La periodista y escritora, Rosa Montero visitó ayer Zaragoza con el ciclo literario “Conversaciones con el autor”, organizado por la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), para hablar desde el plano personal y profesional de sus comienzos, su pasión por la lectura y escritura, de su faceta periodística e incluso valorar personalmente sus obras.
Esta madrileña, que rememora unos principios en el periodismo complicados en los que llegó a trabajar en 14 sitios a la vez hasta que revistas como Fotogramas, Posibles o el periódico El País la lanzaron al estrellato, cuenta con reconocimientos como el Primer Premio Literario y Periodístico Gabriel García Márquez por su trabajo en El País (1999), Premio de la Asociación de la Prensa de Madrid a toda una vida profesional (2005) y el Premio “Qué leer” dos años consecutivos a la mejor novela del año por La loca de la casa (2004) y por Historia del rey transparente (2005).
“Soy una escritora orgánica, escribo igual que bebo o duermo desde que tengo uso de razón. Un escritor de verdad, es el que escribe porque lo necesita para existir aunque eso no implica siempre que lo haga bien”, estas fueron las primeras palabras que Rosa Montero dedicó a las decenas de personas que abarrotaban el antiguo salón de plenos de la Diputación zaragozana.
Aunque reconoce haber vivido momentos muy bonitos como periodista, confiesa preferir la narrativa con la que cree que no podría vivir: “No hay comparación entre mi faceta narrativa, mi yo íntimo, una parte de mi ser y el periodismo, que es mi oficio, mi ser social. Puedo vivir sin periodismo pero tan solo el pensar en no poder volver a escribir novela me provoca escalofríos”.
A la pregunta lanzada por el moderador Ramón Acin sobre su predilección por la lectura o escritura, Rosa pareció tener una contestación clara: “Dejar de escribir sería aterrador y me volvería loca pero dejar de leer supondría mi muerte instantánea. He pensado mucho en esta cuestión en los últimos años y se la he planteado a unos 200 escritores. De ellos, solo dos contestaron que preferían la escritura y creo que uno de ellos mentía“.
Rosa Montero se mostró en todo momento como una enamorada de la literatura y habló con pasión de la fase de creación: “El ser escritor implica ser un niño y estar todo el día imaginando aunque solo el 1% de esos pensamientos quede plasmado en tu historia. Yo nunca firmo un contrato antes de escribir la novela por si muere. Lo hice en una ocasión y me sentí atrapada. Uno tiene que escribir el libro que necesite escribir en ese momento”.
La columnista de El País abordó el tema de la madurez narrativa: “Para conseguir la madurez un escritor debe saber distanciarse de lo que escribe, borrar su yo y dejarse atravesar por la historia, y liberarse. Yo en la primera obra en la que lo conseguí fue en Te trataré como a una reina y pienso que quizás por eso tras ella me bloqueé tres años. Los escritores jóvenes siempre escriben temas autobiográficos mientras que los mayores hablamos mediante el otro hasta de nosotros mismos”.
Para Rosa Montero o Bruna Husky, el personaje con el que más se identifica hasta el punto de ser su nombre en Twitter, su último libro, La ridícula idea de no volver a verte, es el más libre. “Habla sobre cómo vivir la vida con plenitud y serenidad aunque para ello haya que llegar a cierto acuerdo con la muerte. Con esta obra me ha pasado algo fantástico, he recibido multitud de cartas de personas contándome sus duelos y sorprendentemente no son relatos tristes sino historias alegres. Siento que mi libro ha dado un espacio para convertir el duelo en belleza y eso me hace muy feliz”, concluyó la novelista.
La escritora estará esta tarde a las 19:00 horas en el Ayuntamiento de Villamayor con el mismo ciclo literario. De esta forma la Diputación Provincial de Zaragoza pretende fomentar la lectura y hacer llegar cultura y autores de primer nivel a pueblos y municipios.
Informa: Leyre Beazcochea
Comentar