejor nivel. La habilidad y la rapidez son sus puntos fuertes”, señala Márquez.

La afición del Badalona disfrutó dos temporadas con su juego. La calidad de aquella flecha que recorría la banda sin desmayo, no pasó desapercibida para los equipos punteros del país. El Real Zaragoza se anticipó este verano y lo incorporó a sus filas para reforzar el ataque de su equipo filial.

Esas cualidades que le hicieron destacar en el fútbol catalán, las conoce sobradamente Álex Monserrate. El técnico del Real Zaragoza B le reservaba un lugar en el once titular, pero no pudo trabajar mucho tiempo con él. Bastaron unos cuantos entrenamientos para que Manolo Jiménez lo incorporase a la nómina de la primera plantilla. Monserrate asegura que “Víctor se ha ganado el salto a la liga de las estrellas. Nadie le ha regalado nada. El trabajo diario y su humildad son sus credenciales. Se ha ganado el puesto y Jiménez lo ha sabido recompensar”.

Las cualidades que demostró sobre el terreno de juego de la Ciudad Deportiva dejaron huella durante el escaso tiempo que estuvo bajo la tutela de Monserrate. “Es un futbolista diferente, tiene en los últimos metros una velocidad, un uno contra uno genial, desparpajo y gol”, afirma.

Nada más llegar a la capital aragonesa, Manolo Jiménez lo incluyó en su lista para realizar la pretemporada con el primer equipo en Navaleno. La noticia no tardó en llegar a oídos de Manolo Márquez, su ex entrenador en el Badalona. “Hablé con Víctor. Le animé porque si conseguía hacer la pretemporada con el primer equipo, tendría posibilidades de quedarse y de debutar en Primera”, señala Márquez.

Víctor Rodríguez veía cada vez más cerca el paso definitivo. El Zaragoza era su apuesta para alcanzar la meta y la tenía al alcance de la mano. “Cuando fichas por un filial lo haces siempre con la ilusión de apuntar hacia el primer equipo y tener oportunidades. El hecho de que Jiménez me ofreciese hacer la pretemporada con ellos fue algo increíble. Estoy muy agradecido al técnico y al club por aquella oportunidad”, afirma.

Víctor realizó la pretemporada con la primera plantilla y disputó algunos minutos en partidos de preparación. Estaba convencido de que su momento no tardaría en llegar. En aquel hotel soriano a pie de carretera, se repitió el sueño que tantas y tantas noches había tenido de pequeño. Ese sueño pintado en la infancia de azul y grana se cumplió el pasado 25 de agosto teñido con los colores blanquillos. El destino quiso que fuera en su ciudad, Barcelona, y en casa del máximo rival, el Espanyol.

Aquella tarde veraniega, el corazón le dio un vuelco cuando Manolo Jiménez le dijo “calienta que vas a jugar”. Era el minuto 46. Su nombre sonó en la megafonía del estadio. Víctor Rodríguez con el dorsal 32, sustituía a Edu Oriol otro jugador, curiosamente, nacido en la cantera del Barcelona. Fue otro guiño del destino “Ese día lo recordaré toda mi vida. No podía pedir más. Debuté en Primera División delante de mi familia y de mis amigos y, además, ganamos el partido. Es una de las mejores sensaciones”, indica el jugador del Zaragoza.

El trabajo y el afán de superación lo ha convertido en poco tiempo en uno de los jugadores más queridos por la afición de La Romareda. Llegó con destino al vestuario del filial y ya tiene una taquilla propia en la caseta del primer equipo. Muchos de aquellos ídolos que veía de pequeño en el televisor, son ahora compañeros de profesión. “Es un cambio importante -señala el delantero catalán- porque no es lo mismo jugar en el estadio Bernabéu que en el Centenari (Estadio del C.F. Badalona). Cuando jugaba en Segunda B creía que los jugadores de Primera División eran mucho más mediáticos, pero mi opinión cambió al llegar a Zaragoza. Aquí me encontré un vestuario unido, formado por gente muy humilde”.

Apenas en cuatro meses, Víctor Rodríguez ha conseguido que su nombre ocupe un lugar fijo en las alineaciones de Manolo Jiménez. Los datos hablan por sí solos. En 14 jornadas de liga, ha disputado 12 partidos, 10 de ellos como titular. En poco espacio de tiempo se ha convertido en el complemento perfecto de Hélder Postiga en el ataque. Aporta velocidad, capacidad de desborde, centros medidos y cambios de ritmo que dejan sentados a la defensa rival. Se trata del jugador que imprime mayor rapidez al fútbol de ataque zaragocista. Lo hace, además, según los valores que lo definen como persona. “Soy un chaval muy humilde que intenta aportar lo mejor para el equipo a base de trabajo”, señala Rodríguez.

Desde la llegada de Manolo Jiménez al banquillo de La Romareda, la afición zaragocista se ha entregado de nuevo a sus colores. Los jugadores no regatean esfuerzos en el césped y ese trabajo colectivo es recompensado desde los graderíos. “La afición es magnífica, se comporta my bien conmigo. Recuerdo la ovación que me brindaron el día del Deportivo cuando me sustituyeron. Ese momento te hace seguir trabajando con mayor intensidad si cabe”, indica el jugador.

A pesar de que su carácter se lo impide, Víctor Rodríguez puede presumir de ser una de las revelaciones de la temporada. Sus números lo sitúan como segundo mejor asistente de la Liga, con 5 pases de gol. Esta clasificación la lidera el centrocampista internacional del FC Barcelona, Cesc Fábregas, con 9 asistencias.

Manolo Jiménez ha sabido explotar las condiciones de este jugador. La confianza del técnico ha sido determinante para su eclosión. “Ha sido clave para mí –afirma Víctor Rodríguez- José Mari y otros jugadores le estamos muy agradecidos por la confianza que ha demostrado en nuestro trabajo. Mi sueño era jugar en Primera División y gracias a él lo he cumplido”.

Esa confianza demostrada por el entrenador sevillano, le ha permitido a Víctor Rodríguez convertirse en una de las sensaciones de la temporada. Acaba de llegar a la élite y ya hay varios equipos poderosos que siguen con detalle su prometedora carrera. El Real Zaragoza le brinda un contrato a largo plazo porque está convencido, como asegura el propio jugador, de que “el trabajo y el rendimiento diario son los que determinan los resultados”.

Informan: Carlos Ciria, Andrea Ramos, Manuel González y Luis Millán.

Universidad San Jorge