Coronel Escribano
Francisco Escribano es Coronel de Caballería de la Academia General Militar (AGM), también es licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Zaragoza y doctorado en Historia Contemporánea. Actualmente ejerce como Profesor titular del Departamento de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Academia General Militar.
Los Documentos del Pentágono denotan el «obsesionante miedo al impacto de la derrota, no sobre el bienestar de la nación, sino en la reputación de los Estados Unidos y de su Presidente» (Arendt, 1972). De hecho, de acuerdo con el propio informe, «retirar las tropas americanas de Vietnam sin admitir la derrota era difícil» (Pentagon Papers, 437).
Tanto en una misión de cooperación internacional como en una contienda, ¿cómo funciona el proceso de retirada de tropas? ¿Qué puede significar?
Desde mi punto de vista, lo fundamental en cualquier retirada es no abandonar a tus aliados. A la hora de salir tienes que tener en cuenta que has estado combatiendo con gente que son tus compañeros. Hay que decirles cuáles son los motivos por los que nos tenemos que ir. Esto es esencial para que los aliados puedan cubrir con tiempo el hueco que les faltará. Se organiza planeando, con plazos y con medios para explicar a los ciudadanos lo que ocurrió.
Cualquier acción de una administración pública tiene que tener una documentación detrás y hay documentación que por seguridad tiene que estar clasificada. Años después, los historiadores tenemos que redactar historia. El problema con los Papeles del Pentágono fue que la información no se ocultó bien pese a afectar a la seguridad. Tendría que haber estado clasificado y años después haberse desclasificado para que los historiadores la hubieran podido redactar.
Pero, ¿cómo se justifica ante la opinión pública que su ejército debe participar en algún conflicto bélico? En Vietnam las razones variaban desde la justificación por ayuda/cooperación internacional hasta la lucha anticomunista.
En el caso de Vietnam mintieron desde el principio. Esta guerra hay que verla desde la lógica de la guerra fría, los americanos ya sabían dónde se metían. Los soviéticos «se habían comido» varios países, en ese momento la mentalidad era que había que «pararles los pies».