Edgar Abarca Lachén, director de la Sociedad Española del Medicamento Individualizado (LASEMI) y profesor del grado en Farmacia de la Universidad San Jorge, ha sido galardonado con el premio del Día del Formulista, junto con otros farmacéuticos de La SEMI, por elaborar un medicamento para pacientes intubados por la Covid-19. Edgar Abarca nos cuenta como fue el desarrollo de dicho medicamento y da su opinión sobre algunos temas de actualidad referidos a la pandemia.
¿Para qué sirve el medicamento por el que han sido premiados?
Se trata de una solución para eliminar o ayudar a disolver el moco en esos pacientes que estaban intubados en las UCIs (Unidad de Cuidados Intensivos). En la primera ola del virus, hubo muchos problemas con pacientes intubados que generaban una gran cantidad de mucosidad y debían ser desintubados para poder eliminarla. A partir de aquí, nos solicitaron la elaboración de un sistema para ayudar a estos pacientes intubados. Realmente no es un medicamento como tal, sino una formulación que ayuda a eliminar esa mucosidad, como podría ser un detergente. Intubar y desintubar pacientes ha generado y genera muchos problemas a nivel clínico por las complicaciones que supone.
¿Qué hospitales han utilizado este medicamento?
El medicamento lo pusimos a disposición de los hospitales para que ellos pudieran disponerla o no en sus protocolos de actuación. Ha habido dos hospitales que han trabajado con él y lo siguen haciendo a día de hoy: el Hospital Universitario de Salamanca y el Hospital Universitario de Ávila.
«La farmacia debería ser un punto sanitario que podría haber hecho un muy buen trabajo de cribaje mediante la elaboración de test de antígenos»
¿Cuánto tiempo de investigación le llevó a usted y a sus compañeros desarrollarlo?
Trabajamos varios compañeros en conjunto a través de la Sociedad Española del Medicamento Individualizado. Estoy seguro que el producto podría estar aún más testado y comprobado, pero como en esta situación se necesitaba una solución «para ayer», trabajamos desde marzo hasta tener una primera propuesta en torno a tres semanas. Después hemos ido proponiendo mejoras en esa formulación.
¿En qué consiste la formulación magistral?
Muchos lo conciben como aquella botica de antaño, ese boticario que elaboraba medicamentos de forma individualizada. Hubo unos años en los que cayó en desuso porque todo se fabricaba con las técnicas de elaboración industrial, se pasó de hacer medicinas a pequeña escala en el laboratorio a la fabricación en masa. A día de hoy hemos vuelto a rescatar ese espíritu de la individualización del medicamento porque sigue teniendo una importancia creciente en esos pacientes que no se ajustan a los que ofrece la industria (Edgar Abarca recalca que la culpa no es de la industrialización, que ha hecho muchas cosas buenas por la medicina), como, por ejemplo, pacientes recién nacidos o pacientes más mayores que tienen unas necesidades específicas a las que no se adaptan muchos medicamentos industriales.
«La vacunación es tremendamente importante»
Entrando ya en materia de actualidad, ¿Qué opina de que en las farmacias no tengan permitido hacer test de antígenos y que sea tan complicado acceder a ellos?
Me parece mal porque la farmacia debería ser un punto sanitario que, en colaboración con el sistema público de salud, podría haber hecho un muy buen trabajo de cribaje. No estamos hablando de hacer test porque sí, sino de establecer un programa consensuado para que las farmacias pudieran hacer este tipo de pruebas y después trasladar esa información para poner en marcha el protocolo correspondiente. Creo que tenemos capacidad, medios y convicción para poder llevarlo a cabo. También tengo que decir que muchas veces mezclamos lo estrictamente científico y sanitario con la política.
En España se empezó a vacunar el 27 de diciembre , y aunque ha surgido mucha polémica al respecto, ¿cree que debemos vacunarnos?
La vacunación es tremendamente importante. Desde aquí quiero trasladar calma y seguridad con respecto a la vacuna, es decir, una vacuna tiene que pasar una serie de fases con unos protocolos de seguridad y eficacia muy exhaustivos y duros, y cuando una agencia del medicamento da luz verde para que se comience a vacunar, tenemos que confiar que es un producto seguro y con plenas garantías. Otra cosa muy distinta es la forma de marketing que han tenido los laboratorios de transmitir la información sobre las vacunas, que no ha sido nada acertada. Es importante el cómo informamos a la ciudadanía para no generar dudas e inseguridad. Y cuidado con la mala información porque puede que después la población reaccione con rechazo a la solución del problema. El camino a seguir está en transmitir de manera convincente, con criterio, con datos y seriedad lo que supone vacunarse.
«La individualización del medicamento sigue teniendo una importancia creciente en pacientes que no se ajustan a los que ofrece la industria»
Entonces, ¿considera que desde algunos ámbitos de comunicación no se ha informado correctamente en relación a la pandemia?
A la ciudadanía se nos ha tratado de una forma infantil a la hora de informarnos durante estos meses. Se nos ha dado una información muy sesgada y por ejemplo, apenas hemos visto imágenes de enfermos y fallecidos en España. Se nos ha edulcorado la realidad de una manera preocupante y se nos quiere seguir tratando como niños al decirnos que la vacunación ha de ser obligatoria. Creo que tenemos que empezar a reconducir la situación para que se nos den buenos datos e información, de manera que generemos criterios propios para tomar buenas decisiones.
¿Cuál es el porcentaje aproximado de población que debe estar vacunada para que no se siga propagando el virus?
En torno a un 70 % de la población debe estar vacunada, todo esto aun conviviendo con las medidas sanitarias a las que ya estamos acostumbrados (mascarilla, lavado de manos, gel hidroalcohólico, etc.). Es importante que seamos conscientes de lo que nos espera para poder llegar a alcanzar la inmunidad.
¿Cuándo estima que podremos volver a la normalidad y a llevar unos hábitos parecidos a los de antes de la pandemia?
Primero hay que valorar cómo evolucionan los acontecimientos y cómo se desarrolla la compleja fase de vacunación. Aún preveo un año (2021) complicado y manteniendo todas las medidas y protocolos que hemos asimilado durante el 2020. En todo caso debemos ser muy prudentes. También deberíamos plantearnos cómo exigimos tanto a la ciencia para que nos saque de un apuro puntual como ha sido esta pandemia, pero a la que no se le destinan los fondos necesarios para que pueda investigar, debemos ver y reflexionar cómo hemos tratado a la ciencia hasta ahora.
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