El teatro es el arte dramático más ofertado y que más espectadores atrae. En 2021, cerró con 32.187 funciones y más de 4 millones de espectadores. La actividad teatral aglutina más del 90% de todo el arte dramático. Miriam Prieto, licenciada en Arte Dramático por la Universidad de La Habana y Grado en Dirección de Teatro por la Escuela Nacional de Teatro de Cuba es, actualmente, la profesora del Aula de Teatro de la Universidad San Jorge.
¿Por qué empezaste en el teatro?
Yo hice bachiller, terminé, y no tenía claro que quería ser. Me gustaban muchas carreras. Llegué a mi familia y le dije que quería tomarme un año sabático. Mis padres pensaron que no quieres estudiar. Yo sí tenía claro que quería estudiar, pero lo que no tenía claro era qué quería estudiar. Un buen día estaba en casa de una amiga, que estábamos leyendo la prensa, y veo que sale una noticia de unas inscripciones para hacer unas pruebas para la Escuela de Arte. Lo que pasa en Cuba es que hay una sola escuela a nivel nacional, es decir, yo no soy de La Habana por así decirlo. Leyendo aquello decidí presentarme. Me hizo mucha ilusión y allí que fui. Se presentó mucha gente, unas 10.000 personas haciendo las pruebas. Yo jamás en mi vida me había parado en un escenario, era la primera vez.
Es decir, ¿te presentaste a una prueba donde solo entraban 10 personas y se presentaron más de 10.000, y era la primera vez que te subías a un escenario?
Sí, cuando me apunté me dijeron que no conseguiría aprobar y pasar la prueba porque había gente que llevaba muchos años preparándose para esta. Aprobaron solo dos personas, una de ellas, fui yo. Ahí empezó mi vida en el teatro. Me gustaba, pero, sin proponérmelo, empecé mi camino por este maravilloso mundo. De hecho, nunca me he querido salir de este mundo desde que entré.
¿Hay alguna manía que tengas que hacer si o si antes de salir a alguna función?
Normalmente reúno al equipo y le doy las gracias por la confianza porque hacer teatro es un acto de fe. Hay que tener mucha confianza en la persona que te está guiando para cuando haces comedia, pero también para cuando haces drama. Ese miedo al ridículo lo tenemos todos y solo lo puedes sobrepasar cuando hay confianza en alguien. Ponemos todas las manos juntas y hacemos una especie de ritual entre todos.
¿Cuánto tiempo dedicas al teatro diariamente?
Depende del día. Tengo clases cuatro días a la semana, y los otros días me estoy preparando para esas clases porque si tengo 100 alumnos más o menos, hay que darle un personaje a cada uno de ellos para dos representaciones al año. Generalmente siempre estoy leyendo teatro, de hecho, antes de esta entrevista, vengo de leerme una obra entera de casi 100 páginas. Los alumnos necesitan los textos y yo se los tengo que dar, pero los tengo que encontrar primero.
Tras años de carrera profesional dirigida al teatro, ¿por qué tomaste la decisión de ser profesora del Aula de Teatro de la Universidad San Jorge?
Vine a Zaragoza, donde no hay tanta película, tanto movimiento, y decidí centrarme en la docencia. Cuando estaba en el teatro de la estación, estábamos programando la idea de colaborar con la Universidad San Jorge. A mí me hizo mucha ilusión porque mis inicios como docente fue dando clases en universidades. Me ilusiono también el hecho de comenzar el proyecto yo misma, aunque más adelante, obviamente, vendrán más profesores. El poder hacer que se conozca el aula de teatro que funciona bien para mi es una ilusión muy bonita.
¿Qué opinas de que la Universidad San Jorge en este caso crea proyectos relacionados con la actividad teatral?
Es muy importante. No solo para la universidad, también es importante para que algún día se fomente el teatro desde primaria. El teatro aporta muchísimo, no solo cultura. Te aporta conocer a autores, leer, hacer equipo y muchas cosas más. Incluso aporta a la gente que no quiera dedicarse al mundo del teatro. A un abogado, por ejemplo, le puede aportar a hablar en público, perder la vergüenza, la entonación e incluso la movilidad corporal. En el teatro también se trabaja todo el tema de las emociones porque trabajas con otros personajes que no eres tú. Así que yo creo que es importante para la universidad, pero también para intentar fomentarlo desde primaria.
En Estados Unidos la oratoria es muy importante y, desde pequeño, está mezclada con el teatro.
Miriam Prieto
Con la Universidad San Jorge, ¿cuántas actuaciones habéis hecho dentro de la universidad?
Hemos hecho dos espectáculos. El año pasado planteamos hacer una obra en el curso, pero había gente que se tenía que desapuntar en el segundo cuatrimestre por tema de horarios del curso. Por eso lo hemos modificado. Ahora empezamos en septiembre, octubre y a mitad, sobre los tres o cuatro meses, hicimos una obra de teatro con escenas de Lorca. Estos temas estaban basados en la mujer en la vida de la vida de Lorca. Ahora en mayo vamos a hacer otra.
