El arte urbano es una forma de expresión que transforma el espacio público en un lugar de encuentro entre el arte y la vida cotidiana. En Zaragoza, el Festival Asalto lleva desde 2005 llenando las calles de color, creatividad y participación ciudadana. Este festival se ha convertido en un referente del arte urbano no solo a nivel nacional, sino también internacional, convirtiendo la ciudad en un auténtico museo al aire libre.
Este trabajo de fotoperiodismo busca mostrar, a través de diferentes imágenes, cómo el arte urbano interviene en la ciudad y cambia la manera en que nos relacionamos con ella. Las fotografías recogen distintas obras y momentos del festival en diferentes ediciones, con la intención de documentar no solo los resultados finales, sino también el proceso, la interacción del público y el ambiente que se crea en torno a las creaciones.
Realizar este reportaje me ha llevado a recorrer barrios y rincones de Zaragoza que nunca antes había visitado. Algunos de estos espacios, a menudo estigmatizados o percibidos como zonas marginales o de cierta peligrosidad, me hicieron salir de mi zona de confort. Sin embargo, también me permitieron descubrir una cara diferente de la ciudad: más cruda, más real, pero también más viva. Esta experiencia me ha hecho reflexionar sobre el poder del arte urbano como herramienta de transformación social y como puente entre comunidades.
Más allá de lo visual, el Festival Asalto propone una forma de arte abierta, participativa y cercana. A través de esta serie fotográfica, intento reflejar cómo este tipo de eventos enriquecen el entorno urbano y nos invitan a mirar nuestras calles desde otra perspectiva.
Lamentablemente, muchas de las obras han desaparecido con el tiempo, ya sea por el deterioro natural o por la intervención humana, desde nuevas construcciones hasta otros grafitis superpuestos, lo que refuerza aún más la necesidad de documentarlas antes de que se pierdan por completo.
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