Marta Rived.- ¿Cómo surge la idea de bifurcar vuestras carreras (las de los componentes de VDV) y sacar proyectos por separado?
Sho-Hai.- Está bien descansar, llevamos desde que sacamos el primer disco editado en 1998, hemos estado tocando todos los años. No es que te canse pero también está bien para que la gente descanse un poco y luego nos coja con más ganas. También era un reto personal, hacerme un “disquito” en solitario, es más curro porque estás tú solo pero es un reto que, para ser el primero, estoy muy contento.
M.R.- ¿Expectativas superadas, supongo?
S.H.- Nos pusimos el número 3 en la lista “Five”, así que más que superadas, tampoco me había propuesto llegar a ningún puesto, pero me dijeron que era número tres, al lado de Sergio Delma y Rosario Flores. Pero bien, la verdad que estoy contento, llevo un año de gira y la verdad que “guay”, la gente está respondiendo “guay”. Toco en salitas pequeñas pero también he hecho festivales grandes como Viña Rock, Getafe en vivo, Monegros (con Violadores) y la verdad que estoy muy contento.
M.R.- Dicen que cuatro ojos ven más que dos ¿Cómo llevas la rutina de componer ahora que caminas solo?
S.H.- Más o menos es como siempre, un poco más de curro, porque antes estábamos tres, pero a la hora de, por ejemplo, elegir las instrumentales es más fácil, porque solo hay una cabeza pensante y elijo lo que yo quiero. Ha sido más complicado y más fácil, las dos cosas un poco.
M.R.- ¿De dónde viene el sobrenombre de Sho-Hai?
S.H.- Es un nombre que me saque de una película de chinos, de estas de Jackie Chan, de los años 70: “El mono borracho en el ojo del tigre”. Hay un “gacho” que va bebiendo y practica el arte del Kung-Fu bolinga y para hacer mejor los trucos de Kung-Fu se tenía que echar unos tragos de vino.Yo lo adapté al rap y salieron unas estrofas “de puta madre”.
M.R.- Fuisteis el primer grupo español en protagonizar un concierto en directo en 3D ¿Cómo fue la experiencia?
S.H.- Siempre nos gusta juntarnos un poco a los cuatro ahí arriba y hacer las historietas. Pero para nosotros fue un concierto más, realmente no hacíamos nada, lo adaptamos un poco para alguna canción que podía dar mas juego a la hora de usar el sonido 5.1. , esas cosas sí que las cuidamos un poco. En verdad fue un concierto con mucha parafernalia, pero lo vivimos como otro cualquiera. Yo realmente no he visto el concierto en 3D, aunque tengo amigos que fueron al cine y dijeron que estuvo guapo.
M.R.- ¿Es fácil llegar a todo el público a través del rap?
S.H.- Nos cuesta un poco más porque somos una música que no se pincha en las radio fórmulas, nos tienen vetados, somos políticamente incorrectos por lo que decimos. En cambio luego ponen a Eminem, que dice burradas más grandes de las que decimos nosotros, pero como la gente no tienen ni “papa” de inglés… Pero hemos luchado, estamos donde estamos por nuestros propios méritos, por hacer lo que te gusta, que es el rap. Aunque ahora por los medios sí que nos apoyan más, nos tienen como otro género, o tenemos festivales con nuestros propios escenarios de rap. De todas formas, ahí estamos metiendo el hocico donde no nos llaman.
M.R.- ¿Estilo americano-estilo español, en qué se diferencia uno y otro rap?
S.H.- Lo que se vende ahora en Estados Unidos es un poco el “mainstream” , se hacen vídeos de “tíos” rapeando con cuatro tetudas detrás y con champán, y aquí si quieres hacer eso hazlo, pero no es lo que yo vivo porque yo vivo en Las Delicias y bajo al Simply casi todos días a comprarme mi brócoli y mi barra de pan, son maneras de vivir diferentes, nosotros hablamos de lo que vivimos, y la “peña” americana da un poco de vergüencilla ajena, pero que cada uno haga lo que pueda o lo que deba.
M.R.- ¿Qué opinión te merece la piratería?
S.H.- Se venden menos discos en todos los tipos de música, el rap tampoco es un genero que se haya vendido mucho, pero nosotros hemos tenido la suerte que los discos anteriores han estado arriba en la lista “Five”.
Está “guay” vender discos, pero por otra parte nosotros nos hemos ido a tocar a Suramérica gracias a Internet, allí los discos no están editados, si no hubiera existido Internet no hubiéramos tenido la posibilidad de ir. Le debemos bastante a esa historieta, aunque hay que decir que la “peña” del rap suele ser bastante fiel, si les gusta un grupo concreto se compran el disco original, pero es público muy joven que no tiene mucha “pasta”.
M.R.- ¿Se mueve mucho volumen de dinero en este género musical?
S.H.- Yo vivo de esto pero no es para tanto, nosotros hemos ido a Suramérica y la gente se pensaba que teníamos mucho más (dinero), y yo vivo en una casa de alquiler, no me falta de nada, tengo para comer todos los días y tengo mis “Jordan” y mis zapatillas guapas pero no es como la gente se piensa.
M.R.- Para aquellos que no estén acostumbrados a oír rap, ¿Cómo podrías persuadirles para que se animaran a escuchar tu disco “Doble vida”?
S.H.- Yo soy igual que tú o que mucha gente, lo que pasa es que yo me expreso en el idioma rap, explico historias que te pueden pasar a ti, al vecino o al de al lado, lo que pasa es que lo cuento hablando con ritmo, y con instrumentales de fondo. Es un disco en el que puedes escuchar historias cotidianas y originales que te llegan, también hablo de cosas que veo y no me gustan y las plasmo, hay mucho desamor, mucho amor, mucho odio y mucho de todo, muchos contrastes. Eso es lo bueno que tiene el rap, que puedes hablar hasta de los cordones de las zapatillas
M.R.- ¿Cómo te empezaste a introducir en esto del rap?
S.H.- Mi hermano mayor, “Rebel”, fue el que me metió. Era la música que escuchaba él y como dormíamos juntos en el mismo cuarto, acabas por escucharla también. Desde que tengo ocho años o por ahí hasta ahora que tengo 36 años sigo escuchando rap, la alternativa me la dio “Lírico” (integrante de Violadores), me dijo un día en un parque con un whisky en la mano que me tenía que animar a hacer una letra y me lo tomé al pie de la letra, nunca mejor dicho y la primera canción que hicimos se llamó “Violadores del verso”.
M.R.- ¿Ha marcado “Violadores” un antes y un después en la cantera musical de Zaragoza?
S.H.- Siempre ha habido, igual los que hemos dado el petardazo hemos sido nosotros, pero siempre ha habido mucha “peña” que ha estado “currándose” sus movidas, para sacarse sus trabajos bien editados, bien grabados… pero yo que sé, más que nada hemos sido los primeros conocidos, siempre ha habido mucha gente del rap en Zaragoza, tampoco hemos sido los pioneros, nosotros somos la segunda generación, ha habido una generación anterior de la que hemos mamado. Antes estaba la base americana en Zaragoza y entraba mucha música por ahí.
M.R.- ¿Y qué pinta tiene esta cantera?
S.H.- Muy buena. Por ejemplo, “Rapsusklei” es un bestia, esta Xhelazz, y muchos grupos que no son conocidos en la península pero que le están dando duro que de verdad merecen mucho la pena.
Escrito por: Marta Rived, alumna de 1º de Periodismo de la Universidad San Jorge
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