Fuera de la universidad, ¿ya habéis realizado alguna función?
De momento no. Llegará ese momento. Dos años parece mucho, pero no hay que olvidar que es un proyecto nuevo, estamos en los inicios. De hecho la primera obra que estrenamos solo aparecieron alrededor de 20 personas y, parte eran padres. Además, antes solo éramos siete u ocho alumnos, ahora somos 16. Es decir, es un proyecto de futuro, pero todavía estamos en sus inicios.
Los alumnos que van al aula de teatro, ¿hay mayoría de alguna facultad?
La mayoría son de la Facultad de Comunicación y Ciencias Sociales. Hay alguna de enfermería, de psicología. Yo creo que hay más de comunicación porque intentan, también, mejorar su comunicación, perder la vergüenza de salir delante de publico y hablar sin problema. Siempre les digo que todo lo que hacemos ahí vale muchísimo. A los de audiovisuales les digo que es mejor haber pasado por esa experiencia si algún dia quieren ser directores y, por lo tanto, dirigir a actrices. Tener esa experiencia ayuda mucho, ya que no es lo mismo el punto de vista de la actriz que del director.
¿Cómo planteas las clases en la universidad?
Lo primero que les digo es que yo no trabajo con grupos. Yo trabajo con equipos. Un equipo, para mí, es solo uno, es decir, que si te a ti te pasa algo, el otro está al lado para ayudarte. En el teatro tiene que haber un equipo, sino no funciona. Es duro. Desde fuera parece todo perfecto, pero cuando estás dentro te tienes que aprender los textos, trabajar los elementos, toda la parte de atrás. Lo segundo es que yo vengo de una formación que trabaja el teatro con mucha emoción, que trabaja mucho la acción, entonces siempre estás creando. Es muy dinámico. También hay mucha teoría porque hay que hacerla, pero la explico a través de ejercicios prácticos de manera que en la clase muy pocas veces se esta sentado. En resumen, siempre se está haciendo algo.
Hay que poner en valor el teatro en la universidad
Miriam Prieto
¿Cuáles son las claves del teatro para que sea el arte dramático más consumido con más del 90% de espectadores?
La clave es que tienen muchos temas subgénero, es decir, está la tragedia, la comedia, la tragicomedia, etc. En el teatro puedes elegir ir a reír o a llorar. También es por innovar. El teatro tiene su antigüedad. La ópera también es muy antigua y tiene su público también, pero el teatro tiene muchas formas de llegar. Puedes consumir un teatro comercial, de élite. El teatro se acerca a todos los públicos. Es muy fácil acercarse al teatro y ver una buena comedia y salirte riendo. A la gente le encanta. A nivel cultural se tendría que ir a ver más teatro porque hay veces que, por ejemplo en el teatro la estación, vienen obras maravillosas de todo y va muy poca gente.
¿Está infravalorado el teatro a día de hoy?
No esta infravalorado. Lo que pasa es que la vida, a día de hoy, va tan rápido que no te da tiempo a pararse a ver una obra teatral. Piensas que como lo puedes ver más tarde retransmitido, pues lo ves después y no vas. El fenómeno de internet, por lo tanto, también ha afectado al teatro de esta manera.
¿Ha afectado negativamente internet?
No. Ha hecho que cambie todo en los valores. El teatro siempre va a tener un público que prefiera estar tres horas en una obra teatral, que estando con el teléfono móvil. El teatro lo que tiene que hacer es captar gente nueva.
Entonces, ¿es imposible que el teatro desaparezca algún día?
Es totalmente imposible. Siempre va a existir, se irá transformando. Ahora el teatro moderno y el contemporáneo se mezclan con todo lo audiovisual. Se está transformando y es así. La vida del ser humano va creciendo y, a la vez, el teatro también.
Los datos del teatro antes de la COVID eran ascendentes, ¿es posible que el teatro alcance de nuevo estas cifras?
Sí. Meses atrás, cuando volvimos a la actividad, veías a la gente con miedo de entrar al teatro. Venía con miedo a la distancia de seguridad y a las mascarillas. Ahora, por ejemplo, en el pasado cuatrimestre, yo hago con mis alumnos una muestra, y el teatro lleno con más de 130 plazas. Todo estaba lleno, la gente sin mascarilla y con muchas ganas de disfrutar. La gente, a día de hoy, tiene muchas ganas de ir al teatro, así como ganas de ir a conciertos, al cine, de salir. Las personas están deseosas de volver a la rutina normal. Todavía algunos mayores tienen miedo, pero es normal, ya que fueron la población que se vio más afectada. Pero, en la actualidad, la gente llena el teatro.
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