Cada vez es más común hacer un espectáculo de todos los hechos mediáticos, y es importante tener en cuenta que la repercusión de la política no tiene nada que ver con el fútbol.
Por Miguel G. Pobes
El fútbol siempre ha sido, por excelencia, el deporte rey. Muchos programas televisivos y de radio, y unos cuantos medios de comunicación escrita, dedican sus minutos y sus páginas, en su totalidad, a este espectáculo. Periódicos como ‘Marca’ o programas del estilo ‘Minuto y resultado’, en el que se narraba en vivo el desarrollo de los partidos, han marcado una forma de ejercer el periodismo deportivo.
Sin embargo, este modelo se ha decidido llevar a otros ámbitos. Son muchos los periodistas que han decidido mezclar la información con el espectáculo o, directamente, hacer un espectáculo de cada información. Y hay que tener en cuenta que la información antes de unas elecciones es mucho más influyente que un partido de fútbol.
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José Yélamo, periodista deportivo en medios como ‘Gol’, ha explicado que hay que “hacer atractiva la información”, pero eso sí, “sin exagerar con los adjetivos”. No hay que olvidar la labor pedagógica del profesional de la información, y Yélamo matiza que los periodistas tampoco pueden ser “meros altavoces al servicio de los políticos”. Y es que, a la hora de ‘futbolizar’ las informaciones, se corre el peligro de tomar un bando fijo “como si de un partido de fútbol se tratase”.
En este mismo sentido, también ha expresado su opinión la corresponsal de Telecinco Ana Nuñez – Milara. “Un gran problema de hacer la información política como el fútbol es que esta tiene consecuencias directas en la población, y se va a reflejar a la hora de votar”, ha afirmado. Sin embargo, considera que los propios comunicadores son culpables. Según ha aseverado, cada vez que se hace un periodismo de declaraciones o se le pregunta a un político el clásico “¿qué le parece que…?”, se está favoreciendo esta circunstancia.
Por otro lado, dentro de la política se han percatado de esta circunstancia y, como es lógico, se han aprovechado de ello. “Hay políticos que se benefician de los medios de comunicación. Se paran ante cualquier micrófono porque saben que sus declaraciones tendrán repercusión” Ante esta situación, la reportera califica como “fundamental” la labor periodística de elegir qué es información para “evitar entrar en su juego”.
Precisamente el símil entre el fútbol, y la política también lo ha utilizado la periodista de Antena 3 Ana Martínez. Ella se considera muy crítica con el modelo que ya se ha implantado porque considera que “en temas políticos y sobre todo cuando hay tertulias en este ámbito, se cae en muchas ocasiones en el ‘hooliganismo’”, algo que nada tiene que ver con el periodismo.
Juicios en la barra del bar
A pesar de que esta circunstancia nunca vista anteriormente en los medios puede dejar en muy mal lugar al sistema comunicativo, Yélamo encuentra aspectos positivos. “Con este modelo, hay una parte importante de la audiencia que está aprendiendo sobre campos que nunca han levantado interés”, manifiesta haciendo referencia especialmente a la política. Lo cierto es que, con este sistema, los espectadores consumen más medios y pueden llegar a obtener más información de diferentes comunicadores.
La realidad es que ahora se siguen cuestiones que hace unos años era impensable que pudiesen tener interés informativo. El periodista de ‘Gol’ expresa que “se ha conseguido que la gente hable en un bar de un juicio”. “Lo hicieron en menor medida con el ‘caso Urdangarín’, pero ahora con el ‘procés’ todo se ha disparado. Hace años era impensable que esto pudiese pasar”, sentencia.
Ana Nuñez-Milara y Ana Martínez se muestran de acuerdo con la percepción de su compañero de profesión. La clave de esta situación, según Martínez, se encuentra en que se ha retransmitido el juicio de los políticos presos en Cataluña “como si se tratase de ‘Minuto y Resultado’”. Este es el motivo por el que, según la misma periodista, “se ha conseguido enganchar a tantas personas”.
Su compañera, también explica que nunca se hubiese imaginado que un directo de “algo tan aburrido como un juicio”, tuviese una cuota de seguimiento tan inmensa. Y cree que también se ha producido un cambio en los intereses de las personas, porque ahora “quieren ir más allá de la información superficial”. De hecho, ella también considera que “solo hace falta acercarse a la barra de un bar para darse cuenta de que la gente está al día del juicio catalán”.
El sentido común nos insiste en que hacer un espectáculo de las informaciones políticas puede traer consecuencias negativas. Los debates son indispensables, pero llegar al ‘hooliganismo’ es sobrepasar los límites del periodismo de calidad. Sin embargo, como todo, tiene sus pequeños aspectos positivos. Y es aquí donde el consumidor tendrá que decidir qué tipo de información prefiere.
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