Los nuevos modelos de negocio que luchan por mantener la viabilidad económica y la confianza de los lectores.
La crisis económica y la influencia de las tecnologías han arrastrado a los grandes medios de la prensa en papel a alcanzar las peores cifras de su historia. Aunque internet ofrece una gran variedad de canales para distribuir contenidos diferentes llegando a un público más amplio, no permite obtener ganancias suplementarias. De ahí que nuevos medios y formatos como Orden Mundial o 5w surgen con modelos freemium que buscan mantener su independencia y su subsistencia a partes iguales a través de suscripciones. Proyectos que introducen el modelo de pago en España.
En 2018, grandes medios como El País bajaron sus cifras de difusión en medios en papel en casi 60.000 ejemplares menos que el año anterior. Y aunque Internet y todas sus herramientas se ven como los salvadores, supone una disminución de ingresos. Al mismo tiempo, crece la inquietud sobre la presión económica hacia grandes medios propiedad de empresas privadas y dependientes por completo en la publicidad.
Los periódicos en papel no van a sobrevivir. Vivimos en un mundo digital en el que la gente lee las noticias andando, esperando al autobús o en la cola del supermercado.
– Martin Baron
En el Ciclo “Conversaciones Con…” de la Fundación Rafael del Pino, Martin Baron – director del Washington Post- establecía que los periódicos impresos “no van a sobrevivir. Vivimos en un mundo digital en el que la gente lee las noticias andando, esperando al autobús o en la cola del supermercado. Reciben su información de manera digital, móvil y social. Esta es la realidad. El papel no será el futuro”. Bajo esta premisa, las nuevas propuestas en el Periodismo ligan la presencia digital con unas estructuras financieras basadas en la creación de la cultura de pago entre sus lectores.
El día 26 de marzo de 2016 y tras 40 años en el mundo de la información, The Independent publicó el titular “¡Paren máquinas!” en su portada. Con ello comunicaba a sus lectores el fin de su edición impresa tras haber perdido al 85% de sus lectores. En España, la asociación de la Prensa de Madrid cifra en 375 los medios de comunicación que se vieron forzados al cierre desde el inicio de la crisis económica y más de 12.000 periodistas que perdieron su trabajo.
Combatir la desconfianza
“Los medios han contribuido a difundir la idea de que no hay hechos incontestables sino visiones parciales de la realidad. Como consecuencia, se ha acabado creyendo que, al igual que los políticos, todos mienten o todos cuentan una parte interesada de la verdad” comentaba Alfonso Armada, ex corresponsal de El País en África para Contexto. Un gran número de españoles reclama información, pero no confía en la información que los medios y los periodistas transmiten.
En un país donde se encuentra la credibilidad más baja en medios de Europa, nacen propuestas que luchan por transmitir una información completa y en profundidad a través de una estructura transparente e independiente. Fernando Arancón, director de El Orden Mundial (EOM) –uno de los nuevos medios digitales con fuerza en España- en su presentación en el Congreso de Periodismo Digital de Huesca, explicó que buscan “transmitir el conocimiento de asuntos internacionales de una forma clara, sencilla, rigurosa y profunda. Orientada al público en general, sin dirigirnos a una élite o una esfera concreta”. Además, añade que los temas de actualidad internacional interesan a la gente que busca conocer dicha realidad y que esa demanda “no se solventa con fórmulas de clickbait o piezas de curiosidades”.
La gente está realmente interesada en la información internacional en profundidad. Y esa necesiad no se solventa con fórmulas de clickbait o piezas de curiosidades
– Fernando Arancón
Según el análisis publicado en Dosier: Suscripciones, “the new black”, con el auge de las fake news, cada vez más lectores buscan un periodismo de calidad, lo que hace cada vez más viable el modelo de negocio basado en suscripciones ya que se cuenta con una tecnología que permite amplia variedad de contenidos y un público dispuesto a pagar por ello.
Freemium: pagar por contenidos
¿Un lector estaría dispuesto a pagar por un contenido al que antes accedía de forma gratuita? Esta es la pregunta principal a la que deben responder las nuevas propuestas periodísticas.
Al margen de modelos rígidos que requieren de un pago para poder acceder a cualquier tipo de contenido, hay otras alternativas mixtas. Estas ofrecen una combinación de contenidos libres y otros que requieren de pago como consecuencia de su elevado valor informativo. Este formato a caballo entre el pago y lo gratuito, surge el modelo freemium.
La revista 5W surge de una propuesta similar. El colectivo es una sociedad limitada en manos de sus trabajadores donde no hay un accionista mayoritario y donde todos ellos provienen de diferentes ámbitos y medios. En su web aclaran que ninguna empresa tiene acciones o influye en los contenidos editoriales de la revista y no dependen de publicidad. La mayoría de sus ingresos provienen de los suscriptores y de las ventas de la revista en papel. Una propuesta periodística que busca analizar la realidad internacional a través de las 5W del periodismo: quién, qué, cuándo, dónde y por qué.
Vídeo de 5W donde explican su funcionamiento y una campaña de Crowdfunding que pusieron en marcha para financiar un proyecto escogido por los lectores que finalmente fue “Siria después de Estado Islámico”
Fuente: 5W
Fuera de España, estos modelos están a la orden del día, The Washington Post ya supera el medio millón de suscriptores digitales y The New York Times ya supera los 2,3 millones. Además, este modelo también se utiliza por parte de algunos diarios como Eldiario.es.
“Hace unos años, mientras estudiábamos en la Universidad nos dimos cuenta que el periodismo que existía no daba la profundidad necesaria a los problemas del mundo. Y el mundo académico estaba muy alejado de un lenguaje accesible” explicaba Fernando Arancón (EOM). Tanto El Orden Mundial como 5W se caracterizan por una gran cantidad de trabajo detrás. Además de exigir un interés y tiempo por parte del lector. Formatos que apuestan por la narratividad, la cultura de pago, las nuevas herramientas y por la información de calidad.
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